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Que una vez que salen, se repetirán prácticamente "de por vida"; que el Sol los causa; que la exposición es contraproducente; que son contagiosos o que no se pueden transmitir de persona a persona.

Claramente, si bien los herpes labiales son una patología de escasa severidad y mucha difusión, su súbita aparición está plagada de mitos.

"Cuando pensamos en la causa de esta molestia debemos consignar que las causas y los mecanismos que desatan los herpes labiales no se conocen con profundidad. Aunque si se sabe, por supuesto, que la causa es un virus herpes simple tipo 1, del cual la mayoría de las personas es portador sano.

Lo que si se sabe es que tanto el estrés emocional o físico como la inmunosupresión o la exposición a los rayos ultravioletas influyen en los episodios molestos".

"En cuanto a la posibilidad de reiteración, es factible pues el virus Herpes simplex generalmente tipo I, permanece en estado latente en el organismo de los individuos que ya han sido afectados", explica el doctor José Mássimo, médico dermatólogo pediatra, jefe del servicio de Dermatología del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez.

Ahora bien, si pensamos en que los herpes pueden afectar tanto a hombres y mujeres de cualquier edad, pudiendo aparecer desde la infancia hasta la vejez, es posible que -sin conocer los mecanismos- sea complicado prevenir su desarrollo y, por ende, pueda repetirse el cuadro.

"La mayor cantidad de casos se registran en los adultos jóvenes que padecen la infección y soportan el período de incubación del herpes que puede ser asintomático y por lo general se extiende entre tres y siete días.

Los primeros signos que aparecen son prurito, hormigueo y sensación de quemazón en la zona afectada, que se muestra más rojiza. Luego, a las 24 horas, se observan pequeñas vesículas agrupadas en racimo bastante dolorosas que asientan sobre una base tumefacta y rojiza y, al cabo de dos o tres días se rompen o erosionan, provocando la formación de pequeñas ulceritas", detalló el especialista.

"En el caso de los niños, el 10 % de las infecciones se acompaña de fiebre, malestar y compromiso de la boca que dura varios días", agregó.

Si bien prevenir los herpes "es difícil", las personas que los padecen en forma reiterada generalmente conocen las situaciones que lo desencadenan. "Entre las más frecuentes se encuentra el estrés".

De manera que evitando este factor es posible no sólo prevenir la aparición de la ampolla sino además cuando ya está instalada calmar el dolor y evitar la infección bacteriana agregada.

Otro punto importante es disminuir o evitar la exposición solar, algo que muy a menudo no ocurre en esta época de primavera-verano, razón por la cual suele incrementarse el número de cuadros.

"Mantener la zona de la erupción lo más limpia posible -enfatizó el doctor-, también es fundamental. ¿Cómo se hace?: utilizando un antiséptico como el agua de Dalibour, clorhexidina o iodopovidona".

En cuanto a los tratamientos, el doctor Mássimo refirió que "en el Primer Congreso Ibero latinoamericano de Dermatología Pediátrica se ha presentado un dispositivo original, de origen alemán: un lápiz electrónico que actúa por generación de calor, el cual aplicado en la zona del futuro brote ante los primeros síntomas que preceden a la erupción inhibe la replicación viral abortando el brote de herpes y el desarrollo de las vesículas, controlando la diseminación de la infección".

- Utilizar filtros solares o evitar la radiación UV

- No utilizar pomadas o preparados con corticoides

- Evitar el contacto directo con personas que sufran un brote de herpes, ya que el virus es bastante contagioso

- Evitar el contacto con sustancias irritantes, tales como las colonias y el maquillaje

- No realizar toques con un algodón empapado en alcohol una vez que haya aparecido el herpes

- Explicar a los niños que no deben tocarse las lesiones, y evitar el contacto con los ojos

- Utilizar una toalla de uso personal.