El virus del papiloma humano (HPV), que causa el cáncer de cuello
uterino, no es sólo cosa de mujeres. Uno de cada dos hombres
sexualmente activos se infectará alguna vez con ese microorganismo,
independientemente de cuáles sean sus preferencias para elegir pareja.
"Los hombres deberían preocuparse definitivamente por el HPV por una
cuestión de responsabilidad biológica: no convertirse libremente en el
transmisor de un virus que puede causar cáncer en su pareja y en sí
mismo, ya que es algo que padecen hombres y mujeres sin importar su
orientación sexual", señaló ayer el doctor Silvio Tatti, director del
Programa de Tamizaje, Terapéutica y Vacunación del Tracto Genital
Inferior del Hospital de Clínicas.
El HPV es el responsable de nada más y nada menos que el 50% de los
cánceres de pene en el país. Y dado que la consulta para el diagnóstico
suele ser tardía porque la enfermedad puede no dar síntomas hasta estar
muy avanzada, se realizan unas 250 amputaciones por año.
De ahí la importancia de consultar cuanto antes al médico si
aparecen verrugas, manchas blancas o úlceras en el pene, el escroto, la
ingle, el ano, la boca o la garganta. Es que dos de las cepas de alto
riesgo, las 16 y 18, del HPV empezaron a competir con el alcohol y el
tabaco entre las causas del cáncer bucal, cuya edad de aparición bajó
de los 60 a los 30 años.
"Un estudio de la Universidad de Texas sobre cien casos de cáncer de
lengua y de faringe halló en 70 la presencia de los tipos 16 y 18 del
HPV. Eso demuestra que los mismos virus que causan cáncer genital son
oncogénicos también para los tejidos bucales. A través del sexo oral,
el HPV puede ingresar a la boca y producir una lesión tumoral", explicó
ayer a LA NACION el doctor Eduardo Cecotti, profesor consulto de la
Sección Patología Oral de la Academia Nacional de Medicina y presidente
de las 35as. Jornadas Internacionales de la Asociación Odontológica
Argentina, donde hoy se dictará un curso sobre cáncer oral.
Alto y bajo riesgo
El HPV tiene más de un centenar de tipos, pero entre 30 y 40
infectan los genitales masculinos y femeninos. Están los de "bajo
riesgo" (benignos), que son los que causan las verrugas genitales, y
los de "alto riesgo", que son 13 y provocan los cánceres de cuello de
útero, orofaríngeo (faringe, amígdalas, base de la lengua, paladar) y
de ano, vagina, vulva y pene. Entre esas cepas están los tipos 16 y 18,
de transmisión sexual.
Hasta ahora, poco se hablaba del papel del hombre en la circulación
del virus del papiloma humano. Es más, durante una reunión de prensa
realizada ayer, el doctor Tatti explicó que para los varones no existen
exámenes de rutina para la detección del HPV, como sucede con el
Papanicolaou en las mujeres, a pesar de que el 50% de los hombres
sexualmente activos están infectados con un tipo de alto riesgo. "Están
empezando a aparecer ensayos clínicos sobre la incidencia del virus en
hombres heterosexuales y que tienen sexo con otros hombres", dijo el
presidente electo de la Federación Internacional de Patología Cervical
y Colposcopía.
Además de las relaciones sexuales por vía vaginal, anal u oral, el
HPV se transmite por el contacto con las mucosas genitales y no hay
demasiadas medidas para prevenir una transmisión que, según la
Organización Mundial de la Salud, es más frecuente de hombres a
mujeres. "Están el preservativo, la monogamia, el inicio tardío de las
relaciones sexuales y las parejas estables -enumeró Tatti-. Y aunque
parezcan principios arcaicos, que nada tienen que ver con la ideología
o la religión, sino con la biología y la transmisibilidad de los virus,
esas cuatro medidas actúan como una barrera para disminuir la infección
por vía sexual."
El uso del preservativo reduce no más del 70% el riesgo de
transmitir el HPV. Se estima que dos tercios de las personas que tengan
contacto sexual con otra infectada desarrollarán la infección entre los
3 y 6 meses siguientes. "Es un muy buen elemento para preservarse de
las infecciones de transmisión sexual que están en las sangre o las
secreciones, como el semen o el flujo vaginal -precisó-. Pero no es un
buen elemento para prevenir infecciones en las mucosas, como la vulva.
La reducción existe, pero es de alrededor del 60 por ciento."
A partir de los datos disponibles, está claro que el sexo oral y
anal son prácticas de riesgo. El 90% de los cánceres anales, que Tatti
definió como "en vertiginoso crecimiento en hombres y mujeres que
practican sexo anal", está causado por el tipo 16 del HPV. Por su
parte, Cecotti recomendó consultar dos veces por año al dentista para
controlar las mucosas bucales si se practica sexo oral. "Los
odontólogos están entrenados en la detección de las lesiones y ante una
sospechosa lo derivará y podrá iniciar tratamiento con éxito
asegurado", dijo.
Primer programa de tamizaje gratuito
El Hospital de Clínicas puso en marcha el primer Programa de
Tamizaje, Terapéutica y Vacunación del Tracto Genital Inferior, donde
hombres y mujeres acceden a información, detección y tratamiento de la
infección por el HPV. Funciona en el sector de Consultorios Externos,
en el entrepiso del hospital (Av. Córdoba 2351, Capital) y garantiza
los tratamientos. "Los pacientes que quieran vacunarse y tengan la
indicación podrán hacerlo a través de su obra social o prepaga, o con
un descuento de casi el 50% en la farmacia del hospital", dijo el
doctor Silvio Tatti, que dirige el programa. Informes: (011) 5950-8582. Powered by AkoComment! |