Cada tres días muere una mujer por cáncer de cuello uterino en Uruguay
y la tendencia va en aumento pese a que existen herramientas para
prevenir la enfermedad. Según una encuesta sólo la mitad de las
adolescentes saben que hay una vacuna.
Y saber que existe en el mercado una vacuna contra el Virus del
Papiloma Humano (PHV) -causante del cáncer de cuello uterino o
cervical- no quiere decir que se la hayan administrado. Según una
encuesta realizada entre septiembre y octubre del año pasado en las
Policlínicas de Adolescentes del Hospital Central de las Fuerzas
Armadas y la Cooperativa Regional de Asistencia Médica Integral
(Crami), sólo el 2% de las consultadas había recibido la vacuna y
únicamente un 7% conoce el caso de una amiga que se la haya
administrado.
El estudio agrega que tan solo la mitad de las jóvenes sabían de la
existencia del cáncer de cuello uterino - que está quinto en incidencia
de mortalidad por cáncer- y un porcentaje similar sabe que hay una
vacuna para prevenir la enfermedad.
La falta de información en este tema parece clave para dimensionar la situación.
En el Congreso de Ginecología de la Infancia y Adolescencia realizado
la semana pasada en la intendencia de Montevideo, se abordó el tema y
se insistió en informar a las jóvenes para prevenir.
La especialista en infectología pediátrica, Mónica Pujadas, señaló a
El País que tanto la incidencia de casos, como de mortalidad por cáncer
de cuello uterino viene en sostenido aumento. Aparecen 320 nuevos casos
por año, informó.
"Si uno analiza la tendencia, hay un aumento. No hemos podido
bajarla, pese a que se vienen tomando medidas hace tiempo", lamentó
Pujadas.
Las medidas a las que hace referencia son, por ejemplo, los exámenes
de Papanicolau co-mo requisito obligatorio para el carné de salud
básico de la mujer. Y también están las vacunas contra el PHV que, con
algo de polémica a su alrededor, salieron al mercado uruguayo hace al
menos dos años. Si bien al comienzo, y por cierto temor a efectos adversos, hubo
resistencia por parte del Ministerio de Salud Pública (MSP) a liberar
la vacuna, ahora ambas inoculaciones tienen el aval ministerial de su
seguridad y eficacia, dijo Pujadas.
En el congreso, la especialista presentó estudios internacionales
que comprueban la eficacia de la vacuna comercializada por ambos
laboratorios y que señalan que "a la fecha no hay evidencia de que haya
efectos causados por el suministro de la vacuna". Entre los efectos
adversos más comunes figuran simplemente mareos, inflamación en la zona
de vacunación y mialgias.
Pujadas reconoció que las vacunas nuevas "siempre generan
resistencia" en la población. Al no ser una vacuna de administración
masiva, no se cuenta con datos oficiales sobre cantidad de inoculados,
pero extraoficialmente se sabe que la cantidad de vacunados es baja,
señaló la especialista.
Las razones son múltiples. Para empezar es una vacuna que tiene un
costo que ronda los $ 2.500 cada una de las tres dosis necesarias. Pero
más allá de eso, también existe temor por efectos negativos y hasta
"preconceptos".
"Es una vacuna que previene una infección de transmisión sexual y ya
eso implica todo un cambio de mentalidad. Hay mucho preconcepto, que a
veces no queremos reconocer. Hay que ser cautelosos, analizar muy de
cerca, siguiendo lo que son los efectos adversos, que básicamente son
pocos, pero cada uno genera mucha conmoción, muchas dudas", señaló la
especialista.
La vacuna está recomendada para mujeres de entre 9 y 55 años y es
"ideal" que sea administrada antes que la persona haya tenido su
primera relación sexual.
Un cáncer que puede prevenirse
Los expertos coinciden que el cáncer de cuello uterino es una
enfermedad prevenible. El 90% de los casos de esa enfermedad tiene su
origen en una infección causada por el Virus del Papiloma Humano (HPV,
por sus siglas en inglés. Este virus se adquiere por contacto sexual en
las primeras relaciones sexuales de la mujer. Según un estudio del
Programa de Prevención del Cáncer de Cuello Uterino, la infección por
HPV tiene muy alta prevalencia entre los adolescentes, alcanzando el
máximo de frecuencia, entre los 20 y 25 años (25%), para luego ir
disminuyendo rápidamente a menos del 10% a partir de los 35 años. En
Uruguay, los pediatras son los que más indican la vacunación contra el
HPV, pues el fármaco está dirigido fundamentalmente a las niñas. En
nuestro país fallecen unas 130 personas cada año por cáncer de cuello
de útero. La vacuna que combate la enfermedad es cuadrivalente y
recombinante, especialmente diseñada para prevenir la infección de los
tipos 6, 11, 16 y 18 del HPV. Los tipos 16 y 18 causan el 70% de los
casos.
Comentarios reservados a usuarios registrados. Por favor ingrese al sistema o regístrese. Powered by AkoComment! |