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Muchos propietarios de farmacias en los diferentes departamentos del país optaron por devolver  los productos de las importadoras ESKE y Bremen que habían adquirido para su comercialización; no obstante otras continuaban expendiendo estos medicamentos adulterados, razón por la cual fueron 6 farmacias las clausuradas en La Paz por el Ministerio de Salud que inició una revisión farmacia por farmacia.

En Sucre, el director del Servicio Departamental de Salud Chuquisaca, Edwin Loayza, informó que el 82 por ciento de las farmacias que tenían a la venta esos fármacos cuestionados cumplieron con la entrega voluntaria, sin embargo las inspecciones continuarán en esa ciudad esta vez con la Policía Nacional, toda vez que se desconoce si las restantes farmacias tienen esos productos observados.

En Santa Cruz, los medicamentos devueltos están siendo entregadas a la Fiscalía de Distrito y acopiadas en la oficina del fiscal Óscar Flores, encargado de llevar adelante la investigación sobre la fabricación, adulteración y distribución de medicamentos falsos en ese departamento.

Los farmacéuticos iniciaron la entrega de los productos observados luego de que fuera conocido un requerimiento fiscal que ordenó dicha acción.

Aunque la instrucción no establece una fecha límite, Flores convocó a los propietarios a cumplirla lo antes posible, ya que se realizarán inspecciones y se sancionará a las que continúen vendiendo estos productos. Se conoce que en la ciudad de Santa Cruz hay unas 1.200 farmacias funcionando y al  menos 1.000 están afiliadas a la Asociación de Profesionales Propietarios de Farmacias. La responsable de la jefatura de Farmacias del Servicio Departamental de Salud (Sedes) Mary Quevedo, señaló que no se sabe cuántas boticas entregarán los productos porque no todas trabajaban con estas firmas pero, según la investigación del Ministerio Público, se determinó que al menos 300 farmacias expendían los productos de ESKE y Bremen en Santa Cruz; de las 500 con las que ellos operaban.

Fidelia Calderón, presidenta de la Asociación de farmacéuticos, explicó que los propietarios se sumaron a la querella presentada por el Gobierno contra ESKE y Bremen y piden un resarcimiento de los daños. Señaló que su sector se considera desprotegido, pues “esta situación es el resultado de la falta de control en el proceso de producción y distribución”. Somos el último eslabón en esta cadena”, aseguró Calderón. La Fiscalía sigue con la investigación del funcionamiento de una fábrica que supuestamente falsificaba medicamentos.

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