Enfermedades de la glándula tiroides como la
tiroiditis autoinmune, el hipotiroidismo primario y el cáncer tiroideo
diferenciado parecen estar aumentando su frecuencia en el mundo, y
también en Chile. Así lo comenta el Dr. Claudio Liberman, Jefe de
Endocrinología del Hospital Clínico Universidad de Chile.
"Hay una línea de investigación básica y clínica
que apoya la hipótesis de una relación entre el consumo excesivo de
yodo y el aumento de ciertas enfermedades tiroideas autoinmunes". Sin
embargo, en países donde hay carencia de yodo todavía se observan casos
de bocio endémico (crecimiento tiroideo que afecta a poblaciones
enteras en una misma región o país). Esto ocurre porque la glándula
tiroidea requiere de yodo para producir hormona tiroidea. Desde la
década del 60, en Chile y en otras partes del mundo, se adiciona yodo a
la sal común como una medida preventiva de salud pública. Ello ha
permitido prácticamente reducir la incidencia de bocio e hipotiroidismo
endémico en muchas partes del mundo. Junto con esto se ha observado una
disminución en la incidencia de cáncer indiferenciado de tiroides que
en general es un tumor más grave y agresivo que el cáncer diferenciado
más común. En cierta forma el yodo parece reducir la agresividad de los
tumores tiroideos malignos. Afortunadamente la mayoría de los cánceres
tiroideos actuales son diferenciados y en general tienen buen
pronóstico si son bien tratados.
Por otra parte se piensa que "la mayor accesibilidad a métodos
diagnósticos modernos como la ecotomografía tiroidea y exámenes
hormonales específicos pueden explicar en alguna medida este aumento
de prevalencia", señala el especialista. Por este motivo el uso de
estos métodos diagnósticos debe ser aplicado con buen criterio y juicio
médico.
Aunque no hay estadísticas globales sobre la prevalencia
enfermedades tiroideas en Chile, algunos investigadores han
demuestrado aumento de la frecuencia del hipotiroidismo en ciertos
pacientes como adultos mayores, consultantes de enfermedades
psiquiátricas, en diabéticos tipo 1 (insulino-dependientes) o en
portadores de enfermedades reumatológicas autoinmunes como lupus
eritematoso y artritis reumatoidea.
También, se ha observado un aumento de la frecuencia del
hipotiroidismo materno, especialmente en las primeras semanas del
embarazo. Esta condición debe ser tratada precozmente para evitar los
trastornos que produce el déficit de hormona tiroidea en el desarrollo
neuro-psicológico en los hijos de estas mujeres.
Según estadísticas internacionales, la prevalencia de hipotiroidismo
en la población general puede ser cercana al 2-3% de la población
adulta. Si se agrega el hipotiroidismo subclínico, aquel que no se
presenta con los síntomas clásicos, puede alcanzarse una prevalencia
aún mayor, cercana al 6-8%. Claramente la incidencia aumenta en mujeres
que en hombres y en ciertos grupos como adultos mayores, pacientes con
genopatías (Síndrome de Down) y pacientes portadores de otras
enfermedades autoinmunes.
La tiroides es una glándula endocrina, situada justo debajo de la
manzana de Adán junto al cartílago tiroides y sobre la tráquea. Cumple
una función esencial en nuestro organismo pues regula el metabolismo
del cuerpo, es productora de proteínas y regula la sensibilidad del
cuerpo a otras hormonas. Por lo tanto, un mal funcionamiento de dicha
glándula dará siempre lugar a diversos problemas que nos obligarán a
seguir un tratamiento.
Cuando los pacientes no son tratados a tiempo pueden aparecer
síntomas que van afectando el rendimiento físico e intelectual, aumenta
la velocidad de envejecimiento y la calidad de vida. Inicialmente estos
cambios pueden ser imperceptibles y pueden confundirse con otros
trastornos como la depresión, la fatiga y el estrés. En casos de
hipotiroidismo avanzado aparecen alteraciones de la piel como palidez,
engrosamiento y sequedad, uñas quebradizas, tinte amarillento y caída
del cabello. También aparecen trastornos metabólicos como una mayor
dificultad para bajar de peso, retención de sal y agua, disminución de
fuerzas musculares y aumento de grasas circulantes como colesterol y
triglicéridos.
Por otra parte el hipertiroidismo produce síntomas opuestos al
hipotiroidismo. Entre estos destacan el nerviosismo, la sensación
exagerada de calor, el temblor de extremidades y la baja de peso con
apetito conservado.
Cuando la enfermedad es severa se pueden producir síntomas
neurológicos como la desorientación en tiempo y/o espacio, la pérdida
de memoria y diversas alteraciones cognitivas.
En el hipotiroidismo severo se producen trastornos de la función
cardíaca, digestiva y respiratoria. De no ser tratado el hipotiroidismo
puede llegar a situaciones extremas como el "coma mixedematoso" que se
caracteriza por un estado de inconsciencia, hipotermia y severa
alteración respiratoria.
En el hipertiroidismo severo puede ocurrir la llamada "crisis
tirotóxica", que es una condición extrema de hipertiroidismo en que el
paciente sufre gran agitación psicomotora, desorientación, hipertermia
y arritmia.
En los casos más severos estas condiciones son difíciles de tratar y pueden llegar a causar la muerte del paciente.
Respecto al tratamiento, el Dr. Liberman afirma que "la levotiroxina
sódica (Eutirox®) es un medicamento hecho a base de hormona tiroidea
sintética. En general debe ser indicado por un médico entrenado en el
diagnóstico y manejo del hipotiroidismo. Habitualmente es necesario
realizar exámenes hormonales previos al inicio de la terapia, esto con
el objetivo de documentar bien la enfermedad ya que habitualmente el
tratamiento es para toda la vida. La respuesta terapéutica generalmente
es buena; en un período variable de semanas o meses se observa una
notoria mejoría de los síntomas del hipotiroidismo. Siempre es
necesario considerar las condiciones individuales de cada paciente y
las enfermedades concomitantes que presenta, esto para prevenir efectos
secundarios del medicamento. Por otra parte el hipertiroidismo puede
ser tratado con otros fármacos como el propiltiouracilo, metimazol y
carbimazol. El tratamiento definitivo de la enfermedad habitualmente es
el yodo radioactivo y en algunos casos la cirugía tiroidea. La elección
de la terapia debe ser hecha por un endocrinólogo, que es el
especialista que estudia estas patologías". Comentarios reservados a usuarios registrados. Por favor ingrese al sistema o regístrese. Powered by AkoComment! |