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| La importancia de hacer prevención |
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| Diario Actualidad | ||
| lunes, 08 de febrero de 2010 | ||
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Es la primera causa de muerte en el mundo, y la Argentina no es la excepción. Tampoco General Villegas, donde cada vez más gente muere, por ejemplo, de un infarto. No es una sensación, es una realidad. Pero existe la forma de prevenirlo si cambiamos algunos hábitos de nuestra vida cotidiana. No es tan difícil, basta con pensar que siguiendo ciertas recomendaciones tendremos un corazón más sano. De estos aspectos y otros, necesarios y útiles para nuestra salud, habló con Actualidad la cardióloga Alejandra Avalos.
Además,
se calcula que en 2025 morirán cerca de 20 millones de personas por esta causa,
sobre todo por cardiopatías y accidentes vasculares cerebrales, y se prevé que
sigan siendo la principal causa de muerte.
La
doctora Alejandra Avalos, cardióloga, fue consultada por Actualidad
para especificar las medidas preventivas que puedan modificar estos
resultados.
- ¿Es una sensación o cada vez más personas mueren a causa de enfermedades cardiovasculares? - No es sólo una sensación, porque la
primera causa de muerte en nuestro país es este tipo de enfermedades. Entre
ellas el infarto y otras cardíacas y vasculares, accidentes cerebro vasculares,
enfermedades de la aorta, aneurisma de aorta, toráxicas, abdominales, renales, y
también secundarias a la arteria renal, enfermedades de miembros inferiores.
Todo
esto hace que la enfermedad cardiovascular sea una de las principales causas de
muerte a nivel mundial por sobre otras, como el cáncer, los accidentes, complicaciones
respiratorias; y la
Argentina no es la excepción. El porcentaje es altísimo: de
cada tres muertos, uno falleció por esta causa.
- ¿Qué estamos haciendo mal? Esto tiene
que ver con lo que sucede en el país, no sólo en nuestra ciudad. Argentina está
entre los diez países del mundo que más mortalidad cardiovascular tiene. Lo que
falta es infraestructura donde se pueda informar a la gente y así generar
prevención primaria, además de fallar la formación cultural, en lo que se
refiere a la concientización de una adecuada alimentación y los daños que
provoca el cigarrillo, por ejemplo, porque este es uno de los factores de
riesgo más importantes dentro de las enfermedades cardiovasculares. Argentina
empezó a hacer prevención en el 2005, entonces tenemos muy poco tiempo de
aprendizaje. Estamos 20 años atrasados en lo que se refiere a prevención.
- ¿Como se previenen estas enfermedades? - La
mejor forma es brindándole información al paciente, porque con disponer de
infraestructura de alta complejidad no alcanza, el proceso queda incompleto, y si
no se cumplen todos los pasos previos no resulta.
Nosotros
transferimos, informamos, pero no hacemos; la gente no se concientiza y a veces
sólo con pocos cuidados llevados a la práctica se logra revertir la situación,
y tendríamos una mejor prevención cardiovascular.
Hay ciertos pasos que deberíamos tener en cuenta para tener una mejor prevención. Los factores de riesgo son: - El
cigarrillo: las personas que fuman tienen mayor riesgo cardiovascular, sin
importar la cantidad de cigarrillos que fumen, incluso los que están expuestos sólo
al humo, que serían los fumadores pasivos.
- La presión arterial: el 36% de los argentinos son hipertensos, la mitad no lo sabe, y el 20 % está mal medicado. - Colesterol alto: el 22% de las personas tiene este nivel desde jóvenes, debido a una mala alimentación y hábitos erróneos, y como esta generación en general no se hace controles, desconocen la problemática y no se tratan, además son enfermedades que a veces no presentan síntomas. - Índice de masa corporal: es un valor que resulta de calcular una proporción entre el peso del cuerpo por el cuadrado de la altura; si el valor determinado pasa de 25 existe mayor causa de mortalidad cardiovascular. De 5 personas, 3 tienen sobrepeso, padecimiento que a su vez trae otras enfermedades aparejadas, como diabetes, colesterol, hipertensión; situación que se transforma es un círculo vicioso. - Inactividad: hacer actividad física hace que se aumente el colesterol bueno, disminuye el malo y controla la presión arterial; y es fundamental para los pacientes diabéticos. Se aconseja caminar 30 minutos diarios a moderada intensidad. - Alimentación: la falta de tiempo o la falta de recursos hace que comamos mal. Debemos incorporar verduras, frutas, no tanta carne roja, algo de pescado o pollo; reducir la cantidad de sal o evitarla, así como los productos elaborados o enlatados que tienen conservantes, aditivos. Limitar la ingestión de quesos, fiambres, embutidos con alto contenido de grasa; incorporar fibras? Y debemos prestar atención a la cantidad de sodio que contengan todos los alimentos. En
cuanto al alcohol, lo recomendado es 60 gramos en el hombre y 35 en la mujer,
medidas que equivaldrían a un vaso en el hombre y medio en la mujer. Se sugiere
vino tinto, ya que actúa en el organismo
como antioxidante. Pero si se excede en el consumo, además de aumentar la
hipertensión se pueden generaran problemas hepáticos.
- Algunas personas toman mucha medicación por diversos problemas, ¿cómo evitar llegar a esa instancia? - Hay una etapa donde uno puede
controlar con medidas higiénico-dietéticas los factores de riesgo. Pero las enfermedades
de las que hablamos son crónicas y dinámicas, porque son para toda la vida y avanzan.
La medicación no controla o detiene la enfermedad si el paciente no colabora,
ya que la grasa y el colesterol se concentran en las arterias cerebrales,
renales, cardíacas, y miembros inferiores, generando enfermedades.
- Las enfermedades cardiovasculares, ¿a qué edad se producen generalmente? - En el último tiempo sucede más
comúnmente en personas de entre 50 y 60 años. Hay más gente obesa y a la que le
resulta muy difícil cambiar sus hábitos, por ejemplo el de fumar, sobre todo a
esa edad. Hay además otros factores: el stress, el estilo de vida que llevamos?
todo junto hace que se produzcan estos desencadenantes.
- ¿Por qué en la actualidad se ven más estos casos? - Porque siguen fallando todos los
mecanismos a nivel país: la política, la economía? Los medios de comunicación
difunden la información, pero llevamos 20 años de atraso en ese sentido. Somos
un país subdesarrollado. La Organización Mundial del Corazón intenta frenar
un poco la idea de que las muertes por problemas cardiovasculares son una
sensación, teniendo en cuenta que este tipo de enfermedades hace que nuestro
índice de mortalidad sea uno de los más altos. Es un proceso largo que empezó
hace poco tiempo. Esperamos que la generación que nos sucede revierta en algo
la situación, aunque se espera que para el 2025 el porcentaje de diabéticos sea
tan alto que las enfermedades cardiovasculares van a subir.
- ¿A qué edad es recomendable comenzar a controlarse a través de la consulta médica? - Depende de los antecedentes familiares
y de los factores de riesgo que se tengan. Se deben hacer estudios clínicos con
los médicos de cabecera, y éste evaluará si es necesario hacer controles
cardiovasculares. Deberían ser habituales a partir de los 40 años y tendría que
ser anual como cualquier control, para detectar precozmente enfermedades de
este tipo.
- ¿Ante que síntomas uno debe estar atento o alerta? - Depende de muchos factores. La idea
no es generar una psicosis, sino un control, una prevención. Los síntomas son
varios: fatiga, dolor de pecho, falta de aire, palpitaciones, mareos; pero hay
que corroborar que sean realmente factores de riesgo, cuestión que
diagnosticará el médico clínico como primera instancia.
La cardióloga mantiene la esperanza de que el cambio se vea en las próximas generaciones, y que todo lo que se haga para prevenir resulte. También destacó la importancia de que los médicos le dediquen tiempo a sus pacientes, "porque información y prevención van de la mano. Y debemos estar capacitados y actualizados para hacerlo, ya que los valores van cambiando. Prevenir significa disminuir las posibilidades de determinados riesgos, y esto tiene que ver con cargas genéticas, factores determinantes que provocan enfermedades cardiovasculares". "La idea es modificar determinadas conductas para llevar una vida normal, con algunos límites. Los profesionales debemos brindar los recursos específicos, dar pautas claras para mejorar la calidad de vida de quienes nos consultan, y ofrecerles la posibilidad de la interdisciplinariedad; es decir, proponerles el encuentro con otros especialistas, terapistas, nutricionistas, etc., para que lo acompañen en este proceso", sostuvo por último.
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