Los denominados "ejes de salud", anunciados ayer por el ministerio del ramo contienen algunas exageraciones y omisiones.
Mejorar los recursos humanos, la provisión de medicamentos y la
infraestructura no son en realidad ejes, o prioridades, por cuanto su
contrario no es imaginable, ningún gobierno buscaría lo contrario, al
menos en enunciados.
Decir que se ejecutó más obra que en los últimos 40 años parece
claramente una exageración, si se considera que dentro de ese periodo
se construyó el nuevo hospital Perrando, salvo que las obras se cuenten
por unidad, y sea lo mismo un hospital de 10 camas, que uno de 400.
Se dice asimismo que se buscaría reducir los índices de desnutrición y
de mortalidad infantil y materna. No se trata en realidad de índices,
sino de tasas, y sería más interesante en todo caso reducir la
mortalidad infantil no sólo por debajo del año, sino también después,
aunque esas muertes no entren en las tasas que se difundieron hace
pocos días.
La tasa de mortalidad infantil baja en Argentina desde hace cincuenta
años, en forma lenta pero sostenida, lo mismo en el Chaco, donde la
tasa de 120 por mil de hace cuarenta años, es ahora seis veces
inferior. Esta baja se produjo con independencia de que gobernaran
militares o políticos, de izquierda o de derecha, peronistas o
radicales, y con la misma tendencia, una vez corregidas las pequeñas
variaciones, que en general se deben a amnistías que permiten registrar
niños nacidos en años anteriores, sin pagar las multas previstas por la
ley.
Sin embargo, salvo alguna que otra excepción, ningún gobierno dejó de
anunciar las bajas, atribuidas a "nuestra acertada política", "nuestra
preocupación por la niñez", o frases similares. Eso, si, como es obvio
la comparación se hará solo el año anterior, o un periodo más corto
aún, ya que un plazo más largo, haría la diferencia mucho menos
visible. Si la variación es negativa no se informa.
Nada se dice del seguro provincial de salud, que anteriores gestiones
ministeriales de este mismo gobierno aseguraron sería un objetivo
importante, y que sería una definición importante, por cuanto acabaría
con la dualidad del sistema de salud, que implica que cualquier mejora
de uno de los subsectores repercute negativamente en el otro.
Tampoco se menciona la prioridad, en términos de distribución de
presupuesto, que se daría a las acciones preventivas, y tampoco se hace
ninguna precisión sobre la descentralización de los hospitales,
prevista en el decreto de Hospitales de Autogestión, al que la
provincia adhiriese años atrás, sin realizar avances concretos en ese
sentido. Seguro de salud para los que no lo tienen, y descentralización
hospitalaria parecen ejes más importantes de una política, que
gestiones para insumos, otro de los ejes enunciados.
Es una muy buena noticia, el envío de una ley sobre Carrera Sanitaria.
Esta noticia podría estar vinculada al anuncio hace un par de días de
un convenio de la Escuela de Gobierno con la empresa-instituto
universitario ISALUD, de un ex ministro nacional de salud y actual
embajador político en Chile y podría pensarse que se dará al personal,
sobre todo jerárquico, la posibilidad de capacitarse allí antes de
realizar los correspondientes concursos.
Es claro que entre sanción, capacitación, y concreción pasaran muchos
meses, y los beneficios de esta medida serán para el próximo gobierno,
así como los costos de pasar a planta varios miles de contratados, y
siempre habrá mal pensados que dirán que será una forma de dejar
atornillados en sus cargos a los actuales funcionarios y dejar facturas
a pagar.
Dado que las universidades no pueden expedir títulos fuera de sus sedes
naturales, para lo cual son acreditadas por la Comisión Nacional de
Evaluación y Acreditación Universitaria faltarían precisiones sobre
este aspecto, o quizás se piense en que los interesados puedan
capacitarse en la sede en Buenos Aires, aunque esto pueden hacer sin
necesidad de convenios. Quizás habrá becas?
El convenio con ISALUD da marcha atrás con la decisión de la anterior
ministra Ocaña, de hacer sólo convenios en salud con universidades
públicas, no con privadas, como en épocas del ministro embajador y
empresario universitario.
Aunque son obvias, creo, las razones por las cuales no se realizan
convenios con la Universidad Nacional del Nordeste, que posee carreras
de administración, así que habrá que pensar que otro eje importante
será hacer convenios con universidades políticamente afines, y dada la
continua presencia en los medios de la dirigencia opositora en dobles
roles, quizás sea entendible. En familia finalmente uno se entiende
mejor. Ese parece otro eje, que todos practican, y aunque lo prohíba la
ley de ética pública, y vulnere la decencia más elemental.
Alfredo Zurita. Profesor Titular de Salud Pública. Facultad de Medicina. UNNE
Powered by AkoComment! |