Un nuevo estudio médico señala cuánto ejercicio necesitan las mujeres para adelgazar a medida que envejecen, y... es mucho.
Al menos una hora de actividad moderada diaria es necesaria para las
mujeres maduras con un peso saludable y que no están a dieta. Para
aquellas que ya tienen sobrepeso, es decir la mayoría de las
estadounidenses, necesitan todavía más ejercicio para no engordar sin
tener que comer menos, según los resultados del estudio. "Todos
debemos trabajar en ello. Si fuera fácil ser delgado todos estaríamos
así", dijo John Foreyt, experto de la medicina del comportamiento que
revisó el estudio pero no estuvo involucrado en su elaboración. Una
caminata veloz, andar en bicicleta relajadamente o el golf son ejemplos
de ejercicio moderado, pero no hay que arrojar la toalla si no se
pueden realizar esas actividades al menos una hora cada día, pues un
poco de ejercicio es bueno para la salud, aún y si este no adelgaza al
que lo practica, según los investigadores. Los resultados del
estudio se basaron en el seguimiento a 34,079 mujeres de unos 50 años
durante cerca de 13 años. La mayoría no estaba en una dieta para reducir
el consumo de calorías. Durante el estudio las mujeres aumentaron un
promedio de casi 2,72 kilos (seis libras). Aquellas que comenzaron
con un peso saludable, es decir con un índice de masa corporal menor a
25, y que aumentaron un poco o nada de peso durante el estudio solían
realizar el equivalente a una hora de actividad moderada diaria. El
detalle es que muy pocas mujeres, sólo el 13% estaban dentro de esta
categoría. Otras pocas ya tenían sobrepeso y realizaron esa
cantidad de ejercicio pero los resultados sugieren que eso no fue
suficiente para evitar que subieran de peso. Los resultados son
similares a lo que muchas mujeres estadounidenses de esa edad saben por
su propia experiencia. "Es extremadamente frustrante y te deja el
ánimo por los suelos", dijo Janet Katzin, de 61 años, una directora de
mercadeo "ligeramente pasada de peso" de Long Island que hace ejercicio
una hora, dos veces a la semana. Katzin era delgada cuando más
joven, pero los kilitos comenzaron a llegar cuando tuvo a sus dos hijos
en la década de 1980, a pesar de hacer ejercicio y cuidar su
alimentación. El estudio está incluido en la edición del miércoles
del Journal of the American Medical Association. En la investigación
sólo participaron mujeres, así que los investigadores de los hospitales
Brigham y de la Mujer de la Universidad de Harvard dijeron que no se
podría afirmar si también serían similares en los hombres. La
investigación "refuerza de forma clara la idea de qué tan difícil es
mantener un peso saludable en nuestra sociedad", dijo Foreyt, del
Colegio de Medicina Baylor en Texas. El estudio también señala
hechos inevitables sobre el envejecimiento. Los hombres y las mujeres
suelen aumentar de peso, en parte porque sus metabolismos se vuelven más
lentos, pero quizá mayormente por la tendencia natural de la gente a
volverse más sedentaria sin cambiar sus hábitos alimenticios, dijo la
doctora I Min Lee, principal autora del estudio. Otro de los
factores son los cambios hormonales en la menopausia que vuelven a las
mujeres más propensas a aumentar de peso, especialmente cerca del
abdomen. Las mujeres que no quieren realizar mucha actividad
física necesitan reducir el consumo de calorías para evitar subir de
peso, pero Lee dijo que lo deben hacer de una forma razonable, no con
dietas drásticas condenadas al fracaso. A pesar de eso la médica
enfatizó que los beneficios del ejercicio van más allá de lo que vemos
en el espejo, pues ayudan a mantener un corazón saludable y a
protegernos contra enfermedades crónicas, incluso si no son suficientes
para bajar de peso.
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