Cuando son crías, los pinzones cebra disponen de un 'tutor de canto' que
les enseña las nociones básicas del canto. Poco a poco, estas pequeñas
aves van dejando atrás los balbuceos hasta que son capaces de reproducir
esa melodía de una manera más refinada y, más tarde, enseñarla a su vez
a sus crías. Todo este sistema de aprendizaje, sorprendentemente
parecido al humano, está guiado por unos 800 genes que ha sido posible
desentrañar gracias a la secuenciación de su genoma.
El que acaba de publicar la revista 'Nature' es el segundo genoma aviar que se conoce,
tras el del pollo. Sin embargo, como resume uno de los investigadores
españoles que ha participado en el hallazgo, Carlos López-Otín, "el
del pinzón cebra no es un genoma más". Conocer las claves de
su canto podría servir en el futuro para estudiar mejor patologías
humanas relacionadas con problemas de comunicación, como el autismo, el
Alzheimer o los tartamudeos.
De hecho, este pequeño pajarillo de origen australiano, conocido como
el 'diamante mandarín' en las pajarerías (y como 'Taeniopygia guttata'
en los libros de Zoología), es un viejo aliado de los neurobiólogos, que
lo estudian desde hace 40 años por sus similitudes con el
aprendizaje humano del lenguaje. Ahora, la colaboración de 20
laboratorios internacionales, entre ellos el de López-Otín en la
Universidad de Oviedo, ha permitido descifrar el llamado 'libro de la
vida', los más de 18.000 genes que componen su genoma (un tercio más
pequeño que el humano).
De ellos, los investigadores (coordinados desde la Universidad de
Washington por Wesley Warren) han centrado su atención en los más de 800
genes que modifican su expresión durante el proceso de aprendizaje y
comunicación vocal. "Estudiando las aves en distintas fases [tomando
muestras cerebrales y también con experimentos 'in vivo'] vimos que
éstos son los genes que se modifican durante el canto", explica el
investigador español, Premio Nacional de Investigación 'Santiago Ramón y
Cajal' en 2009.
Lenguaje humano
Lo curioso es que para cada uno de ellos existe un 'equivalente' en
el genoma humano, donde otros casi 1.000 genes son responsables de
nuestro proceso de adquisición del lenguaje y verbalización. "Esto es
sólo el principio", reconoce con cautela el investigador ovetense, "pero
comparando la información de ambas especies podríamos saber qué genes
están alterados en individuos con autismo u otros trastornos del
lenguaje". De momento, sólo saben que estos genes son los que sufren
modificaciones en este proceso, "pero no podemos decir cuáles son los
más importantes".
Además, habrá que comparar también su genoma con el de la otra
especie aviar secuenciada, el pollo (incapaz de aprender a cantar), para
ahondar en las claves genéticas que determinan la comunicación
verbal de las aves. En el caso del pinzón cebra (que toma su
nombre de las franjas blancas y negras de su pecho), sólo los machos
aprender a cantar (para atraer a sus compañeras de apareamiento);
mientras que las hembras tienen la capacidad de aprender pero no la de
vocalizar sonidos tan elaborados como las melodías de sus compañeros.
"Esta especie es la 'rata blanca' de los pájaros", explica a
ELMUNDO.es Diego Gil, investigador experto en canto del Museo de
Ciencias Naturales del Consejo Superior de Investigaciones Científicas
(CSIC), "porque se cría muy fácilmente en cautividad y tienen la
peculiaridad de que aprenden el canto de un modelo adulto, que no
necesariamente tiene que ser el padre". A su juicio, este experimento
permitirá seguir ahondando en la neurogénesis de estos animales y en su
plasticidad cerebral.
Entre los científicos españoles que también han participado en esta
secuenciación se encuentran Víctor Quesada, Gloria Velasco y Xosé
Puente, del Instituto de Oncología de Oviedo, y que también han
contribuido junto López-Otín al estudio de los genomas del humano, el
chimpancé, el ratón y la rata. "Todos estos trabajos previos forman
parte de nuestro 'entrenamiento' para poner en marcha nuestra
contribución a la secuenciación del genoma del cáncer humano, que es el
objetivo fundamental de nuestro grupo", apunta el catedrático de
Bioquímica. Indirectamente, y dentro de muchos años, es probable que los
pacientes con cáncer tengan algo que agradecerle al canto del pinzón
cebra. Comentarios reservados a usuarios registrados. Por favor ingrese al sistema o regístrese. Powered by AkoComment! |