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Las autoridades nacionales aconsejaron ayer que no se use un implante mamario de alto riesgo. Se calcula que, en Argentina, alrededor de 13.500 mujeres possen una prótesis de una marca de origen francés, que al parecer se rompe más rápido por su baja calidad de fabricación.

La prótesis pertenecerían a la firma Poly Implant Prothése (PIP) y fue prohibida en Francia al haberse detectado que utilizaban un gel distinto al que había sido aprobado originalmente.

Verificaciones

"La Administración Nacional de Alimentos, Medicamentos y Tecnología Médica (Anmat) está analizando la situación, para ello solicitó información a la Institución Reguladora de Productos Médicos de Francia y a la brevedad dará una respuesta definitiva sobre el tema", señaló un comunicado difundido ayer por las autoridades del organismo que depende del Ministerio de Salud de la Nación.

No obstante, el organismo oficial instó a la población y a los profesionales de la salud que se abstengan de usar las prótesis mamarias de silicona de esa marca.

En Marsella, la compañía PIP está acusada de prácticas delictivas, se encuentra en quiebra judicial, sus 100 empleados fueron despedidos y todo sus locales permanecen cerrados.

Según informó la prensa europea, la Agencia Francesa de Seguridad Sanitaria de Productos de Salud suspendió -de inmediato- el permiso de comercialización de las prótesis PIP. La decisión se adoptó luego de que se constató un aumento "significativo" de reclamos por roturas de la cubierta de la prótesis. (DyN)

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