Recientes datos suministrados por el Ministerio de Salud Pública de la
Provincia en relación al estado nutricional de pacientes pediátricos de
la Zona Centro confirman la advertencia realizada en 2006 por la
Sociedad Argentina de Pediatría al respecto de las consecuencias del uso
de curvas de crecimiento internacionales en reemplazo de las
nacionales: la disminución del 50 % de la prevalencia de niños de 6
meses a 5 años con desnutrición global en las estadísticas oficiales.
Esto significa que la mitad de los niños que con las tablas de medición
de origen nacional – confeccionadas por la SAP, que se utilizaron en el
país desde 1987 a 2007- ingresaban a las estadísticas con grados de
Desnutrición III, con las nuevas tablas de la Organización Mundial de la
Salud (OMS) – pensadas para la medición de chicos que habitan en
condiciones socioeconómicas y ambientales del Primer Mundo – hoy pasan a
los registros como “Bajo Peso” o “Riesgo de Bajo Peso”. Desapareció
incluso, la denominación “desnutrición”, y de este modo se obtienen
estadísticas favorables que luego se utilizan como pretexto por ejemplo,
para el desmantelamiento de unidades especiales para desnutridos en los
hospitales públicos, como ocurriera recientemente en el Samic Oberá.
Para comprender mejor las radicales y cuestionadas
modificaciones en la aplicación de curvas de medición del crecimiento
infantil y sus consecuencias en Misiones, a continuación se brinda un
panorama técnico a cargo de especialistas que abordaron esta temática
incluso en ámbitos oficiales de la Salud Pública argentina.
Extranjerización
de las curvas de crecimientoEn octubre de 2007, a través de la
Resolución Ministerial 1376/07, el Ministerio de Salud Pública adoptó
las nuevas curvas de crecimiento de la Organización Mundial de la Salud
para el seguimiento de los niños, desde el nacimiento y los 5 años de
edad, en reemplazo de las anteriores, que se usaron durante los últimos
20 años. Previamente, pediatras, nutricionistas y especialistas de todo
el país sostuvieron un arduo y complejo debate acerca de esta
modificación. Surgieron así, voces críticas que presagiaban algunos
impactos negativos que tendrían la aplicación de estas curvas
internacionales en reemplazo de los parámetros históricos de la Sociedad
Argentina de Pediatría. En este contexto, ya en octubre 2006, la
Dirección Nacional de Salud Materno Infantil emitió un documento dónde
advertía las “Consecuencias para la salud pública argentina de usar las
curvas de crecimiento de la OMS”. En este texto – dónde se exponen
incluso cuadros comparativos de uno y otro método de medición
antropométrica – se explicita que “existirá disminución del 50 % de la
prevalencia de niños de 6 meses a 5 años con desnutrición global (peso
para la edad por debajo de los percentilos 3 y 10), aumento del 75 % de
la prevalencia de niños de 6 meses a 5 años acortados y aumento del 125 %
de la prevalencia de obesidad”.
La Federación
Argentina de Medicina General advirtió entonces que “Si bien las curvas
parecen similares, en menores de 6 meses los parámetros aumentan hasta
600gramos en comparación con las locales pero a los 21 meses esa
tendencia en totalmente inversa , siendo en 600 gramos menores las de
las OMS. A los 5 años , en cuanto el peso , las tablas de la OMS es
menor que las locales en 250 gramos en niños”.
Para
mayor claridad, la encargada del puesto de salud de Puerto Azara –
poblado misionero con histórica alta incidencia en desnutrición infantil
– María Alvez, graficó que “lo que sucede es que desde que cambiaron
las curvas, la mayoría de los chicos que antes figuraban como
desnutridos hoy son chicos normales para las estadísticas. Entonces
pierden el derecho a recibir asistencia como por ejemplo leche y hierro,
por supuesto también quedan marginados de tratamientos especiales, y es
así como en vez de solucionarse el problemas de la desnutrición, se
expande, pero las estadísticas son muy lindas”.
Por su
parte, la Myriam Tonietti, de la Sección Nutrición y Diabetes del
Hospital de Niños “Ricardo Gutiérrez, señaló que “La principal debilidad
de estas nuevas curvas es que están limitadas a los primeros 5 años y,
evidentemente, se necesitará poder expandirlas a los niños mayores. Con
la utilización de las curvas de la OMS, luego de los 6 meses de edad, la
frecuencia de bajo peso nacional sería inferior al estimado por las
actuales curvas nacionales, en tanto las frecuencias de baja talla y
sobrepeso serían mayores”.
En Misiones, el Ministerio de
Salud Pública de la Provincia reconoció que el uso de las curvas de la
OMS trajo aparejado la disminución estadística – pero no la real – de
desnutridos pediátricos: “Respecto a los resultados obtenidos a partir
del uso de las graficas de la OMS en la provincia , existen una
disminución de los niños anteriormente evaluados con desnutrición global
, pero también hay un aumento de Baja Talla lo que nos infiere a
reforzar aún mas las acciones para la atención de los niños en los 2
primeros años de vida” señala el organismo provincial en su página web.
Mala palabra: desnutrición
El cambio en la forma de
medir el crecimiento de los niños de 0 a 5 años implementado desde 2007 a
esta parte también cambió la denominación de los estados nutricionales
que surgen de esas mediciones. Con el anterior sistema, se utilizaban
las clasificaciones: Eutrófico , Desnutrido Agudo I , Desnutrido Agudo
II , Desnutrido Agudo III, Desnutrido Crónico , Sobrepeso.
Actualmente las denominaciones son: Eutrófico o Normal, Riesgo
Nutricional, Bajo Peso , Baja Talla , Sobrepeso y Obesidad.
Cambian los números, la desnutrición persiste
En nuestra
provincia, la inclusión de las curvas de medición de la OMS en remplazo
de las de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) que se usaron desde
1987 a 2007, redundaron en nuevas estadísticas que logran hacer posible
una realidad numérica donde prácticamente no existe el problema de la
desnutrición infantil.
Recientemente, el Ministerio de
Salud Pública de la Provincia brindó cifras concernientes al estado
nutricional de pacientes pediátricos atendidos en el Hospital Samic
Oberá. La difusión de dichas estadísticas se hizo en paralelo con la
justificación del cierre de la Unidad de Recuperación Nutricional
“Creciendo Juntos”, que funcionó durante 14 años en este nosocomio.
Según los datos suministrados entonces, se desprende que de
acuerdo a las consultas mensuales realizadas en el Samic Oberá en los
últimos meses habría un 10% de pacientes con Riesgo de Bajo Peso y un 6,
66% de pacientes con Bajo Peso (obsérvese que no se mencionan
desnutridos de ningún grado ni tampoco niños con riesgo de
desnutrición). Y según la Base de Datos del Programa Plan Nacer de los
departamentos de 25 de Mayo, Cainguás y Oberá existirían 1118 niños con
Riesgo de Bajo Peso sobre un total de 12.428 niños controlados, es decir
un 9, 38% (aquí ni siquiera se mencionan niños con Bajo Peso).
A la hora de comparar los cambios en las estadísticas entre la
forma tradicional y la nueva forma de medir el crecimiento, los datos
oficiales para toda la provincia (basados en la Encuesta Nacional de
Nutrición y Salud) indican que un 7, 7% de los niños sondeados en
Misiones presentaban Bajo Peso con la curva de la SAP. Con la nueva
curva, este porcentaje disminuyó a 3,3%, es decir, un 50% menos, tal
cual lo presagiaron los especialistas previo al cambio en las curvas.
Pese a ello, los datos de la última Encuesta Nacional de
Nutrición y Salud, señalaron a Misiones como la provincia con más altos
índices de desnutrición crónica y bajo peso de todo el país. En cuanto a
desnutrición aguda, Misiones figuró cuarta detrás de sólo tres
provincias con índices más desfavorables: Mendoza, Buenos Aires y San
Juan.
Esa misma encuesta, reveló además que Misiones
es la segunda provincia – detrás de Chaco - con mayor prevalencia de
anemia por deficiencia de hierro en menores de 2 años, con un índice de
55%.
También existe un estudio realizado por las
Naciones Unidas entre enero y febrero de 2005 en Oberá, Posadas, Puerto
Esperanza y Montecarlo. Este estudio abarcó exclusivamente a niños de
entre 0 y 5 años. Reveló un 84% de niños con problemas de alimentación; 2
de cada diez niños con desnutrición severa; 1 de cada 10 con problemas
de crecimiento irreversible; 80% sin aportes de calcio suficientes; 88%
sin cobertura médica; 5% con malformaciones y un 60% con trastornos
evolutivos. También se sondeó a embarazadas de entre 10 y 49 años, entre
las que se observó un 85% con ingresos inferiores a la canasta básica.
El Centro Para la Implementación de Políticas Públicas para la
Equidad y el Crecimiento (CIPPEC) recomienda para Misiones “considerar
para revertir esta situación el fortalecimiento de las capacidades de
los Centros de Atención Primaria de la Salud (CAPS) como lugar apropiado
para mejorar el nivel de las familias en la definición y asunción de un
rol activo y responsable en la práctica de la nutrición. Para ello, los
CAPS deberían contar con equipos interdisciplinarios compuestos por
pediatras, nutricionistas, trabajadores sociales, psicólogos y
enfermeras”.
La concepción y uso de tablas de
crecimiento (*)
El estudio de la OMS plantea la
existencia de dos tipos de tablas para la evaluación del crecimiento:
referencias y estándares. Las primeras (referencias) se confeccionan con
amplios sectores de la población sana de un país; son las muestras
utilizadas para la confección de las tablas argentinas (y las usadas
también para las tablas nacionales del Reino Unido, Francia, Venezuela,
etc.). Estas muestras son representativas de un espectro amplio de la
población (y no de un grupo altamente seleccionado).
Estas
tablas nacionales tienen, consecuentemente, un carácter descriptivo; es
decir, muestran o describen la forma en que crece la mayoría de los
niños sanos de un país, entendiendo por sanos, la ausencia de
enfermedades especificas y de condiciones manifiestamente adversas al
crecimiento.
Por el contrario, las tablas de la OMS
(estándares) fueron confeccionadas a partir de una muestra altamente
seleccionada de la población de seis países, con niños que crecen en
óptimas condiciones de salud y atención, en un medio socioeconómico y
condiciones ambientales altamente favorables. Estos estándares tienen un
carácter prescriptivo, es decir, muestran que los niños deben crecer de
esta manera.
Las curvas de la OMS no muestran, estrictamente
hablando, el crecimiento de niños alimentados a pecho solamente,
muestran las curvas de niños altamente seleccionados, alimentados según
recomendaciones de la OMS, de un nivel socioeconómico alto, que vive en
condiciones medioambientales muy favorables, con madres no fumadoras y
un control sanitario regular y periódico. La caída pondoestatural que
muestran los niños alimentados a pecho a partir de los seis meses, se
debe seguramente a la alimentación. Pero los pesos y tallas más altos
que los de otros países que muestran las tablas OMS, en edades cercanas a
los cuatro y cinco años, se deben seguramente al tipo de muestra
altamente seleccionada utilizada y no a la alimentación a pecho.
* Consideraciones del Grupo ad hoc para el análisis de las
tablas de la Organización Mundial de la Salud y su uso en la Argentina. Powered by AkoComment! |