El asma, una enfermedad respiratoria crónica que se caracteriza por la
inflamación de los bronquios, afecta a entre el 5 y el 12% de los
españoles pero sólo uno de cada tres pacientes en este país tiene
controlado este trastorno.
Más de la mitad de los afectados aceptan los síntomas
como parte normal de su vida, según los expertos, pese a que con el
tratamiento y seguimiento correctos es posible el control de esta
patología en la inmensa mayoría de los pacientes.
Bajo el lema "20 años ayudándote a respirar",
Neumomadrid, la Fundación Respira y el Área de Asma de la Sociedad
Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) han animado hoy a
todos los asmáticos a ponerse en tratamiento, con motivo de la
celebración mañana del día mundial de esta patología.
El doctor José Miguel Rodríguez, presidente de
Neumomadrid, ha informado de que el 52% de las personas con asma no son
diagnosticadas y el 47% por ciento de las que sí lo son no tiene un buen
control de esta dolencia.
Aunque la tasa de mortalidad por ella en España ha
bajado de 9,6/100.000 habitantes en 1960 a 2,22/100.000 en el año 2005,
la prevalencia de esta enfermedad ha aumentado en dicho periodo bajo la
influencia de la creciente contaminación ambiental, entre otros
factores.
Carlos Melero, coordinador del grupo de Asma de
Neumomadrid, ha agregado que el asma afecta a 300 millones de personas
en todo el mundo, ocasionando importantes limitaciones a quien la sufre
si no recurre con constancia a los medios existentes para combatirla.
Cuando no se consigue estabilidad en el control del
asma, ha advertido el médico, se aumenta el riesgo de que los pacientes
sufran síntomas más graves, crisis repentinas, hospitalizaciones -cada
día acuden 12.000 enfermos al hospital en Europa por este motivo- o,
incluso, que puedan fallecer.
Tanto Rodríguez como Melero han apuntado algunos
aspectos que deben llevar a los asmáticos, o a los padres de los niños
con este problema, a tomar la decisión de ponerse en manos del médico
para que determine cuál debe ser el tratamiento adecuado.
Ambos se han referido a que es importante estar atentos
a si se experimentan de manera regular síntomas de asma, como ahogo,
pitos, opresión torácica, tos o secreción bronquial.
Otros datos a tener en cuenta son si el paciente tiene
despertares nocturnos -lo que le sucede a la mitad de los afectados al
menos una vez a la semana-, si sufre crisis que requieran
hospitalización, si tiene que recurrir con frecuencia a la medicación de
rescate o si es incapaz de mantener niveles de actividad normales y,
por ejemplo, se ve obligado a faltar al trabajo o al colegio.
Controlar todas las manifestaciones de esta enfermedad,
no sólo los síntomas, es por tanto uno de los objetivos pendientes para
que el paciente asmático pueda llevar una vida normal, ha insistido
Conxi Grau, presidenta de Asmamadrid.
Para ello, ha hecho hincapié en que la vigilancia del
asma debe tener lugar de forma periódica para garantizar el mejor
tratamiento, comenzando por un cuestionario validado científicamente
como es el Test de Control del Asma (ACT) y junto con una espirometría.
El seguimiento de la enfermedad, en opinión de los
doctores, evitaría el abuso de las visitas a urgencias, sobre todo en
los meses de primavera, otoño e invierno, así como los ingresos
hospitalarios por no haber actuado con prevención. Comentarios reservados a usuarios registrados. Por favor ingrese al sistema o regístrese. Powered by AkoComment! |