Rimonabant: nuevo fármaco contra la obesidad ayuda a dejar de fumar |
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El País (informe del Dr. Jorge de Paula)
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Saturday, 09 de September de 2006 |
Desde hace varios años se ha determinado que las ingestas
hipercalóricas que causan obesidad se relacionan con la alteración de
centros cerebrales que regulan el apetito y la saciedad. En el pasado
se utilizaron sustancias de efecto anorexígeno, como las anfetaminas,
luego abandonadas tanto por su efecto adicionante como por un "efecto
rebote" que llevaba a comer de más. Actualmente se han podido definir
mejor estos centros gracias a las nuevas tecnologías. No sólo se logró
conocer mejor la anatomía y función de los centros neurológicos que
regulan el apetito y la saciedad, sino que además pudo relacionárseles
con receptores periféricos, presentes en todo el organismo, integrando
el llamado sistema endocannabinoide (o sistema EC). La revolucionaria pastilla Rimonabant se comercializa en Europa. Es presentada como de múltiples acciones beneficiosas para la salud: además de bajar de peso, facilita el abandono del tabaquismo y regula el colesterol
Este sistema es un circuito, recientemente identificado en animales y en seres humanos, que no sólo regula la ingesta de alimentos sino el gasto de energía, procurando llevar la ecuación energética a un equilibrio. Dicho equilibrio estaría comprometido en los obesos, debido a una falta de regulación que tiene lugar simultáneamente en dos polos: en la ingesta de alimentos, provocando un excesivo ingreso de energía al organismo, y en la disminución en el egreso, gasto o consumo de esa energía.
Recientemente se ha lanzado al mercado europeo un sustancia capaz de influir farmacológicamente sobre el sistema EC. Este nuevo medicamento se llama Rimonabant, y ha sido motivo de diversos estudios científicos que alientan la obtención de muy buenos resultados en cuanto al descenso de peso en la obesidad, la regulación de la diabetes, la normalización de las cifras de colesterol e incluso ayudaría a abandonar el cigarrillo.
Los ensayos realizados con esta sustancia se iniciaron en el Departamento de Ciencias de la Alimentación y Nutrición y Medicina de la Universidad de Laval, en Québec, Canadá, así como en el Instituto Cardiológico del Centro Hospitalario de Québec. El ensayo original se designó con la sigla "RIO", que en inglés significaba: "Rimonabant In Obesity". Este fue la primera investigación que se realizó con una sustancia que actuaba como antagonista selectivo de los efectores neurológicos del sistema endocannabinoide. Estos aparecían como "hiperestimulados" en los pacientes con obesidad, y en especial en aquellos que padecían una alteración de la concentración de grasas en sangre, o dislipemia. Los resultados con el Rimonabant fueron muy buenos: se consiguió una disminución de un 15% de los triglicéridos y un aumento de hasta en un 23% del HDL , que es el llamado colesterol bueno. Los hallazgos de este estudio permitieron comprobar que mediante este nuevo medicamento no sólo se influía sobre la obesidad en sí misma sino sobre lo que se reconoce como síndrome metabólico, actuando directamente sobre los factores de riesgo que van asociados al sobrepeso. En cuanto a los beneficios medidos en parámetros corporales, determinaron que después de un año de consumo diario de 20 mg del fármaco, se conseguía un descenso de peso de 8,6 kilos de peso y una reducción de la circunferencia de la cintura en 9,1 cm. Este último parámetro tiene especial relevancia, dado que se considera que la obesidad abdominal es especialmente importante por el valor como marcador de riesgo cardiovascular.
El estudio STATUS (STudies with Rimonabant And Tobacco USe), también demostró que la sustancia facilita la deshabituación al tabaquismo. Los resultados comprobaron que luego de fracasar en intentos previos, el Rimonabant permitía que dejaran de fumar el doble de los casos que utilizaban un placebo.
Además, al dejar de fumar no asociaban el habitual aumento de peso que suele observarse en esos casos.
Otro de los resultados interesantes que se comprobaron fue que también se producían cambios significativos en la sensibilidad a la insulina, traducida por una corrección de la capacidad disminuida de las células del organismo en su utilización. Ello incidía, entonces en una mejor utilización de la glucosa por las células, disminuyendo el riesgo de diabetes. En relación a los efectos secundarios de esta nueva medicación, los estudios solo detectaron náuseas y mareos leves y transitorios. Actualmente el fármaco ya se utiliza en Europa, tanto para controlar la obesidad como el síndrome metabólico de riesgo vascular, así como una sustancia útil para dejar de fumar, pero aún no ha sido autorizado su uso en los Estados Unidos por la Food and Drug Administration.
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