Hospital y clínica del valle Khumbu, en el Everest: el más alto del planeta |
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Wednesday, 13 de September de 2006 |
En la cima del valle Khumbu, en Nepal, a unos 5.400 metros sobre el
nivel del mar, se encuentra el hospital y clínica del campamento base del Everest. Fue fundada en 2003 por la estadounidense Luanne Freer para proveer
atención médica a los de montañistas que cada primavera intentan llegar
a la cima. Cientos suben más de 8.000 metros para llegar a la
llamada zona de la muerte, donde hay tan poco oxígeno que el cuerpo
humano no puede sobrevivir sin ayuda. "En esta altitud extrema la gente se enferma mucho, dice Freer.
El mal más común es la "tos Khumbu", una tos que pica en la garganta, producto del aire seco y frío que irrita los pulmones.
La tos que puede provocar es tan violenta que llega a quebrar las costillas y ha sido la causa por la que más de un montañista abandonó su sueño de alcanzar la cima.
Accidente
A comienzos de la temporada, un montañista italiano debió ser evacuado en un helicóptero después de recibir un golpe en la cabeza cuando se desprendió un bloque de hielo.
Los médicos coordinaron una enorme operación de rescate en la que participaron 50 escaladores que ayudaron a trasladar al hombre herido a la clínica. Muchas muertes se han evitado gracias al hospital. Tuvieron que atarlo a un trineo con el cuello apuntalado y trasladarlo con sumo cuidado en caso de que tuviera una herida en la columna.
Fue una operación peligrosa y agotadora porque había que hacer maniobras sobre las delgadas paredes del glaciar, salpicado de grietas y con partes totalmente inestables.
El montañista italiano fue evacuado a un hospital de Katmandú, y más tarde fue trasladado a Italia, donde se recuperó por completo.
Mala reputación
Equipo de médicos de la clínica en campamento base. Con bastante frecuencia el Everest aparece en las noticias por las razones equivocadas -montañistas que mueren, basura acumulada en sus laderas- pero para Luanne Freer, rescates como el que acabamos de mencionar muestran el espíritu del campamento base.
"Los montañistas tienen fama de ser egoístas, únicamente interesados en alcanzar la cima y sin espíritu de grupo"
"Pero la historia del rescate es un ejemplo extraordinario de un grupo de gente trabajando junta en beneficio de una persona que nadie siquiera conocía", señaló Luanne.
Por lo general, los montañistas del campamento base están aclimatados y saben como evitar el mal de altura (que se produce al moverse muy rápido en superficies altas). Muchas de las personas que visitan el Everest no.
En un año concurrido, unas 10.000 personas se acercan a la base de la montaña sólo para observarla y decir que estuvieron allí.
Estos grupos de visitantes tienen pocos días para hacer su recorrido y pueden llegar a ignorar los primeros síntomas del mal de altura -dolor de cabeza, falta de apetito- o simplemente se los callan para no parecer menos ante el grupo. Al hacerlo, ponen en peligro sus vidas.
El mal de altura se resuelve muy fácilmente, descendiendo inmediatamente y permitiendo que el cuerpo se aclimate lentamente.
Si bien existen seminarios que explican como controlarlo, la clínica trata regularmente a personas que están muy enfermas después de subir muy alto, muy rápido.
La clínica funciona con voluntarios y le cobra a los pacientes occidentales una tarifa por la atención y los medicamentos para poder subvencionar a los pacientes nepaleses.
Montaña seductora
En Montana, Estados Unidos, su lugar de origen, Luanne es directora de medicina en el Parque Nacional Yellowstone y Eric (otro de los médicos de la clínica y un apasionado de la vida al aire libre) trabaja en una sala de emergencia, también en EE.UU.
Hay algo muy seductor en esta montaña, y si bien me cuesta imaginarme a mí misma tomando los riesgos que mucha gente toma, ahora puedo entender por qué lo hacen Luanne Freer, fundadora de la clínica Ambos son miembros prominentes de la Sociedad Médica de Zonas Silvestres, una organización internacional para profesionales médicos que trabajan en condiciones ambientales extremas.
Luanne adora su trabajo en el campamento base: "es muy reconfortante resolver una situación en la que muchos médicos dirían 'no tengo enfermeras, no tengo mi hospital' porque las condiciones son sumamente hostiles".
"Hay algo muy seductor en esta montaña, y si bien me cuesta imaginarme a mí misma tomando los riesgos que mucha gente toma, ahora puedo entender por qué lo hacen".
Este año, cientos de personas subieron a la cima del Everest. Once murieron, el segundo número anual más alto en su historia.
Sin la clínica, esta cifra sería mucho más alta. |