Mucho se ha avanzado pero mucho queda aún por hacer en la lucha contra
el SIDA, una batalla en la que la Organización Mundial de la Salud (OMS)
ve esenciales la prevención del contagio en los grupos de riesgo y el
uso más eficiente de los recursos y conocimientos que ya existen sobre
este mal.
"La lucha no ha terminado, aún queda mucho por hacer". Esa es la
advertencia del doctor Gottfried Hirnschall, responsable del
departamento de sida de la OMS y uno de los 25.000 participantes en la
conferencia internacional SIDA 2010, que se celebra en Viena.
"Por
supuesto que hemos dado grandes pasos en la lucha contra el VIH. Por
ejemplo, cinco millones de personas han logrado entretanto acceso a
terapias contra el VIH", indicó el experto en una entrevista con Efe. Pero
ante las buenas noticias, también recuerda que hay todavía 10 millones
de personas que aún no tienen acceso a las terapias y que en 2008 se
produjeron 2,7 millones de nuevas infecciones. Además, Hirnschall
se refirió a otras de las batallas pendientes en la lucha contra el
sida, la de los derechos humanos. "Vemos que en muchas parte del
mundo gente con VIH es discriminada, excluida. Que comportamientos
homosexuales están prohibidos por ley. Que trabajadoras sexuales son
excluidas de los servicios (sanitarios)", enumeró el facultativo
austríaco. En ese sentido, el directivo de la OMS destacó que "que
es muy importante no poner barreras en el camino" y defendió la
necesidad de que "la salud pública se ha de construir en función de
pruebas (científicas) e incluir el total respeto a los derechos
humanos". En ese sentido, Hirnschall recordó que la OMS apoya las
estrategias de reducción del daño, como el intercambio de jeringuillas o
las terapias alternativas para drogadictos. Así, destacó que la
prevención es un arma esencial en el combate contra el sida y recomendó
"concentrarse dónde está el mayor riesgo de transmisión de VIH:
población reclusa, homosexuales, trabajadoras sexuales, drogadictos..." Respecto
a los reclusos, Hirnschall reconoció que es "un grupo que recibe
demasiada poca atención" y afectado por una serie de realidades, como la
drogadicción, la exclusión social y la criminalización, a las que hay
que enfrentarse. "Yo he trabajado los últimos años en
Latinoamérica. Hemos visto condiciones terribles en alguna prisiones.
Gente a las que se le quita totalmente sus derechos, incluso sus
derechos como presos, su derecho a servicios sanitarios y básicos",
indicó Hirnschall, que trabajó con la Organización Panamericana de la
Salud. Para solventar esa situación, el responsable de la OMS
apostó por que los ministerios de Sanidad tengan un papel mucho más
importante en el diálogo con los ministerios responsables de las
prisiones. Con todo, Hirnschall confió en que de la Conferencia
Internacional del SIDA de Viena salgan nuevas directrices en materia de
respeto a los derechos humanos, de estrategias de prevención y de
mejoras en la eficacia de la lucha contra el sida. "Por ejemplo,
cómo podemos reducir los costes de los medicamentos, cómo podemos
intentar disponer de forma más óptima al personal médico. Hablamos
también de desarrollar nuevos medicamentos más simples, más fácil de
administrar", explicó Hirnschall. "Hay éxitos en la prevención,
pero también muchos vacíos y hay todavía demasiadas nuevas infecciones.
Hemos de intentar tener buenos argumentos para seguir viendo el VIH como
una prioridad para recibir más recursos, pero también usar de forma más
eficaz los que tenemos", explicó. Y todo, teniendo presente el
riesgo que supone que la crisis económica reduzca los fondos que se
destinan al sida. "Justo ahora, en esa conferencia, se va a hablar
mucho sobre esa mengua de los recursos. Ahora vemos como en los últimos
dos años se ha reducido. Ese riesgo existe. Lo que claramente tenemos
que indicar es que, pese a los éxitos, hay muchas lagunas, hay mucho por
hacer", advirtió. Comentarios reservados a usuarios registrados. Por favor ingrese al sistema o regístrese. Powered by AkoComment! |