"El presidente de la República tiene cáncer". Esta semana, la frase se diseminó por todos los rincones del Paraguay. Pero esta noticia revelada por los médicos de Fernando Lugo no solo generó una lógica preocupación por el estado de salud del primer mandatario, sino que, además, dirigió la atención de la opinión pública hacia esta enfermedad que actualmente afecta a muchos en el país.

A diferencia del jefe de Estado, que tiene la posibilidad de tratarse en el sector privado y en hospitales del exterior, la mayoría de los paraguayos que sufren algún tipo de cáncer tienen sólo un lugar adonde acudir para intentar alguna cura: el Hospital Nacional del Cáncer. Ubicado en Capiatá, este es el único servicio estatal que brinda tratamiento integral contra esta enfermedad.

Precisamente por ser el único y por los altos costos que se pagan en el sector privado en estos casos, este lugar está sobrepasado de pacientes. Hasta allí llegan, diariamente, cerca de 300 personas para realizar alguna consulta y tratamiento oncológico, y se suman alrededor de 30 nuevos pacientes cada día. Sin embargo, la atención está lejos de ser la ideal, debido a la limitación de recursos y equipamiento, así como a la sobredemanda de atención.

Para los casos de cáncer pediátrico, el Centro Materno Infantil de San Lorenzo, dependiente de la Universidad Nacional de Asunción y el Hospital Niños de Acosta Ñu, del Ministerio de Salud, son las opciones existentes. Cada uno de estos servicios brinda tratamiento a un promedio anual de 200 niños con leucemia, en el primer caso, gracias a la ayuda de una fundación.

La lista de alternativas se acaba con el Instituto de Previsión Social (IPS), que también brinda tratamiento oncológico a sus asegurados. Sin embargo, estos constituyen una minoría en todo el país, teniendo en cuenta que apenas un 20% de la población tiene cobertura de seguridad social.

INTEGRAL

Actualmente, el tratamiento del cáncer es multidisciplinario, comenta el doctor Francisco Perrotta, vicepresidente de la Sociedad Paraguaya de Oncología. "Se trata con medicamentos, con cirugía, radioterapia, quimioterapia, etc. Tiene que ser un manejo integral", señala.

Pero para poder ofrecer este tratamiento integral, el Hospital Nacional del Cáncer necesita ser potenciado en equipos y medicamentos. Si bien el médico resalta que ahora el local está creciendo en estructura, considera que el establecimiento debería tener un resonador y la posibilidad de realizar estudios de inmuno-histoquímica, que permitirían un mejor diagnóstico patológico. Sin embargo, los hospitales públicos carecen de reactivos para hacer este tipo de estudio y, según el oncólogo, "cuando no se tiene exactitud en el diagnóstico, el tratamiento no puede ser efectivo".

Otra necesidad fundamental, sobre todo por los altos costos que tienen, son los medicamentos para tratar la enfermedad, entre ellos, unas drogas denominadas anticuerpos monoclonales. La mayoría de los pacientes solo puede acceder a ella mediante la ayuda de fundaciones. "Esto limita los resultados", asegura Perrotta.

Comenta, incluso, que muchas veces se cortan las posibilidades de introducir innovaciones terapéuticas, debido al alto costo de los fármacos. "Esto tiene que ser un llamado de atención para el sector farmacéutico", indica.

Para el control del cáncer en el país también es fundamental contar con un registro de tumores, que serviría para conocer con exactitud cuáles son los que existen en Paraguay y de qué tipo son los que predominan. "Si se tienen estos datos epidemiológicos, se pueden tomar decisiones más acertadas", opina Perrotta.

SIN PLAN. Si la falta de infraestructura, equipamiento y medicamentos para el control del cáncer son grandes falencias en la salud pública, lo es aún más el hecho de que Paraguay no tenga un plan nacional de control del cáncer, enfermedad que constituye la segunda causa de muerte en el país.

A criterio del representante de la sociedad de oncología, "mientras no haya planificación y coordinación con todos los sectores de la sociedad, va a ser muy difícil reducir la alta incidencia de cáncer, una cifra que va en aumento", asegura.

EL 40% DE LOS CASOS PUEDE PREVENIRSE

Más de 12 millones de personas son diagnosticadas con cáncer cada año en el mundo y 7,6 millones mueren como consecuencia de la enfermedad. Sin embargo, el 40% de los cánceres podrían evitarse, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La OMS afirma que este mal podría evitarse llevando adelante cinco simples acciones: evitar el consumo de cigarrillos y la exposición al humo del tabaco; limitar el consumo de alcohol; evitar la exposición excesiva al sol; mantener un peso saludable, a través de una dieta sana y hacer ejercicio regularmente, así como protegerse contra las infecciones.

Algunos cánceres, como el de cuello uterino, de hígado y de estómago, pueden ser prevenidos mediante intervenciones, como exámenes médicos a tiempo, vacunas, antibióticos, un mejor saneamiento. Recientemente, se demostró que también las infecciones pueden contribuir a la aparición del cáncer.

En Paraguay, los tipos de cáncer más frecuentes son: el de cuello uterino y de mamas, en las mujeres, y de recto, colon y pulmón, en los hombres.

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