Se estima que unos 2.000 millones de personas, un tercio de la población
mundial, portan la bacteria que causa la tuberculosis. La mayoría la
mantiene en su forma latente y nunca presentará síntomas: sólo uno de cada de 10 infectados desarrolla esta enfermedad pulmonar, una de las más extendidas en todo el globo.
El problemaes que aún no hay forma de saber qué portadores enfermarán y cuáles no,
aunque esta situación podía resolverse en el futuro, gracias al
descubrimiento de una firma genética que identifica a los pacientes con
la forma activa de la infección. Un equipo de investigadores dirigido por Anne O'Garra, del Consejo de Investigación Médica del Reino Unido, ha analizado cientos de muestras sanguíneas y ha encontrado un patrón genético
en los pacientes que han desarrollado tuberculosis, el cual no se da en
los que sufren otra clase de infecciones ni en los individuos sanos.
Mejorar el diagnósticoEl estudio, publicado en la revista 'Nature', también ha hallado este marcador genético en el 10% de quienes portan en estado latente el agente infeccioso,
llamado 'Mycobacterium tuberculosis' y más conocido como Bacilo de
Koch. Es decir, el mismo porcentaje que va a desarrollar la enfermedad a
lo largo de su vida, lo que sugiere que en el futuro podría
identificarse a los portadores en peligro con un sencillo análisis
sanguíneo que buscara esta huella genética.
El patrón de genes asociado a la tuberculosis refleja, además, el nivel de destrucción que ha causado la enfermedad en los pulmones, y cuando el tratamiento surte efecto y se repara el daño, la firma genética también desaparece.
"Aunque la tuberculosis se ha estudiado durante más de un siglo, aún hay una necesidad imperiosa de mejores pruebas de pronóstico y diagnóstico y más información sobre la respuesta del cuerpo a la infección", explica la doctora O'Garra.
Los investigadores emplearon 'microarrays' o chips de ADN
para identificar los patrones genéticos asociados a la enfermedad, en
busca de una respuesta que pudiera aclarar por qué algunas personas
sufren graves daños pulmonares y se debilitan enormemente mientras que a
otras, tras una idéntica exposición al agente infeccioso, no les pasa
nada. Las alteraciones encontradas indican que una clase de glóbulos blancos conocidos como neutrófilos, así como una proteína llamada interferón tipo 1, desempeña un importante papel en el desarrollo de la enfermedad.
De este modo, los autores del estudio confían en que sus resultados
puedan ayudar a crear vacunas y tratamientos más eficaces contra la
tuberculosis, que se encuentra actualmente en aumento. Uno de los retos
es el desarrollo nuevos antibióticos para enfrentarse a las cepas resistentes.
La investigación, en la que también han participado el Hospital St. Mary's
y diversas instituciones británicas, empleó muestras de pacientes
recogidas en Londres, donde se dan miles de casos de tuberculosis al año
en personas de diversas etnias, infectados con diferentes linajes de la
bacteria. Después, los resultados se corroboraron con un segundo estudio realizado en Ciudad del Cabo (Sudáfrica).
Hace menos de dos semanas, la revista 'Nature Genetics',
la hermana de 'Nature' especializada en estos temas, publicó otra
investigación que identificaba una variable genética asociada a la
susceptibilidad para desarrollar tuberculosis, tras estudiar más de
3.000 casos de la enfermedad en el continente africano. En aquella
ocasión, científicos de la Universidad de Oxford (Reino Unido) y el
Instituto Bernhard Nocht de Medicina Tropical de Hamburgo (Alemania)
encontraron un marcador genético relacionado con el desarrollo de la
infección dentro de un segmento de ADN aparentemente inútil, lo que se conoce como 'ADN basura'. Comentarios reservados a usuarios registrados. Por favor ingrese al sistema o regístrese. Powered by AkoComment! |