Se están llevando a cabo estudios en Estados Unidos e Inglaterra sobre
la posibilidad de administrar gusanos parásitos, eso sí de forma
controlada, a pacientes con diferentes patologías, con lo cual se podría
ayudar a fortalecer su sistema inmunológico, y de esta forma ayudar a
combatir cierto número de enfermedad autoinmunes, en proliferació.
En el tema que a nosotros más nos interesa, es el equipo de
investigación americano el que estudia el uso de estos parásitos, para
su aplicación contra la Colitis Ulcerosa y la Enfermedad de Crohn
además de otras patologías que conllevan la inflamación del intestino.
El parásito en concreto sería el Ancylostoma duodenale(1) el cual puede cogernos como huésped, alojándose en nuestro intestino delgado.
No es la primera vez, seguro, que oís hablar de que el exceso de higiene
y la falta de parásitos en nuestro intestino, podría ser una causa
probable de las Enfermedades Inflamatorias Intestinales (EII). Respecto a
esto no hay ningún estudio que pueda certificar esa afirmación, aunque
es indudable la relación entre el sistema inmune y la EII. Y los
parásitos también juegan un papel importante en el desarrollo de nuestro
sistema inmune.
Al mismo tiempo que en Estados Unidos se estudia la aplicación del
parasito para las EII, en Inglaterra hay dos equipos que estudian
diferentes aplicaciones.
En la Universidad de Nottingham, las pruebas que se están llevando a
cabo con este parásito están enfocadas en la cura de pacientes con asma.
En Cambridge sin embargo se ensaya con ratones, a los cuales tras
suministrarle un extracto de un gusano tropical que causa la
esquistosomiasis, se logra evitar el desarrollo de diabetes tipo 1.
La teoría en la que se basan todas estas investigaciones es que estos
parásitos intestinales han adquirido a lo largo de la evolución humana
un papel fundamental en nuestro sistema inmune.
Tanto las alergias como otros trastornos del sistema inmune son cada vez
más comunes en el mundo, sobre todo en aquellas regiones que podemos
etiquetar como “más desarrolladas”.
Tal vez la clave para acabar con ciertas enfermedades como las que
acompañan a nuestro colectivo, esté en un compuesto de los parásitos,
así como en el lodo ,en las bacterias y otros microorganismos que viven
en nuestro intestino (la flora intestinal). Al menos esto es lo que
piensan los investigadores que están llevando a cabo estos estudios.
Conozcamos un poco más a este parásito:El Ancylostoma duodenale es una especie de
parásitos del filo de las nematodas causante de una de las parasitosis
mas prevalentes en el mundo, en particular en países en desarrollo. Historia
Se sabe que en el antiguo Egipto se reconocía la uncinariosis, descrita
en 1600 AC en los papiros de Ebers: Clorosis tropical o de Egipto.
Angelo Dubini publicó en 1843 la descripción y le dio el nombre al
organismo. Pocos años después, a fines del siglo XIX, Arthur Loss
describió el ciclo de vida correctamente.
Morfología
La Ancylostoma duodenale es un gusano redondo, no mayor a 2 cm de largo.
Como el resto de los nematodos son organismos con sexos separados.
Carecen de labios pero la boca está provista de una cápsula con cuatro
ganchos o dientes cortantes con las que se adhiere a las vellosidades de
la mucosa del intestino.
Hay dos tipos de larvas:
- Son redondeadas en el extremo bucal con un abertura que se comunica con un esófago y un bulbo digestivo.
- El esófago cubre 1/3 parte de la extensión del cuerpo y la cola con terminación puntiaguda.
En el suelo
El hábitat del adulto es el intestino delgado, principalmente el duodeno
del hombre, quien es el hospedador susceptible de estos helmintos. Como
resultado de la cópula, la hembra deposita los huevos en la luz del
tubo, los cuales son expulsados al exterior con las heces. El huevo
termina por desarrollarse en el suelo húmedo hasta que eclosiona
liberando una larva rabditiforme o L1. Al cabo de varios días, esta
sufre transformaciones en el suelo y se convierte en una larva
filariforme o L3 el cual es la forma infectante para el hombre.
Ciclo de vida
De ser el caso que la larva filarioide no llegase a penetrar a su
hospedador, puede contiunar su transformación, también llamadas mudas y
convertirse en estadíos larvarios dióicos, es decir con sexos en
organismos separados. La reproducción sexual de estas larvas originan
nuevas larvas rabditiformes (L1) infectantes, completando así un ciclo
de vida libre del hospedador. Ello es función de condiciones ambientales
y suelos orgánicos ricos.
En el hospedador
Una vez que penetran la piel, las larvas filariformes alcanzan las
vénulas superficiales y migran al torrente sanguíneo hasta el corazón.
Al pasar a la circulación pulmonar, atraviesan la pared de los alveolos.
Suben luego por el árbol respiratorio y son deglutidos al sistema
digestivo y descienden al intestino delgado donde terminan
desarrollándose en los adultos. Comentarios reservados a usuarios registrados. Por favor ingrese al sistema o regístrese. Powered by AkoComment! |