La Asociación Obstétrica Metropolitana manifestó, a través de su
secretaria general, la licenciada Susana Rodríguez, que "el sistema de
salud de nuestro país, tanto en el segmento público como privado,
necesita unas 6 mil parteras más para cubrir eficientemente la atención de los partos que se producen anualmente.
El diagnóstico de Rodriguez fue como parte de las actividades de
celebración del Día Nacional de la Obstétrica -martes 31 de agosto (el
santoral que fija el Día de San Ramón, patrono de las embarazadas). La
dirigente de AOM resaltó la tarea de estas profesionales como agentes de
promoción de la salud y atención primaria de la mujer en un contexto
"absolutamente" deficitario en términos de la relación con la cantidad
de habitantes. "Un estudio del Ministerio de Salud de la Nación destaca
que "países con políticas de salud pública perinatal que utilizan este
recurso humano en forma prioritaria plantean la necesidad de 1
obstétrica cada 700 habitantes, pero en nuestro país reconoce 1.2
obstétricas en actividad cada 10.000 habitantes" explicó la especialista
en obstetricia.
La dirigente destacó que este estudio muestra que "mientras se
relevaron alrededor de 2.300 obstétricas en actividad en el sistema de
salud –público y privado- sólo para las funciones de guardia se
requieren en términos de los parámetros adecuados más de 2.000
especialistas y otras 6.000 para la atención primaria de la salud".
Según la organización mundial de la salud (OMS), la obstétrica es la
profesional idónea y experta para la atención del embarazo, parto y
posparto de bajo riesgo. El título de Licenciada Obstétrica se obtiene a
través de una carrera cursada en la Universidad de Buenos Aires (UBA)
-Facultad de Medicina- y otras seis Universidades Nacionales, con una
duración de 5 años seguidos de 3 años de residencia y/o concurrencia, en
Hospitales Nacionales y Municipales.
La dirigente de la AOM sostuvo que "aunque durante muchos años se nos
relegó y se nos quiso imponer el estigma de meros "ayudantes" o
"colaboradores" de la actividad de los médicos, hoy podemos decir con
orgullo que las profesionales obstétricas nos hemos preparado,
especializado y obtuvimos después de años de lucha comprometida, un rol
independiente en el sistema de salud".
"Contamos con una formación adecuada a la realidad mundial, que ha
tenido cambios positivos en los últimos tiempos. En particular, desde
que en 1994, la Covencion do Belem, a través de la OEA, entiende por
violencia toda acción que cause daño físico, sexual o psicológico a la
mujer, tanto en el ámbito público como privado", indicó Rodríguez.
Además, remarcó que la Organización Mundial de la Salud y la
Organización Panamericana de la Salud, vienen trabajando en los últimos
20 años a favor del fortalecimiento de los servicios de partería en todo
el mundo.
"La currícula de la licenciatura en Obstetricia y el trabajo de estos
profesionales tiene un enfoque y una visión integral y holística de la
mujer. Por lo tanto, va más allá de curar. Promueve y promociona la
salud sexual y reproductiva y humaniza el nacimiento, que determina el
molde biológico y emocional para el ser que llega al mundo", señaló
Rodríguez.
AOM denunció que la utilización de la cesárea en la Argentina se
ubica en niveles tan altos que multiplica varias veces el nivel de
tolerancia definido por la Organización Mundial de la Salud, promoviendo
una intervención quirúrgica por sobre el desarrollo del parto y el
nacimiento en condiciones naturales. Este organismo establece que en
condiciones de normalidad, el sistema de salud requiere cesáreas para
atender entre un 10 y un 15 % de los embarazos. Según el ministerio de
Salud de la Nación en los hospitales del país, tres de cada 10
nacimientos son por cesárea. En tanto, en los del sistema de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, sobre un total de 30.794 nacimientos
registrados en 2009, el 26 % fueron cesáreas. En el ámbito privado
porteño se calcula que llegan más allá del 60%.
Esto ocurre pese a que "el 85 por ciento de los embarazos son de bajo
riesgo y conducen al parto natural", señaló Rodríguez y añadió que el
uso de esta práctica quirúrgica "deriva de una cultura de la inmediatez
que condiciona incluso a la propia familia y consagra la idea de que el
médico puede decidir sobre el cuerpo de la mujer en un evento tan
importante, como el embarazo y el parto. Se emplean prácticas no
avaladas por evidencia científica y sustancias químicas, y se imponen
intereses económicos por sobre las necesidades de la mujer y el niño".
En la actualidad, las entidades que nuclean a las obstétricas
argentinas vienen reclamando la actualización del marco normativo de su
actividad, la Ley Nacional 17.132 sancionada por el gobierno militar
encabezado por Juan Carlos Onganía en 1966. Es una norma que ha quedado
obsoleta y, según coinciden las entidades viola la libertad de ejercicio
profesional. Esto, según indicó Rodríguez porque "no concuerda con la
formación que poseen las Obstétricas y/o Licenciadas/os en Obstetricia,
quienes cuentan con conocimientos científicos avalados por los claustros
académicos universitarios, que les permiten desarrollar con autonomía
las incumbencias otorgadas con sus títulos".
Las entidades Obstétricas del país (científicas, gremiales,
académicas) redactaron un proyecto en marzo del 2007 para la sanción de
una nueva Ley, que además cuenta con apoyo de la Dirección Nacional de
Maternidad e Infancia del Ministerio de Salud de la Nación, por
considerar que la regulación de la profesión, es de vital importancia y
un asunto de políticas públicas, para lograr llevar a cabo los Programas
de Salud Sexual y Reproductiva; de Maternidad Segura; de Reducción de
la Morbi-Mortalidad Materno-Infantil, entre otras herramientas de
política pública en materia de salud. Esta iniciativa coincide con un
proyecto en tratamiento en la legislatura de la Provincia de Mendoza. Comentarios reservados a usuarios registrados. Por favor ingrese al sistema o regístrese. Powered by AkoComment! |