El laboratorio Francisco Dorrego es el único instituto que fabrica
medicamentos y algunos productos de uso médico para el Ministerio de
Salud Pública. Según el director de Atención Especializada, Crónicos y Servicios
Especiales de esa secretaría de Estado, Natalio Blankleider, de quien
depende el servicio, el Dorrego "es pobre en la medida en que a lo
largo de décadas se le fue reduciendo su presupuesto, como a todas las
unidades ejecutoras del Ministerio". El laboratorio Francisco Dorrego
produce anualmente de 45 a 50 millones
de comprimidos, de 80 a 180 millones de sobres de Sueroral, y cerca de
1.100.000 unidades de pomos y soluciones en frascos.
De todas maneras, Blankleider sostuvo que "siempre quedó en el laboratorio un corazón interesantísimo". Actualmente funciona con más de 50 funcionarios que trabajan en un solo turno, y el director destacó que eso es "poco lógico, considerando al laboratorio como empresa".
Tiene 60 productos registrados, entre ellos antidepresivos, ansiolíticos, relajantes musculares, antialérgicos, Sueroral (sales para tratar la diarrea infantil) y diuréticos. "La producción es francamente competitiva con los precios de los laboratorios extranjeros y los nacionales privados ante las licitaciones en la Unidad Centralizada de Adquisiciones de Medicamentos y Afines del Estado (UCAMAE)", aseguró Blankleider, y explicó su aseveración con un ejemplo.
"El Alprazolam (tranquilizante menor), lo hacíamos con un costo menor a un peso. Llegó un momento en que la industria nacional privada producía al mismo precio, por lo tanto pasamos a hacer otro tipo de comprimidos. Mantenemos la diferencia en valores con el resto de la industria para descargar los presupuestos de las unidades ejecutoras que tienen que pagar por ellos", indicó. El laboratorio estatal funciona, por lo tanto, como generador de precios de referencia, y brinda productos de utilidad para personas que se atienden en servicios de salud del MSP. Blankleider destacó que "cuando una empresa sube el precio de los medicamentos, el Dorrego lo ofrece por menos dinero, y por eso los demás deben regular sus precios".
El director comentó que la UCAMAE adquiere medicamentos para destinarlos al Ministerio del Interior, el Banco de Seguros del Estado, el Banco de Previsión Social y por supuesto al MSP. "Compra grandes cantidades al contado y a buen precio. El Dorrego va cambiando su producción hacia las áreas donde tiene ventajas comparativas sin variar la calidad, porque sabemos que los productos tienen lo que dicen tener", indicó Blankleider.
Las unidades ejecutoras del MSP cuentan con una parte de su presupuesto y un "fondo rotatorio" para comprar aquellos medicamentos que no fueron licitados o aquellos que compraron en cantidades que resultaron insuficientes. El laboratorio estatal "fabrica más de 45 millones de comprimidos por año, aparte de líquidos, cremas, polvos y lociones para tratamiento de las parasitosis cutáneas", comentó el director.
El futuro laboratorio
"Esta administración del MSP encontró un Dorrego ruinoso", dijo categóricamente Blankleider y explicó: "Las máquinas funcionaban y el personal estaba entrenado, la producción era satisfactoria pero no cumplíamos con las normas internacionales que garantizan buenas prácticas de manufactura". Las normas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) son estrictas en este sentido, tienen que ver con el buen acondicionamiento locativo, llevar registros acordes a las necesidades, control de los procedimientos y pautas para saber si se han cumplido, además de los procesos industriales que involucra el funcionamiento de las máquinas.
Hacia este rumbo se dirige la construcción en curso de una de las áreas de piretroides (para el tratamiento de parasitosis) en el Dorrego, siguiendo las normas más avanzadas de la OMS. Para el director del MSP, esto forma parte de "una puesta al día en cuanto a las normas internacionales, en el caso de que el Dorrego pudiera, a través de terceras empresas, exportar este tipo de productos". Se espera que la construcción culmine antes de fin de año, y en 2007 se inaugurará una nueva planta de comprimidos, para la que se está trabajando actualmente desde el MSP en conjunto con el Laboratorio de Sanidad Militar, realizando tratativas para intercambiar máquinas por producción.
Además, Blankleider comentó que varias empresas privadas han solicitado que el Dorrego participe en la producción de algunos productos, como es el caso del Sueroral. "Hay empresas privadas que tienen interés de vender en plaza este producto, pero el problema es que el Dorrego por pertenecer a una ASSE aún sin descentralizar, no puede facturar. Por eso estamos buscando alternativas que nos permitan intercambiar servicios o materias primas, mejorando la producción, e invertir en el mismo laboratorio", apuntó.
En este sentido, el director del MSP comentó que se está ideando la posibilidad de realizar un convenio de productividad en el Dorrego, lo que significaría que los empleados trabajaran "alguna hora más para conseguir mejor remuneración de parte del tercero, con la intención de vender o intercambiar servicio con otros laboratorios".
"Esto está en máquina, y no quiero profundizar mucho. El PIT-CNT no ve con malos ojos este proceso", dijo. Según el director, esto tiene sentido si el Dorrego es visto como una parte de Salud Pública pero también como colaborador y sostén de las empresas nacionales privadas, "y si quedara un hueco en el mercado nacional porque esas empresas exportan más, entonces se podría cubrir ese lugar, teniendo en cuenta un cambio en la legislación, ya que hoy no se permite".
Las materias primas que los laboratorios utilizan en Uruguay son importadas. Por este motivo, el director señaló que la producción farmacéutica en nuestro país es muy similar a la que llega del exterior, aunque sostiene que el Dorrego debe dar el ejemplo en cuanto a condiciones de calidad. Blankleider agregó que "el polo tecnológico de la Facultad de Química en Pando tiene un par de reactores con los que está empezando a crear materias primas nacionales, pero eso se hace por ahora en pequeña escala".
Trabajadores
Por su parte, integrantes de la gremial del laboratorio asociados a la Federación de Funcionarios de Salud Pública (FFSP) dijeron a la diaria que ayer se reunieron con el director ejecutivo y técnico del Dorrego para comunicarle algunos pedidos que esperan que se atiendan a la brevedad. "La planta de piretroides antigua fue cerrada por un pedido de los propios trabajadores, porque sus malas condiciones locativas redundaban en un problema para el trabajador", explicaron los funcionarios, que ven con "buenos ojos" la nueva construcción.
En cambio, se oponen al aumento de la carga horaria de trabajo hasta que las autoridades no les reconozcan un aumento de salario por estar en contacto con productos químicos, ya que ahora el trabajo de planta no es considerado insalubre. "Este aumento sería similar a lo que se le paga a los empleados de hospitales por estar en contacto con pacientes", explicó un delegado.
Además, "a nivel de la FFSP se está tratando la posibilidad de que cada tres años de trabajo en el Dorrego se computen como cuatro para el sistema jubilatorio". Según pudo saber la diaria, fue elaborado un documento que se elevó a las autoridades del Dorrego con una síntesis de estos pedidos de los empleados.
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