El Gobierno vasco ha sorprendido con su propuesta de una ley antitabaco
que va más allá de lo que pretende incluso el Ministerio de Sanidad.
Entre las medidas más extremas hay dos que llaman la atención porque
entran en ámbitos que, hasta ahora, se habían dejado al margen. El
primero, la prohibición de fumar en parques infantiles, lo que supone
entrar a regular por primera vez en España el consumo de tabaco al aire
libre.
El segundo, que se pueda castigar a quien fume en un coche donde viajen
niños, porque implica legislar sobre un espacio privado. La consehera
vasca de Asuntos Sociales, Gemma Zabaleta, que ha promovido la norma, lo
explica así: "La salud de los niños es el bien que se antepone a los
demás".
Pero no solo la de los niños. Los datos de la Sociedad Vasco Navarra
de Prevención del Tabaquismo -que ha asesorado al Ejecutivo autonómico-
admiten pocas dudas: para 2010 está previsto que mueran 2.500 personas
por el tabaco en Euskadi, 80 de ellas por ser fumadoras pasivas. En
España se calcula que mueren más de 58.000 personas (de ellas, 1.300
fumadoras pasivas). Pero hay quien piensa que la ley se excede. La
oposición la lidera el Club de Fumadores por la Tolerancia. Su
portavoz, Javier Blanco, cree que antes deben tomarse otras medidas. "Lo
primero es concienciar. A mí, que soy padre, tampoco me gusta que los
niños jueguen en un sitio con colillas. Pero la solución no es prohibir;
lo que hay que hacer es facilitar ceniceros ecológicos para que los
fumadores dejen sus pitillos, o, si no, que los apaguen y se los guarden
en un bolsillo hasta que puedan tirarlos a una papelera". Una ley "no
soluciona la actitud antisocial de algunos fumadores a la hora de
desprenderse de sus colillas", afirma. "Dudo que con leyes tan difíciles
de cumplir se consiga". El portavoz del Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo (hermana mayor
de la Sociedad Vasco Navarra), Rodrigo Córdoba, admite que prohibir
fumar en parques infantiles no es una medida sanitaria, pero la defiende
por su valor "modélico, pedagógico". "Se trata de desnormalizar
ante los niños el hecho de fumar", dice. La presidenta de
Nofumadores.org, Raquel Fernández Megina, coincide. "Nos daba un poco de
miedo" llegar tan lejos al pedirlo, "pero me alegro", admite. Fernández
Megina añade otro aspecto aparte del sanitario y el educativo para esta
decisión: el higiénico. "Es una vergüenza cómo están muchos espacios
infantiles, llenos de colillas". Córdoba señala que la idea no es una
ocurrencia. "Toronto, California, Wisconsin, Maine y Washington ya
tienen regulaciones similares", indica. Puede que el problema sea que, durante años, la sociedad ha vivido bajo el dominio
de los fumadores, que ocupaban todos los espacios. Hasta Blanco admite
que esto es posible, pero insiste en que la solución no es "pasarse de
rosca en el sentido contrario". "Estamos de acuerdo en que se arbitre la
convivencia. Si se cumpliera la ley actual, habría un 60% de espacios
sin humo. Con eso estarían satisfechas las demandas de todos", dice. Por
eso, su organización -que ayer presentó 500.000 firmas en el Congreso
contra una modificación de la ley de 2005- tiene el apoyo "de fumadores y
no fumadores", explica. Sobre la ley vasca, Blanco va más allá, y duda
de que el proyecto se apruebe tal cual. "Es una propuesta de máximos que
tiene que pasar un proceso parlamentario, donde se puede rebajar",
opina. Otro asunto polémico es que se prohíba fumar en un coche en
el que viaje un menor. Blanco admite que él, padre de dos hijos, no lo
hace, pero cree que "el Estado no debe entrar en el ámbito privado" del
vehículo particular (solo Reino Unido lo ha hecho). En este caso, no hay
duda del motivo sanitario de la medida, pero es tan rigurosa que hasta
Fernández Megina y Córdoba admiten que no contaban con que el Gobierno
vasco fuera tan lejos. Aunque "si se puede quitar la custodia a un padre
por maltratar a un hijo, lo lógico es que se impida que lo someta al
humo de sus pitillos", dice la presidenta de Nofumadores.org. La
decisión rebasa la línea de lo público y entra de lleno en el ámbito
privado. Teresa Laespada, parlamentaria socialista en la Cámara vasca y
socióloga de la Universidad de Deusto especializada en
drogodependencias, dice que "también entra en la privacidad la
legislación que obliga a llevar el cinturón, pero es necesaria para
educar a la sociedad". Luis Murguia, asesor de movilidad y seguridad
vial del Real Automóvil Club Vasco Navarro, considera anecdótica la
medida, aunque se posiciona a favor porque "nadie debería fumar con sus
hijos en un habitáculo tan pequeño". Sin embargo, Murguia cuestiona cómo
se va a garantizar el cumplimiento de este punto. "La Administración
busca ser ejemplarizante, pero complica la legislación hasta límites
insospechados", critica. Además, esta decisión abre la puerta a
otra mucho más peliaguda: ¿qué pasa en las casas donde los niños son
expuestos al humo? Y aquí, ni los enemigos más declarados del tabaco se
atreven a proponer que se prohíba fumar. Todavía. Aparte de estos
dos aspectos (parques y coches), el proyecto de ley aprobado el martes
por el Gobierno vasco, que aún tiene que pasar por el trámite
parlamentario, amplía las restricciones a todos los bares, restaurantes,
discotecas, hospitales y centros educativos. El texto es más
restrictivo que el estatal, que se está desarrollando de forma paralela.
Por ejemplo, estará terminantemente prohibido fumar en los hoteles,
mientras que la ley nacional permite acondicionar para fumadores un 30%
de las habitaciones. La ley termina definitivamente con algunas
estampas tradicionales vascas, como el humo de las sidrerías. Fumar en
los frontones durante un partido también se ha acabado, porque la nueva
normativa termina con cinco años de impunidad. Responsables de la
empresa de pelotaris Asegarce explican que poco a poco este hábito se ha
ido perdiendo, aunque reconocen que no se ha erradicado. Una de
las principales novedades se basa en terminar con la impunidad, ya que
será el Gobierno vasco -y no los Ayuntamientos- el que sancione. Y es
que en Euskadi se han presentado 400 denuncias y ninguna se ha
convertido en sanción. El Ejecutivo vasco pretende que sean la Policía
Local y la Autonómica las que se encarguen, junto con los inspectores de
la Administración, de que se cumpla la ley. La opción de recurrir
a los cuerpos de seguridad suple a otras. Los hosteleros avanzaron que
no ejercerían de policías con sus clientes, pero parece que no les va a
quedar otro remedio: entre las sanciones anunciadas, se establecen
multas también para los establecimientos. Aunque el concejal de Salud y
Consumo de Vitoria, Peio López de Muniain, ataja: "No va a hacer falta
que lo hagan, hay suficiente sentido común". La prohibición
también afecta a las terrazas que estén cubiertas en más de un 50% y por
las que no corra el aire. El Departamento de Empleo y Asuntos Sociales,
que ha liderado la creación de la normativa, se reunió con los
empresarios ayer para dejar una vía abierta por si sus ingresos
descienden a causa de esta decisión. Aunque el Gobierno dice que en
otros países no ha ocurrido, Mikel Ubarretxena, de la asociación de
hosteleros de Guipúzcoa, lo niega: "En Irlanda cerraron cerca del 20% de
los pubs, y en Croacia, seis meses después de poner en marcha la ley,
tuvieron que sustituirla". "Somos conscientes de que el tabaco es
nocivo, pero nos preocupa que se penalice a los bares y los
restaurantes", dice. Mikel Artaza, residente en Vitoria y con más
de 10 años como fumador, se queja a la salida de un bar céntrico: "No es
lo mismo fumar en la calle en invierno en Sevilla y en Vitoria". Artaza
critica la marginación social que comenzó con la ley de 2005, pero
reconoce que acatará la ley. No es para menos. Las multas ascienden a
3.000 euros por saltarse las prohibiciones, y hasta 15.000 por vender
tabaco a menores. Falta una voz en este debate, la de la
Asociación Empresarial del Tabaco. Pero esta organización se ha limitado
a manifestar a través de un portavoz que "no puede realizar
valoraciones del anteproyecto al no haber sido consultada durante el
proceso ni haber tenido acceso al texto". El Ministerio de Sanidad
tampoco ha querido arrimar en exceso el ascua a su sardina. El Gobierno
vasco "ha dado un paso importante en una materia de extraordinaria
importancia como es la salud pública y ha demostrado mucha valentía y
determinación", ha dicho Trinidad Jiménez, que dijo que "va en
consonancia" con lo que el Gobierno ha planteado. El secretario general
de Sanidad, José Martínez Olmos, dice que el ministerio nunca se planteó
medidas tan extremas, y defiende que prohibir fumar en espacios
cerrados "es lo que tenía más consenso de los expertos, y de los
parlamentarios". Eso sí, admite que la iniciativa "sirve para ir
instaurando a idea de que hay que luchar contra el tabaco en todos los
ámbitos". Los Parlamentos tienen la próxima palabra. Comentarios reservados a usuarios registrados. Por favor ingrese al sistema o regístrese. Powered by AkoComment! |