En las últimas décadas, el cáncer ha dejado de ser una
enfermedad de mortalidad elevada para convertirse en un trastorno
crónico. La esperanza de vida y la calidad de vida de las personas que
lo sufren ha mejorado notablemente. No obstante, el cáncer continúa
siendo una experiencia perturbadora para la persona que lo sufre. Para
afrontar el reto que representa tener cáncer, es muy importante
disfrutar de un buen estado psicológico durante el curso de la
enfermedad.
LA ADAPTACIÓN AL DIAGNÓSTICO
La tristeza es una reacción normal tras el diagnóstico de cáncer y la
experimentan casi todos los pacientes. Algunas personas pueden tener
más dificultad en adaptarse al diagnóstico de cáncer que otras, pero la
tristeza que muestra la mayoría de pacientes suele ser breve: dura de
días a semanas.
Las fases habituales de este proceso incluyen incredulidad inicial, rechazo o negación posterior y, por último, cierta sensación de desesperación.
Generalmente, esto da paso a una progresiva aceptación del diagnóstico
de cáncer, aunque en un 20-30 % de los casos puede aparecer una
depresión, que puede provocar que el paciente no se implique
adecuadamente en el tratamiento, motivando que no lo siga de forma
correcta y no obtenga los resultados esperados.
En general, está demostrado que la depresión asociada al cáncer puede
empeorar el pronóstico, pero también es sabido que, actualmente, un
diagnóstico oportuno y un tratamiento adecuado de la depresión permiten
solventar con eficacia este contratiempo.
Algunos indicadores de lo que se puede considerar como una adaptación óptima al diagnóstico de cáncer son:
- Mantenerse activo en las ocupaciones habituales que uno sea capaz de realizar.
- Tratar de regular y controlar las emociones que van apareciendo de forma normal durante la enfermedad.
- Tratar de reducir al mínimo el impacto de la enfermedad en las personas que nos rodean (familia, amigos, etc.).
- Aprender a manejar los sentimientos de desesperanza, desvalidez, inutilidad o culpa.
Uno de los factores que más influyen para mejorar la adaptación es la
relación familiar; está demostrado que una comunicación abierta y
fluida entre sus miembros, pudiendo hablar sin dificultad sobre la
enfermedad, mejora el pronóstico de ésta.
Si existe una depresión, se requiere valoración por parte del médico,
así como tratamiento con antidepresivos y psicoterapia de apoyo. Comentarios reservados a usuarios registrados. Por favor ingrese al sistema o regístrese. Powered by AkoComment! |