Ahora, un análisis
comunitario revela que este problema ha sido ya detectado en 77
pacientes ingresados en 13 países europeos, entre ellos España. Aunque
el Centro Nacional de Epidemiología ha señalado a ELMUNDO.es que "no
tiene constancia de la existencia de este caso en nuestro país", la
revista 'Eurosurveillance' señala que se trata de un varón que fue tratado en un hospital madrileño a su regreso de un viaje a La India.
Un portavoz del Centro Nacional de Epidemiología (dependiente del
Intituto Carlos III, es decir, del Ministerio de Ciencia e Innnovación)
ha señalado a ELMUNDO.es que las resistencias antimicrobianas "no son de
declaración obligatoria, por lo que no tenemos porqué conocerlo",
aunque añaden que "puede haberse detectado en algún hospital" [uno de la
Comunidad de Madrid según ha podido saber este periódico].
Hace tiempo que los especialistas vienen alertando de que el mal uso
de los antibióticos provoca un aumento de las resistencias en ciertas
familias de bacterias. La última de estas resistencias descubiertas es
la llamada NDM-1 o metallo-betalactamasa de Nueva Deli, un gen que les confiere 'inmunidad' ante los antibióticos de la familia de la penicilina,
"los más comunes, más eficaces y con menos efectos secundarios", como
explica el doctor Jesús Mingorance, especialista en esta materia del
Hospital La Paz de Madrid.
En realidad, aclara, se trata de un mecanismo de respuesta natural de
los microorganismos ante la presión creciente por un mayor uso de los
antibióticos. "Era indudable que iba a llegar a España", reconoce,
aunque al mismo tiempo se muestra tranquilizador y reconoce que es un problema hospitalario, que puede afectar sobre todo a pacientes con alguna enfermedad de base o inmunodeprimidos.
Sudeste asiático
Coincide con el mismo mensaje de cautela su colega Rafael Cantón,
jefe del servicio de Microbiología del Hospital Ramón y Cajal de Madrid.
"Como ya alertó en agosto el trabajo publicado en 'The Lancet', el foco
de estas nuevas infecciones se localiza en el Sudeste asiático, por lo
que se trata sobre todo de pacientes que han viajado a países como la
India a someterse a algún tipo de cirugía".
Por este motivo, 51 de los 77 casos detectados en Europa entre 2008 y 2010 se han producido en Reino Unido,
debido a su fuerte vinculación con la ex colonia (aunque un pequeño
grupo había recibido atención médica en los Balcanes). El resto, además
del paciente español (ya recuperado de su infección), se reparten entre
Francia, Alemania e Italia, como confirmaba a la agencia Reuters
Dominique Monnet, especialista de los Centros Europeos de Control de las
Enfermedades (ECDC) y principal autor del trabajo en
'Eurosurveillance'. Países como EEUU, Canadá, Japón o Brasil ya han
observado también casos de metallo-betalactamasa de Nueva Deli.
NDM-1 es un gen que altera a las bacterias y las hace muy resistentes
a la mayoría de los antibióticos. Se puede manifestar de muchas maneras
y a menudo se encuentra en bacterias como la 'Klebsiella pneumoniae'
(la que padecía el caso español) y la 'Escherichia coli', que pueden
causar infecciones en el tracto urinario y neumonía. Como añade el
doctor Cantón, que estas resistencias no sean de declaración obligatoria
en nuestro país no significa que los hospitales no estén preparados, al
contrario, "son casos que se vigilan, se ponen en conocimiento de los
servicios de medicina preventiva y activan protocolos multidisciplinares para evitar que se propaguen".
"Yo sé que la gente está diciendo que la NDM-1 es una superbacteria,
pero para mí, es algo más: Estamos hablando de 'súper superbacterias'",
ha señalado Monnet en una entrevista telefónica desde Estocolmo, donde
tienen su sede los ECDC.
"Durante largo tiempo (...) los médicos en hospitales, sobre todo en
las unidades de cuidados intensivos, han usado los carbapenémicos como
último recurso para el tratamiento con antibióticos. Ahora, para los
especialistas que atienden a un paciente con una bacteria resistente a
estos fármacos, las opciones (...) son limitadas [como la polimixina]",
ha agregado. "El hecho está ahí y nosotros tenemos que estar ojo avizor
para detectar estos casos a tiempo y manejarlos con las pocas opciones
que tenemos", concluye el doctor Cantón. De hecho, los ECDC se
encuentran ultimando un protocolo sobre qué hacer con los pacientes infectados por este tipo de bacterias con resistencias 'de última generación'.
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