Estos métodos permiten estudiar la calidad de la molécula de ADN utilizando concentraciones más bajas de espermatozoides.
“Los métodos actuales de selección
espermática para conseguir un embrión de buena calidad ofrecen una tasa
de eficacia de más del 40% y además, tienen un bajo impacto sobre la
calidad del ADN”. Así lo explicó el doctor Jaime Gosálvez, catedrático
de Genética de la Universidad Autónoma de Madrid, en el marco del IV
Simposio Internacional de Reproducción Asistida, que se celebra en
Madrid.
Las técnicas de selección de
espermatozoides se basan en criterios subjetivos sobre su morfología,
estado de maduración, movilidad y calidad de la molécula de ADN. “Son
una gran esperanza para parejas que llevan años en tratamiento, ya que
al descartar los espermatozoides con defectos de ADN se reducen las
posibilidades de utilizar aquellos con defectos genéticos, es decir, se
aumenta así la posibilidad de llevar un embarazo a término”, explica.
Actualmente, existen numerosas
técnicas de selección espermática en las unidades de reproducción
asistida. “Incluyen desde modelos basados en rescatar aquellos
espermatozoides que ‘nadan mejor’ en un medio artificial, a otras que se
basan en la capacidad diferencial que tienen los espermatozoides de
depositarse en estratos diferentes tras una centrifugación realizada
también en un medio artificial”, apunta el experto.
Para garantizar que los
espermatozoides que se van a elegir son óptimos, “se realizan otras
acciones mucho más selectivas tales como reacciones específicas con
anticuerpos para eliminar el daño en el ADN, selección por presencia de
actividades enzimáticas tales como la hialuronidasa o selección por
criterios morfológicos utilizando microscopía de alta o baja resolución o
bien de refrigencia”, explica.
Segunda eyaculación, espermatozoides de mejor calidad
En las últimas investigaciones, según
explica el experto, han descubierto que “los espermatozoides
seleccionados tras la segunda eyaculación son de mejor calidad seminal
que en la primera, ya que hemos comprobado que la cantidad de ADN dañado
en la segunda recogida puede llegar a ser cuatro veces inferior a la
del primer eyaculado”.
El análisis de la calidad de la
molécula de ADN sólo se podía realizar con concentraciones muy altas de
espermatozoides, pero las nuevas técnicas permiten hacerlo con
cantidades menores. “Ello hace que esta metodología esté especialmente
indicada en el caso de varones cuya calidad o cantidad seminal es
deficiente o en aquellos que por diversas causas tienen problemas de
eyaculación”, detalla el experto.
Sin embargo, “cuando comprobamos que
no hay más remedio, que todos los espermatozoides están dañados, el
paciente debe acudir a bancos de semen. Lógicamente este es el último
recurso, pues la mayor parte de las parejas que acuden a un centro de
reproducción asistida quieren tener un hijo biológico”, matiza.
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