Con frecuencia, se oyen casos de pacientes atendidos por médicos que, diciendo ser cirujanos plásticos no lo son. En algunos casos, incluso la persona consultada ni siquiera es médico. La Clínica Swiss elaboró una serie de pautas que pueden ayudar a reducir los riesgos derivados de una mala praxis. Fueron elaboradas a partir de recomendaciones de la Sociedad de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética del Uruguay, la Sociedad Brasileña de Cirugía Plástica, la Asociación Mexicana de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva y la American Society of Plastic Surgeons.

Una de las recomendaciones es disponer de datos e información que aseguren que la persona elegida es un cirujano plástico. Swiss sugiere no tener miedo de ofender al profesional solicitándole los documentos que acrediten su condición.

“Es responsabilidad de quienes brindan un servicio, ofrecer garantías de su legitimidad, y al mismo tiempo es un derecho del público exigir esas acreditaciones, más aún, cuando es su salud la que está en juego. La mayor parte de los médicos estarán complacidos de poder acreditar ser quienes dicen ser”, sostiene el informe de Swiss.

Los documentos que acreditan la especialidad de cirujano plástico
son:

- el título de médico o doctor en Medicina -según los distintos países-, expedido por una Universidad reconocida por las autoridades competentes, y la certificación del Ministerio de Salud Pública que habilita al desempeño de la medicina.

- el diploma de la especialidad, Cirugía Plástica, Reconstructiva y Estética o Cirugía Plástica y Reconstructiva, expedido por la Escuela de Graduados con la correspondiente habilitación del Ministerio de Salud Pública.

- la certificación por parte de la Sociedad de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva del país en que ejerce, de que efectivamente es miembro titular de la asociación profesional que agrupa a los médicos titulados en la especialidad. Esta certificación puede adoptar distintas modalidades según los países y asociaciones locales.

Si quedaran dudas, puede dirigirse a la Sociedad de Cirugía Plástica, Reconstructiva y Estética del país y pedir el listado de miembros titulados activos a la fecha ya sea, telefónicamente o por correo electrónico.

En el caso de Uruguay por ejemplo, la Sociedad de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética del Uruguay (SCPU), ha publicado el listado de sus miembros activos. Su correo electrónico es y su sitio: www.scpu.org

“De manera creciente se constatan situaciones en las que a partir del deslumbramiento que generan los comentarios sobre resultados “mágicos” y la publicidad en los medios, –muy particularmente en la televisión–, se da por cierto que esas personas están capacitadas y son éticamente probas”, advierte la Clínica Swiss.

Otro de los consejos es poner atención en lo que dice el título exhibido, pues puede haber palabras que se asemejen o formas de presentarlo que lleven a confusión.  En ningún país existe el título de Cirujano Estético.

No deben aceptarse títulos obtenidos en el extranjero que no hayan sido homologados por las  autoridades competentes en la materia del país. En Uruguay, las habilitaciones del Ministerio de Salud Pública y se encuentran al dorso del título.

También se aconseja explicar al médico exactamente lo que se quiere de la forma más clara y precisa que le sea posible, comunicarle sus expectativas y discutir si son realistas o escapan a los alcances de la cirugía plástica.

Los resultados de las intervenciones están determinados de una parte, por la idoneidad, experiencia y habilidad del médico tratante, y por otra, por la respuesta biológica del paciente (calidad y tipo de cicatrización, respuesta inflamatoria, capacidad de recuperación, entre otros), explican.

En cuanto a las eventuales complicaciones, aseguran, son exactamente las mismas complicaciones que pueden ocurrir en cualquier otra cirugía. No obstante, en la medida que la gran mayoría de las intervenciones no penetran en las grandes cavidades del organismo (tórax, abdomen y cráneo) y que la anestesia utilizada en la mayoría de los casos es local potenciada con sedación, el porcentaje de complicaciones es extremadamente pequeño.

De todos modos, un médico responsable reducirá aún más cualquier contingencia implementando antes del acto quirúrgico, el chequeo preoperatorio que consta de:
a) una historia clínica completa
b) documentación fotográfica
c) eventual consulta con otros especialistas en caso de enfermedades crónicas
d) estudios preoperatorios: crasis sanguínea (estudio de la coagulación), electrocardiograma y hemograma, así como otros que puedan corresponder según los casos (radiografías, ecografías, etc.).

“No es su obligación comprender los códigos que a veces utilizan los médicos y es responsabilidad de éstos esforzarse para que usted pueda comprender sus explicaciones. Tómese el tiempo para repreguntar en base a las dudas que puedan quedarle. Puede ser de utilidad anotar sus preguntas para una segunda instancia”, aconseja Swiss.

Además, aunque no es obligatorio, es recomendable que la información recibida oralmente le sea suministrada por escrito y con la firma del médico tratante o del médico responsable de la clínica.

Si el médico le entrega un documento para ser firmado por el paciente, como por ejemplo el Consentimiento Informado o un Contrato de Tratamiento, hay que leerlo detenidamente y asegurase de haberlo comprendido antes de firmarlo.

“Para optimizar los resultados de la Cirugía Plástica, agende la intervención para aquel momento en el que su nivel de estrés no sea demasiado alto y disponga de soporte emocional y ayuda”, recomienda Swiss.

Comentarios

Written by off 2008-05-07 18:11:22 hola q tal!! mi duda era saber si una lipo para alguien con unos pocos kilitos de mas, apenas panza y un poco de los costados sin llegar a ser rollos, eso me sale menos de 1000 dolares , es de desconfiar o esta bien para lo q es? q en realidad es poco para sacar!! esta bien el precio porq es poco trabajo o tengo q preocuparme ... gracias

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