Un equipo de científicos británicos creó un estómago artificial que simula la digestión humana. El Instituto de Investigación Alimenticia espera que
este invento contribuya al desarrollo de nuevos "superalimentos", al
revelar cómo estos son procesados en el intestino.
El aparato, hecho con plásticos y metales sofisticados,
es resistente a los corrosivos ácidos intestinales y encimas, y puede
ser alimentado con comida real.
Imita tanto las reacciones físicas como las químicas que ocurren durante la digestión, e incluso, puede vomitar.
Su diseñador, el doctor Martin Wickham, asegura que este
modelo es mucho más sofisticado que versiones anteriores, que se
enfocaban sólo en reproducir el aspecto químico de la digestión.
También imita las contracciones estomacales que se producen para desintegrar los alimentos y enviarlos al canal alimentario.
"Caja negra"
Wickham espera que su modelo sirva para que los
científicos comprendan mejor cómo el intestino procesa la comida y
cuáles con los nutrientes que se absorben.
Con este conocimiento, tal vez sea posible desarrollar alimentos más sanos diseñados para manipular el sistema digestivo.
Por ejemplo, si se sabe cuánta glucosa se absorbe en la sangre, esta
información podría ser potencialmente útil para tratar la diabetes.
"Nuestro conocimiento sobre lo que realmente sucede en
el intestino es muy rudimentario, pero esperamos que el modelo puede
completar lo que no sabemos", señalo Wickham
Peter Ellis, experto en bioquímica del King's College de
Londres, dijo que "ésta es una herramienta importante que nos permitirá
entender lo que sucede en el intestino, que hasta ahora ha sido como
una caja negra".
Sin embargo, Stephen Bloom, director de Medicina
Metabólica del Imperial College de Londres, advirtió que si bien el
modelo podía ser útil, podría tener limitaciones.
"El estómago es un órgano extraordinariamente complejo, por tanto no se puede crear un modelo que asuma todas sus funciones".
Interés
La parte superior del aparato es un recipiente en el que se mezclan alimentos, ácidos estomacales y encimas digestivas.
Una vez que finaliza este proceso de hidratación, los
alimentos se decomponen en trozos más pequeños que pueden ser
absorbidos por el cuerpo humano.
El aparato utiliza un programa de computación para
controlar el tiempo que los alimentos permanecen en una determinada
parte del estómago, y la liberación de las secreciones gástricas.
Tiene la capacidad aproximada de medio estómago, y puede
"comer" el equivalente a una porción normal de pescado con papas fritas
(uno de los típicos platos británicos).
El estómago artificial ya ha logrado atraer la atención
de los empresarios y una compañía demostró interés en probar cómo un
nuevo producto alimenticio puede liberar nutrientes específicos en el
intestino.
Otro grupo quiere determinar si los contaminantes de la
tierra, que pueden potencialmente ser ingeridos por los niños jugando
al aire libre, son absorbidos por el cuerpo humano.
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