Isabelle, la primera mujer que ha recibido un trasplante de cara, está aprendiendo a hablar de nuevo y a comer. Ya no existe riesgo de que rechace el implante, aunque ocho semanas después de la operación aún queda mucho camino por recorrer para que esté curada.
"Estoy sorprendido por sus avances", afirmó el cirujano que la operó, Bernard Devauchelle. La francesa, conocida sólo como Isabelle D., ya puede mover el labio superior, pero no el inferior.
"Habla cada vez mejor, aunque sigue teniendo problemas con las letras p, b y m", afirmó Devauchelle. Además, la mujer de 38 años ya ha empezado a comer sin mancharse. En cambio, aún le cuesta mucho beber, aunque menos que antes. "A diferencia de lo que algunas personas esperaban, ha aceptado muy bien su nuevo rostro y no quiere cambiarlo", según Devauchelle. "¡No lo ve en absoluto como el de una muerta!". La operación del 27 de noviembre consistió en trasplantar a Isabelle la boca, la nariz, los labios, piel y tejido graso de una donante en muerte cerebral. La mujer fue atacada en mayo de 2005 por un perro que le desfiguró la cara. Su nuevo rostro es una combinación del original y de la cara de la donante. Dechauvelle homenajeó a la donante: "Gracias a su gesto no sólo Isabelle tiene un nuevo rostro, sino que el corazón, los riñones y el hígado han permitido sobrevivir a otros pacientes". Los días en el hospital Isabelle está siendo tratada en la Clínica Universitaria de Amiens, donde, como muchos otros pacientes, a veces se aburre. "Por eso teje sin pausa y ya me ha hecho incluso a mí un suéter", relató el médico. Para no perder la forma también hace ejercicio con una bicicleta estática. "¡Y fuma un cigarro tras otro! Eso no es lo mejor que puede hacer, pero si no puede evitarlo...", agregó. Aunque ha quedado superado ya el peligro de que rechace los tejidos, Devauchelle no quiere que la paciente se vaya tan pronto a casa "por motivos de salud, pero también porque queremos protegerla de la presión de los medios". |