Una nueva técnica microfluídica podría mejorar la velocidad y la
eficiencia de las biopsias "líquidas" para revisiones destinadas a
comprobar la presencia o la ausencia de cáncer, y para otras pruebas con
las que ayudar a hacer diagnósticos.
Las células tumorales que circulan en la sangre de un paciente pueden
propagar el cáncer desde el lugar del tumor primario hasta sitios
distantes del cuerpo, agravando la enfermedad.
Recientemente un
equipo de investigadores en China ha desarrollado un nuevo chip
microfluídico que en la sangre de un paciente puede rápida y
eficientemente aislar y atrapar células tumorales circulantes vivientes.
El dispositivo tiene aplicaciones potenciales tanto para el diagnóstico
del cáncer como para su tratamiento. Muchos de los dispositivos
actualmente disponibles para la detección de células tumorales
circulantes vivas en la sangre son demasiado lentos para su uso clínico o
presentan otros problemas, como una capacidad bastante limitada para
distinguir entre las poco habituales células circulantes tumorales, y
las células más comunes como son los glóbulos blancos y otras células no
tumorales. El nuevo sistema del equipo de Ray Han, de la
Universidad de Pekín, captura más del 90 por ciento de las células
tumorales circulantes, lo que lo hace muy eficiente. El tiempo total de
procesamiento también se ha acortado. La capacidad de contar, una a una si es necesario, células tumorales
circulantes vivas en el torrente sanguíneo puede ayudar a los médicos a
determinar la severidad de un cáncer, puesto que la densidad de las
células tumorales circulantes en la sangre está relacionada con la
progresión de la enfermedad y las probabilidades de que los pacientes
sobrevivan. El nuevo método también podría mejorar las técnicas de
"biopsia líquida", en la cual se extrae una pequeña cantidad de sangre
como una alternativa a la biopsia convencional de tumores primarios o
metastásicos. Además de la potencial mejora en las revisiones
destinadas a comprobar la presencia o la ausencia de cáncer, el equipo
de Han cree que su enfoque de diseño puede ser el primer paso de una vía
de desarrollo tecnológico que algún día desemboque en una herramienta
capaz de ayudar a los médicos a controlar la metástasis inducida por
células tumorales circulantes, que puede ser mucho más letal que el
tumor original. Esa capacidad futura, si algún día se logra, marcaría un
antes y un después en la historia de la oncología, ya que permitiría
retirar las células tumorales circulantes directamente del torrente
sanguíneo humano, como una especie de diálisis para limpiar de tales
células la sangre. Fuente: NCYT
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