¿Se imaginan no sentir nunca dolor? Científicos
británicos identificaron un raro trastorno genético en gente que es
incapaz de sentir dolor físico.
No sentir dolor suena muy atractivo, pero en realidad puede ser muy peligroso. El dolor actúa como una señal de advertencia del organismo: por ejemplo, si el agua está demasiado caliente, la piel se quema. ¿Qué ocurre entonces cuando una persona no tiene esta señal de advertencia?
"Se conoce desde tiempos inmemorables que hay individuos
incapaces de sentir dolor", dijo a BBC Ciencia la doctora Noemí
Rosenfeld, presidenta de la Asociación Argentina para el Estudio de
Dolor.
"Pero hasta ahora no se había explicado porqué ocurre este trastorno" agrega.
Mutación
El doctor Geoffrey Woods y su equipo de la Universidad
de Cambridge, Inglaterra, estudiaron a un niño faquir pakistaní que
podía clavarse cuchillos en los brazos y caminar sobre carbón ardiente
sin sentir ningún dolor.
El niño de 10 años realizaba espectáculos callejeros junto con otros familiares.
Los investigadores, que publican su estudio en la revista Nature, descubrieron que tanto el niño como parientes de otras tres familias portaban la misma mutación genética.
Ninguno de los seis niños de entre 4 y 14 años había
sentido ni experimentado dolor en algún momento de su vida, y sin
embargo, su sentido del tacto era normal.
Obviamente todos habían sufrido heridas graves como resultado de esta falta de sensación dolorosa.
Dos de los niños habían perdido parte de la lengua y los labios al morderse a sí mismos.
Y el pequeño ejecutante murió a los 14 años al saltar del techo de una casa.
Los científicos llevaron a cabo análisis neurológicos
detallados en los cuales no se encontró evidencia de algún tipo de
enfermedad que pudiera explicar esta carencia.
Pero los niños sí eran capaces de percibir una gama de
distintas sensaciones, como tacto, temperatura, cosquilleo y presión
física.
Los científicos descubrieron que el problema se debía a
una mutación de un gen que es responsable de estimular las neuronas
sensoriales.
El gen, llamado SCN9A codifica un "canal de sodio", una
de las estructuras que permite que una carga eléctrica fluya en las
neuronas enviando una señal al cerebro.
Sin esta señal, explican los investigadores, el cerebro
es incapaz de reconocer que el organismo se enfrenta a un estímulo que
causa dolor.
Nuevos analgésicos
"El dolor es una sensación útil porque nos avisa cuando
se produce una lesión y el organismo reacciona inmovilizando la zona
lesionada", dice la doctora Rosenfeld, de la Asociación Argentina para
el Estudio del Dolor.
"Lo que no es útil -agrega- es un dolor crónico que perjudica la calidad de vida".
Según la anestesióloga, el descubrimiento de este gen
que puede encender y apagar estímulos dolorosos sin afectar otros
sistemas del organismo, es sumamente importante.
"La investigación -dice- podría conducir al desarrollo
de nuevos analgésicos que no provoquen los efectos secundarios de los
actuales medicamentos contra el dolor".
Para los investigadores británicos los más interesante
es que esta anormalidad no parece tener efectos adversos en los niños
que portan el defecto genético, aparte de los riesgos que provoca la
insensibilidad al dolor.
Desafortunadamente, este importante hallazgo no ayudará
por ahora a solucionar esa perenne condición humana que también ha
desconcertado durante décadas a los científicos: el dolor emocional.
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