Los gatos domésticos suelen ser los culpables de la transmisión a los humanos de una enfermedad que puede resultar muy grave si se adquiere durante el embarazo o cuando se reactiva una infección latente en pacientes con VIH-SIDA.

La toxoplasmosis es una de las la enfermedades transmitidas por animales más frecuentes. Los felinos son los huéspedes definitivos de T. gondii, mientras que el resto de los animales, incluido el hombre, son huéspedes intermediarios. Los gatos adquieren el parásito al comer carne de animales infectados y en su intestino se reproducen generando millones de "huevos" llamados ooquistes. Los animales como cerdos, y corderos se infectan al comer alimentos o beber agua contaminada con estos ooquistes. El parásito cumple un ciclo en el cual pasa por diversas formas, de las cuales hay tres capaces de infectar al hombre:

a) el ooquiste, excretado por el gato en sus materias fecales y transmitido por moscas, cucarachas, etc, adquirido al beber agua o ingerir verduras y otros alimentos contaminados.

b) el quiste tisular, localizado en músculos y vísceras de distintos animales (cerdo, cordero, pollo, etc), adquirido al manipular carne cruda o comer carne poco cocinada, sobre todo de cerdo o cordero.

c) el taquizoíto transmitido por líquidos biológicos, responsable de la transmisión al feto durante el embarazo y por mecanismos mucho menos frecuentes como la transfusión de sangre o el trasplante de órganos.

Una vez que el parásito entra al organismo humano puede destruir células, multiplicarse y también formar quistes en el hígado, pulmones, riñones, cerebro, ojos y músculos. Estos quistes pueden persistir durante toda la vida sin causar ningún síntoma.

Este estado de infección crónica es importante porque al haber una disminución de las defensas en las personas con VIH, trasplantados y pacientes con cáncer tratados con quimioterapia puede sobrevenir una reactivación de los quistes tisulares con la consiguiente manifestación clínica de la enfermedad.

INFECCIÓN AGUDA. La infección primaria por este parásito pasa desapercibida en 9 de cada 10 niños o adultos ya que no presentarán ningún síntoma. Uno de cada 10 puede presentar fiebre y aumento del tamaño de los ganglios en forma similar a la mononucleosis. Este cuadro suele ser leve y no requiere ningún tratamiento. Cuando una mujer embarazada adquiere la infección tampoco suele tener ningún síntoma pero el feto puede enfermar y sufrir graves consecuencias que van desde el aborto espontáneo, la muerte del recién nacido o secuelas en el niño como ceguera o retardo mental.

PERSONAS CON VIH. Las personas infectadas por VIH con una severa inmunodepresión pueden presentar una reactivación de una infección latente por toxoplasma gondii. El sitio más frecuente de reactivación es el cerebro. Se forman abscesos múltiples en el cerebro que ocasionan dolor de cabeza, vómitos, fiebre y parálisis de los brazos o las piernas.

Existe tratamiento efectivo para esta grave enfermedad, que puede curar aún sin secuelas.

Pero es imposible erradicar por completo al parásito del organismo; por lo que las personas inmunodeprimidas estarán en riesgo de reactivación del parásito hasta que sus defensas mejoren. Es así que los pacientes con las defensas muy bajas deben recibir medicación para prevenir esta eventualidad y si ya la presentaron para evitar que reaparezca. Además, luego de curada la toxoplasmosis encefálica, deben recibir medicamentos llamados antirretrovirales para combatir al VIH. Estos medicamentos logran disminuir la cantidad de virus y mejorar las defensas.

Las cifras

De los adultos y niños que tienen infección primaria no presentan síntomas.

De los fetos se contagian si la madre tiene infección primaria en el tercer trimestre.

90%

60%

Las personas podemos es- tar en cuatro situaciones respecto a este parásito:

nunca haber adquirido la infección y por lo tanto los exámenes de sangre llamados IgG para toxoplasma gondii son negativos

Haberla adquirido años antes, quizás en la infancia y ahora ser un infectado crónico. Es decir que el parásito se encuentra en el organismo sin dar ningún síntoma. En este caso el exámen IgG es positivo.

Las frutas y verduras deben lavarse antes de ser consumidas.

Haber adquirido la infección recientemente y tener síntomas leves o ningún síntoma

Ser una persona con una alteración en las defensas (por tener VIH u otra enfermedad) y presentar una reactivación con manifestaciones graves en el cerebro, ojos o pulmones.

Si usted está embarazada, tiene VIH, ha estado recibiendo quimioterapia para el cáncer o ha recibido un transplante y tiene serología negativa para toxoplasma es fundamental que tome precauciones para prevenir la infección por este parásito y sus consecuencias. Las recomendaciones son las siguientes:

Evitar el contacto de las mucosas cuando se está cocinando carne o verduras.

Lavar cuidadosamente las manos y los utensillos de cocina tras manipular carne cruda, frutas y verduras.

La carne y sus derivados deben cocinarse a una temperatura superior a 66 °C o congelarse durante al menos 24 horas.

Evitar el consumo de agua no tratada sanitariamente.

En caso de tener gatos, no le de comer carne cruda, es preferible el alimento seco. El recipiente de los excrementos debe ser cambiado y lavado diariamente con agua hirviendo, preferentemente por otra persona. Si esto no es posible use guantes para el procedimiento.

Si usted está embarazada no es el momento de traer un nuevo gato a la casa.

No es conveniente realizar tareas de jardinería en lugares donde hay gatos para no tener contacto con sus excrementos.

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