La demanda presentada por la compañía suiza Novartis al Gobierno indio
por la ley de patentes de medicamentos debe seguir su curso, según un
artículo publicado en 'The New England Journal of Medicine'. "Se debe
permitir que el sistema haga su trabajo", señala la publicación.
Una semana antes de que los jueces den su veredicto, 'New England'
analiza el litigio que enfrenta a la compañía suiza contra el Gobierno
indio, un asunto que ha suscitado un enorme interés dentro y fuera del
gigante asiático, una de las principales potencias económicas
emergentes junto con China.
Según las ONG el juicio podría condicionar el acceso a medicamentos
esenciales en los proyectos que llevan a cabo en países pobres.
Por ejemplo, el 84% de los fármacos -principalmente
antirretrovirales- utilizados en los proyectos de Médicos Sin
Fronteras, una de las impulsoras de la iniciativa, son copias realizadas por farmacéuticas indias.
Para evitar el colapso de este sistema paralelo de producción y
distribución de medicamentos, al margen de las leyes de patentes, las
ONG reclaman a Novartis que retire la demanda y que los laboratorios
indios conserven su derecho de copia.
Frente a estos argumentos, la compañía farmacéutica suiza defiende
la protección de la innovación y asegura que los jueces determinarán si
la interpretación que hacen del caso, donde se juzga si la ley local de
patentes es demasiado restrictiva, es la correcta.
En el artículo de 'New England', firmado por la profesora de la
Facultad de Derecho de la Universidad de Pittsburg Janice M. Mueller,
se apoyan las tesis de Novartis y al mismo tiempo se minimizan las consecuencias del juicio en el acceso a medicamentos esenciales, el principal argumento de las ONG.
"Al margen del resultado, el sistema se beneficiará del análisis
judicial", reza el texto. "E incluso si Novartis finalmente obtiene la
patente en India de Glivec [un fármaco para un tipo poco común de
leucemia cuya solicitud de patente supuso el comienzo de la disputa
legal], las actuales salvaguardas dan al gobierno múltiples opciones
para asegurar al acceso a éste y otros fármacos que salvan vidas",
concluye Mueller.
India, 35 años al margen del sistema de protección intelectual
Después de 35 años al margen del sistema de propiedad intelectual de
fármacos, en 2005 India aprobó una nueva ley que contempla la patente
de medicamentos. Hasta entonces, las compañías locales podían copiar
los nuevos fármacos tan sólo alterando mínimamente su proceso de
fabricación.
Este sistema permitió el desarrollo de una potente industria
farmacéutica local que figura como la cuarta del mundo según su
volumen. De acuerdo con un informe publicado en 'Nature', en India se
calculan unas 20.000 compañías fabricantes de medicamentos, dedicadas casi de forma exclusiva al desarrollo de copias
(versiones al margen de las leyes internacionales sobre patentes) y
genéricos (fórmulas legales de fármacos en los que ha expirado la
patente).
"Con la aprobación en 2005 de la nueva ley de propiedad intelectual,
tras el ingreso del país asiático en la Organización Mundial de
Comercio, el sector está obligado a reestructurarse.
La mayoría de las compañías carecen de los recursos para hacer su
propia investigación y están peleando por pequeñas piezas del mercado
de genéricos", señala el artículo de 'Nature'.
Esta transición es uno de los fondos de la disputa legal que se resolverá el 15 de febrero en los tribunales indios.
Novartis ha demandado
a la Oficina de Patentes por negar el registro de Glivec, un icono de
las nuevas terapias contra el cáncer, y también al Gobierno indio por
las cláusulas restrictivas de la legislación. Al cabo de dos años de la
entrada en vigor de la nueva ley, sólo se ha concedido la patente a un
producto farmacéutico, desarrollado por Hoffmann-La Roche.
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