Un nuevo espaciador salva prótesis infectadas |
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DiarioMédico (Sonia Moreno)
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Friday, 09 de February de 2007 |
El temor de cualquier cirujano ortopédico que coloca una prótesis de
rodilla es la infección; esto supone la retirada de la prótesis y un
periodo de espera hasta que remita la enfermedad que puede dar al
traste con la recuperación de la rodilla.
Un equipo de cirujanos de varios centros españoles ha diseñado un
método sencillo y barato para evitar estos fracasos, basado en la
elaboración manual de espaciadores con antibiótico.
Un 2 por
ciento de las 44.000 prótesis de rodilla que se implantan cada año en
España sufren una infección profunda. En estos casos, el cirujano se ve
obligado a retirar la prótesis durante un periodo de cuatro a ocho
semanas, y a administrar antibiótico intravenoso hasta que remita la
infección y se pueda recolocar la prótesis.
Durante este periodo
se produce una pérdida de función y movilidad en la rodilla que
compromete la recuperación física y psicológica del paciente. De hecho,
en un 30 por ciento de los casos la articulación queda demasiado rígida
y atrofiada, hasta el punto de que disminuye la posibilidad de colocar
una nueva prótesis. Para evitarlo, un equipo multicéntrico de cirujanos
ha diseñado una técnica que consiste en la elaboración manual, en el
mismo quirófano, de unos espaciadores articulados impregnados de
antibiótico.
Los artífices de este nuevo sistema son los cirujanos ortopédicos Manuel Villanueva y Miguel Cuervo, del Hospital Gregorio Marañón; Javier Pereiro e Ignacio Domínguez, del Hospital Clínico San Carlos; Homid Fahandez-Saddi, de la Fundación Hospital Alcorcón;
Ángel Villamor, del USP Hospital San José y director médico de Iqtra
Medicina Avanzada, todos ellos centros madrileños, y Antonio Ríos, del Hospital de Poniente, en El Ejido (Almería).
La
innovación ha merecido el premio a la mejor técnica quirúrgica otorgado
por la Academia Americana de Cirujanos Ortopédicos, del que se hará
entrega en la reunión anual de la institución la próxima semana en San
Diego (California).
Alternativas Entre las
alternativas a estos espaciadores articulados se encuentran los
espaciadores monobloque, que cumplen con la función de pieza puente
hasta la recolocación de la prótesis, pero otorgan menos movilidad a la
rodilla; en cambio, los articulados consiguen que el paciente desde el
postoperatorio inmediato empiece a hacer movilizaciones pasivas, e
incluso pueda deambular con ayuda de muletas.
El sistema reduce
a menos del 10 por ciento la necesidad de realizar abordajes ampliados
a la hora de reponer la prótesis, esto es, una incisión mayor de lo
normal, tener que levantar más hueso o cortar más tendón para exponer
la rodilla.
Según ha dicho Villanueva, que también desarrolla su
labor en el USP Hospital San José, "los espaciadores articulados llevan
además cierta proporción de antibiótico para que se libere dentro de la
rodilla, aportando un refuerzo terapéutico al fármaco intravenoso.
Estamos cargando los espaciadores con concentraciones del 5 al 10 por ciento del peso total del cemento".
El
espaciador se elabora en el mismo quirófano, una vez retirada la
prótesis infectada. De forma manual, el cirujano adapta el cemento a
los defectos del fémur y la tibia. "El instrumental que precisamos para
configurar la pieza es muy sencillo y se encuentra en cualquier
servicio de Cirugía Ortopédica: un escoplo curvo, un separador de
Hohmann y una fresa de alta velocidad, ha explicado Fahandez-Saddi,
también cirujano del San José.
Sencillo y barato La
accesibilidad del material hace que la técnica resulte barata y fácil
de aplicar. "Obtenemos resultados comparables a los sistemas más caros,
que llegan a costar hasta 3.000 euros". Villanueva se refiere a la
colocación de prótesis conformadas, fabricadas por determinadas
compañías y que tienen componentes de metal y plástico: "Además de que
son más caras, el uso de estas prótesis no es frecuente en muchos
sistemas sanitarios por el temor a colocar elementos de metal y
plástico en una zona infectada".
Otra desventaja de las prótesis
conformadas es que, al no haberse individualizado su diseño, "en muchas
ocasiones se requiere rellenar partes del defecto de la rodilla con
cemento; en cambio, nuestro sistema puede aplicarse a todo tipo de
defectos, tanto segmentarios como cavitarios", ha matizado
Fahandez-Saddi.
Los estudios comparativos sobre las prótesis
infectadas indican que cuando no se utilizan espaciadores articulados
los resultados regulares o malos ascendían al 80 por ciento de los
casos, siendo el resto buenos y ninguno excelente; sin embargo, cuando
se emplean estos espaciadores articulados, se lograban resultados
buenos o excelentes en más del 85 por ciento de los pacientes tratados
y se salvan más del 95 por ciento de las rodillas.
Los cirujanos
españoles llevan unos 30 casos realizados con esta técnica, que, junto
con los efectuados por otros especialistas asociados a este grupo de
Italia y Brasil, ascienden a 50 pacientes.
Sin embargo, es de
prever que el sistema siga extendiéndose en todo el mundo al haber
incluido la Academia Americana de Cirujanos Ortopédicos en su catálogo
de formación continuada la enseñanza de la técnica. Villanueva opina
que la curva de aprendizaje de la técnica es rápida; no obstante,
aconseja practicarla previamente realizando un par de espaciadores en
molde de plástico para habituarse.
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