El último informe de la Organización Mundial de
la Salud (OMS) sobre diabetes estimaba que de 1995 a 2030 el número de
personas con esta enfermedad aumentaría un 60% en todo el mundo. Sin
embargo, según un nuevo estudio, esta cifra podría ser mucho mayor. La obesidad, el sendentarismo y el envejecimiento de la población
tienen mucho que ver en que cada vez más personas sufran diabetes, un
trastorno en el que el cuerpo humano no produce la suficiente cantidad
de insulina para procesar los alimentos. Las personas con esta
enfermedad suelen ser más propensas a desarrollar insuficiencia renal, ceguera y problemas cardiovasculares.
Valorar cuál es la incidencia real de este trastorno y predecir su
evolución ayudará a establecer planes de prevención más eficaces para
reducir la aparición de un trastorno que, ya en el año 2000, afectaba a
171 millones de personas.
El pasado año, la OMS estableció unas estimaciones sobre cómo iba a
aumentar esta enfermedad en los próximos 35 años. Sin embargo, estos
datos se llevaron a cabo suponiendo que la tasa de obesidad se iba a
mantener constante en ese tiempo. Por este motivo, investigadores de la
Universidad de Toronto (Canadá) explican en un estudio, publicado en la
revista 'The Lancet', que probablemente esas proyecciones hayan subestimado la importancia de esta patología en los próximos años.
Previsiones pesimistas
Para determinar si la incidencia de diabetes está por encima de los
valores que proporcionó la OMS y examinar los cambios que ha
experimentado esta enfermedad en los últimos años, este equipo de
investigadores ha realizado un análisis de los datos de diabéticos
registrados en los últimos 10 años en Ontario, una ciudad canadiense
con 12 millones de habitantes.
El trabajo muestra lo que sospechaban estos expertos: en la última
década los casos de diabetes han aumentado un 69%, por lo que las predicciones de la OMS se han quedado cortas
ya que no se prevé una reducción de los factores que propician la
aparición de diabetes. Los autores confirman que en los últimos años la
población canadiense ha experimento un aumento en la tasa de obesidad,
en la de envejecimiento y en la inmigración prodedente de Asia, más
susceptible a estos problemas.
Otro de los resultados llamativos del estudio fue que, aunque la
incidencia de esta enfermedad fue más alta entre las personas de 50 o
más años, fueron los más jóvenes los que presentaron un mayor
incremento de casos de diabetes entre 1995 y 2005, un 31% más que los
veteranos. En ese grupo, es decir, aquellos cuya edad estaba entre los
20 y los 49 años, el aumento más elevado de diabetes se produjo entre
las mujeres, un 108%.
"En vista de este crecimiento linear de la prevalencia, más del 10%
de la población adulta de Ontario será diagnosticada con diabetes antes
de 2010. Si se están produciendo tendencias similares en otros países
desarrollados, entonces el tamaño de la epidemia de diabetes es mucho mayor de lo que se había previsto", afirman los autores de la investigación.
"Nuestros datos son importantes para establecer políticas preparadas
adecuadamente para la gran carga que supone la diabetes sobre el
sistema sanitario. El incremento en las tasas de obesidad podría ser
una de las causas de este llamativo crecimiento, por consiguiente, es
necesario establecer medidas de salud pública eficaces para manejar y
prevenir la obesidad. Investigaciones futuras deberían dirigirse en la
identificación de los grupos de alto riesgo que requerirían
intervenciones específicas", concluyen.
Un editorial, publicado también en 'The Lancet', aconseja que se lleven a cabo programas para detectar a los grupos de riesgo,
para asegurar un diagnóstico temprano y un control eficaz de la
diabetes. "Los médicos tienen que ser conscientes de la influencia
cultural que afecta específicamente a las poblaciones de alto riesgo,
como la dieta y el estilo de vida, y confeccionar un cuidado adecuado".
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