Los tornillos pediculares torácicos corrigen la escoliosis |
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Diario Médico (Sonia Moreno)
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Thursday, 01 de March de 2007 |
La escoliosis idiopática juvenil tiene una frecuencia de 1,3 personas
por cada mil y afecta principalmente a mujeres durante la adolescencia.
La colocación de tornillos pediculares torácicos mejora la estabilidad
y la corrección de la deformidad respecto a otros abordajes.
El
tratamiento de la escoliosis idiopática con tornillos torácicos
pediculares se empezó a utilizar hace unos ocho años gracias al
perfeccionamiento de la técnica introducido por el cirujano mexicano
Eduardo Luque y el coreano See II Suk. Desde entonces, este
procedimiento se ha generalizado en los principales quirófanos de
Estados Unidos y, más lentamente, ha llegado a los centros españoles,
donde el principal volumen de intervenciones se registra en el Hospital Ramón y Cajal,
en Madrid. Con el objeto de difundir el abordaje, se organiza por
tercer año consecutivo un curso en el centro madrileño, que incluye la
retransmisión de una cirugía y, posteriormente, se realizan prácticas
con cadáver.
Jesús Burgos, cirujano ortopédico del Ramón y
Cajal, y codirector del curso, destaca que el empleo de tornillos
torácicos pediculares logra mejores resultados que las técnicas
convencionales, como la que utilizaba ganchos (uñas), en la corrección
de la escoliosis idiopática adolescente y, en general, en las lesiones
de la columna vertebral: deformidades, desviaciones, así como fracturas
y tumores.
Eduardo Hevia, jefe de la Unidad de Columna de la Clínica La Fraternidad-Muprespa,
en Madrid, y codirector del curso, resalta que "practicamente todas las
escoliosis se pueden beneficiar de esta técnica, sobre todo las más
difíciles de corregir, que son las torácicas y constituyen el 90 por
ciento de estas deformidades".
Los tornillos pediculares
consiguen un anclaje más fuerte en las vértebras, lo que facilita las
correcciones en adultos, que tienen una capacidad de flexibilidad
menor. Este es el caso de la intervención realizada en el curso y que
fue retransmitida a los alumnos gracias a la labor de Virgilio
Fresneda, jefe del Servicio de Cirugía General del Ramón y Cajal. La
paciente operada presentaba una escoliosis torácica y tenía 30 años;
con la operación se corregía la deformidad y además se evitaban
problemas respiratorios a largo plazo.
Exigencia "Es
una técnica exigente, que obliga a tener un control neurológico
completo y continuado del enfermo. Cuando se utilizan los tornillos
pediculares torácicos se deben vigilar bien la médula y las raíces
nerviosas", recalca Burgos. De ahí la importancia del aprendizaje de
este procedimiento, sobre todo cuando no se tiene experiencia
suficiente en la cirugía de columna.
Además de que aumenta la
estabilidad y la corrección con respecto a otras técnicas, otra de las
ventajas es que evita abordajes anteriores.
"En muchas de estas
escoliosis es necesario realizar dos tiempos quirúrgicos: abrir por
delante -incluyendo incisiones en el tórax, el diafragma y el abdomen-
y por la parte posterior, con unas dos semanas de diferencia, lo que
implica un mayor traumatismo para el paciente, más complicaciones y,
por supuesto, más costes", recuerda Hevia.
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