La epidemia de obesidad está acarreando más de una consecuencia. Según
un estudio realizado en Estados Unidos, el número de adolescentes que
pasan cada año por quirófano para bajar peso se ha triplicado en los
últimos años. A pesar de este aumento, todavía no hay datos sobre la
seguridad a largo plazo de estas intervenciones en la salud de los
jóvenes.
Existen al menos cinco operaciones diferentes, con unas 15
variantes, que se agrupan dentro de la denominada cirugía bariátrica,
dirigida contra la obesidad. Las técnicas de anillas ajustables
(colocación de una anilla o banda en el estómago para evitar la ingesta
masiva de alimentos) o el 'bypass' gástrico (reducción del tamaño del
estómago y su unión a la parte intermedia del intestino) son algunas de
ellas.
Esta última es la que parece haber demostrado mayor eficacia y
seguridad a lo largo del tiempo. Sin embargo, una de sus complicaciones
consiste en la inadecuada asimilación de algunas vitaminas y minerales, lo que conlleva algunos problemas a largo plazo como la anemia.
"Las personas intervenidas requieren un seguimiento de por vida para
evaluar su estado de salud", explica Carlos Fernández-Escalante,
presidente de la Sociedad Española de Cirugía de la Obesidad (SECO).
En nuestro país cada año se realizan unas 5.000 operaciones de este tipo
de las que el 75% corresponde a la técnica de bypass gástrico. El 80%
de estas intervenciones se realiza por vía laparoscópica, lo que reduce
el tamaño de la herida quirúrgica y el periodo de recuperación.
Este hecho, una cirugía menos agresiva, y el constante aumento de la
obesidad podrían ser algunos de los factores responsables del mayor
incremento de estas cirugías entre los jóvenes y adolescentes, según
explican los autores del artículo que esta semana publica la revista
'Archives of Pediatrics & Adolescent Medicine'. En este trabajo se
analizaron los datos de las intervenciones de obesidad realizadas en
Estados Unidos entre 1996 y 2003.
En ese periodo de tiempo, se llevaron a cabo 566 cirugías
bariátricas en pacientes adolescentes. Aunque no se observó un cambio
significativo entre 1996 y 2000, a partir de ese año y hasta 2003 el número de intervenciones en este grupo de edad se triplicó. La mayoría de ellas, el 90%, se realizó con la técnica de bypass gástrico.
El número de complicaciones entre los adolescentes fue similar al
que se produjo en el grupo de edad adulta sometido a este tipo de
cirugía. Los problemas respiratorios fueron los más
comunes, afectando al 84,4% de los chavales y al 67,5% de los adultos.
Por otro lado, los más jóvenes pasaron menos días ingresados, 3,2
frente a 3,5 días.
"Debido a que las consecuencias metabólicas y psicológicas de la
cirugía bariátrica a largo plazo pueden ser diferentes entre
adolescentes y adultos, esta tendencia hacia un mayor uso de estas
intervenciones en los más jóvenes enfatiza la importancia de la
investigación en este área", concluyen los autores del estudio.
Acuerdo sobre el límite de edad
En nuestro país la SECO llegó a un acuerdo con la Administración
para fijar la edad límite inferior para poder someterse a una operación
de este tipo, que quedó establecida en los 18 años.
"A partir de esa edad se puede dar por finalizado el desarrollo
ponderal", explica Carlos Fernández-Escalante, presidente de la SECO y
jefe del departamento de Cirugía del Hospital Universitario Marqués de
Valdecilla de Santander.
Según una encuesta llevada a cabo por esta sociedad y que se dará a
conocer en los próximos días en el congreso que esta institución
realizará en Getafe (Madrid), la mayoría de las personas que se someten
a estas intervenciones tiene una edad comprendida entre los 35 y 40
años. "El límite superior ha ido cambiando en los últimos años, ahora
se operan algunos pacientes de 65 o más años, pero sólo ocurre de forma
excepcional", comenta este cirujano.
España se sitúa a la cabeza de los países de
nuestro entorno en número de operaciones de cirugía bariátrica, sólo
Holanda la supera. "Probablemente en los próximos años aumenten estas
cifras teniendo en cuenta que el 2% de la población española es
candidata a este tipo de cirugía y que la tasa de obesidad sigue
aumentando", explica el doctor Fernández-Escalante.
Este especialista se muestra reticente a tener en su mesa de
operaciones a adolescentes obesos. "Espero que no tengamos que llegar a
esto. Creo que la solución para este tipo de pacientes no está en la
cirugía", asevera.
|