Las personas con
arteriopatía periférica tienen más probabilidades (21,14%) de
experimentar un episodio cardiovascular en el plazo de un año, lo cual,
a su vez, aumenta el número de localizaciones arteriales afectadas. Es
una de las conclusiones del análisis del REACH Registry, el primer
registro internacional que cuenta con más de 68.000 pacientes con
aterotrombosis de 44 países.
Los resultados de la
investigación, publicados en "JAMA" indican que los pacientes externos
con aterotrombosis tienen un riesgo significativamente elevado de
muerte o de enfermedad cardiovascular.
Médicos del Hôpital
Bichat-Claude Bernard, de París, examinaron las características y tasas
de episodios cardiovasculares de un año de seguimiento entre los
pacientes del REACH Registry. La tasa combinada de muerte
cardiovascular, infarto de miocardio e ictus al cabo de un año fue de
un 4,24%, variando entre el 2,15% entre los pacientes con múltiples
factores de riesgo aterotrombótico hasta el 6,47% entre aquellos que
presentaban enfermedad cardiovascular y el 4,69% entre los que tenían
arteriopatía aterosclerótica establecida.
"En un año,
alrededor de uno de cada siete pacientes morirá, experimentará un
infarto de miocardio o un ictus, o será hospitalizado por una
complicación de la aterotrombosis", concluyen los autores.
Uno de los
resultados más destacables de este estudio es el que indica que los
pacientes con arteriopatía periférica tienen 21% más riesgo
cardiovascular, porcentaje superior al de los pacientes con enfermedad
cerebrovascular (14,53%) y al de los afectados por cardiopatía
isquémica (15,20%).
De su estudio, los
médicos franceses concluyen que la aterotrombosis se asocia con las
principales causas de muerte en el mundo, y que la cifra absoluta de
muertes por este conjunto de enfermedades continúa aumentando y su
prevalencia incrementa de forma dramática en muchas partes del planeta,
de modo que seguirá siendo la principal causa de defunción en el año
2020.
JAMA 2007;297:1197-1206
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