"Uruguay: no fume aquí". Así dice el título del suplemento dominical del diario El País. Desde el 1 de marzo, solo se podrá fumar al aire libre o en el hogar. Las sanciones por infracción llegarán hasta los 54 mil pesos y las protestas ya se sienten desde todas las tiendas. La gran interrogante es cómo controlarla. El FNR capacitó a 300 profesionales de la salud para dirigir tratamientos de cesación. El MSP exigirá en breve que las policlínicas contra el tabaquismo sean servicios mutuales. "Bienvenidos al país sin humo, en el quje un millón de personas fuman", afirma el periodista Miguel Bardesio.

No se puede. Así responderá a partir del 1º de marzo el mozo al comensal que se lleve un cigarrillo a la boca o el guardia de seguridad de la discoteca a los concurrentes que fumen. Lo mismo tendrá que decir el empresario a su empleado fumador y hasta el director de una fábrica de cigarrillos a sus operarios. No habrá más áreas para fumadores, ni clubes o bares específicos para ellos; donde haya un techo que no sea el de un domicilio particular, estará prohibido el humo de tabaco.

Así lo establece el decreto presidencial 268/005, que textualmente ordena: "Todo local cerrado de uso público y toda área laboral, ya sea en la órbita pública o privada, destinada a la permanencia en común de personas, deberán ser ambientes 100% libres de humo de tabaco. "Es decir, sólo se podrá fumar en la calle (o en cualquier otro espacio abierto) y en los hogares.

El Ministerio de Salud Pública será el encargado de controlar el cumplimiento de la prohibición y en estos días se apresta a confirmar una multa de 100 UR (unos 27.000 pesos) que se duplicará en caso de reincidencia. Será aplicada siempre al comerciante, empresario o jerarca público responsable del espacio donde se fume, no al fumador. El departamento de jurídica del MSP evalúa la posibilidad de llegar a la clausura temporal o definitiva en caso de reiterados incumplimientos.

"Queremos que la gente sepa que esto va en serio", dijo el director nacional de Salud, Jorge Basso. Y agregó que en ningún caso habrá primera observación o aviso, sino que, "sin excepciones, se procederá a la multa".

La medida es esperada con preocupación por los comerciantes —sobre todo de bares, restaurantes, pubs y discotecas— que pronostican pérdidas iniciales y protestan por ser únicamente ellos los pasibles de sanciones, "por no compartir responsabilidad con el verdadero infractor: el fumador", según dijo el vicepresidente del Centro de Almaceneros Minoristas, Baristas y Afines del Uruguay (Cambadu), Daniel Fernández.

5.500 muertes

Las autoridades se empeñan en remarcar que no se trata de una medida contra los fumadores, sino a favor de la salud de la población, apenas una entre otras normas que procuran revertir la incidencia del tabaco en Uruguay: un millón de fumadores (30% de la población), 5.500 muertes al año a causa de enfermedades vinculadas al tabaquismo —entre ellas 800 fumadores pasivos— y un costo en atención de salud que calculan entre U$S 130 y 150 millones anuales.

La cruzada comenzó en 2004, cuando el Parlamento ratificó por unanimidad el Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud para el Control del Tabaco, y encontró en el presidente Tabaré Vázquez uno de sus principales guerreros. El año pasado, el mandatario (oncólogo y ex fumador) aprobó cinco decretos de combate al tabaquismo: además de la prohibición, amplió el espacio para la advertencia sanitaria en las cajillas de cigarrillos, prohibió la publicidad de tabaco en el horario de protección al menor y en los espectáculos deportivos y elevó el Imesi a estos productos.

Un mes y medio después de la prohibición, el 20 de abril, las cajillas de cigarrillos deberán exhibir imágenes que desestimulen el consumo de tabaco. Los pictogramas, que ocuparán el 50% de la superficie del paquete, ya están diseñados y contienen leyendas que advierten sobre las múltiples afecciones asociadas al consumo de tabaco.

Además, el diputado nacionalista Miguel Asqueta prepara un proyecto que transforme en ley el decreto de prohibición y que, en un plazo máximo de cinco años, elimine la publicidad de tabaco, tal como establece el Convenio Marco. Asqueta, que preside la comisión de salud de la Cámara de Diputados, fundamentó la presentación del proyecto de ley —lo que ocurriría a fines de febrero— en el temor de que el decreto sea recusado bajo la interpretación de que viola derechos constitucionales, como la libertad de trabajo y de expresión (esta última para el caso de la publicidad).

El constitucionalista y ex senador colorado Ruben Correa Freitas, que no es fumador y se declara a favor de la prohibición, consideró sin embargo que las restricciones a las libertades constitucionales "deben canalizarse siempre a través de una ley, pues el decreto no es la herramienta jurídicamente apropiada para poner coto a un derecho".

La polémica, entonces, estará a la orden del día. Con todo, ninguna empresa tabacalera, distribuidora o fumador alguno ha presentado hasta el momento un recurso de nulidad ante el Tribunal de lo Contencioso Administrativo (TCA). La única queja la elevó la compañía British American Tobacco (BAT), que argumentó ante el MSP imposibilidad técnica para incluir en las cajillas las imágenes que deberán colocarse desde abril. BAT produce las marcas Montana, Viceroy y Lucky Strike.

Basso aseguró que la protesta fue desestimada por el área jurídica de la cartera y sobre el tema de fondo, se mostró proclive a la legislación. "Esta campaña no puede hacerse solamente por decreto; tenemos el Convenio Marco, que establece una serie de acciones y sobre ellas vamos a trabajar con los legisladores para ir avanzando", dijo.

Contamos con usted

Por iniciativa propia, Montevideo Shopping colocó carteles que adelantan que a partir del 1º de marzo no podrá fumarse en ningún sector del establecimiento. Algo similar hará en los próximos días Punta Carretas Shopping.

La idea tiene el doble propósito de preparar a los fumadores y de comenzar a ganarse la confianza de la población. Es que, ante la imposibilidad de inspeccionar a todas las empresas del país, las autoridades quieren apelar al control ciudadano. Winston Abascal, integrante de la comisión asesora del MSP para el control del tabaco, puso como ejemplos el caso de los ómnibus: "Hace 25 años se fumaba en los ómnibus de la Onda; ahora está prohibido y pese a que no hay ninguna inspección, la gente viaja hasta Artigas igual sin fumar".

"A partir del 1º de marzo, Uruguay será 100% libre de humo de tabaco. Contamos con usted para lograrlo. MSP", será la leyenda que acompañará al logo de la campaña, según adelantó Abascal. Una primera tirada de 20.000 carteles ya está en imprenta y en los próximos días se entregarán a los bares y restaurantes para que los exhiban. Además, se repartirán ceniceros para colocar en las puertas de los establecimientos.

Costumbre y autorregulación; esas son las cartas a las que apuestan las autoridades. Mientras eso no ocurra, el MSP contará con un equipo de 50 inspectores en todo el país y además, buscará la coordinación con los demás organismos públicos que tienen cuerpos inspectivos (Dirección General Impositiva, Banco de Previsión Social e intendencias) y una red de organizaciones no gubernamentales apoyará las tareas de control. Ellas no podrán imponer las sanciones, pero orientarán las inspecciones. También quedará disponible al ciudadano común un teléfono y el correo electrónico , que ya está recepcionando consultas.

LA CRUZADA DE LOS PASIVOS. Una de las ONG embarcadas en la campaña es Fumadores Pasivos del Uruguay (FPU), que integra la comisión asesora para el control del tabaco. Su directora, María Inés Roca, aseguró que los 980 miembros de FPU están comprometidos en ayudar a cumplir con las normas. De hecho, algunos de ellos participaron en inspecciones en centros de salud —donde ya no se puede fumar— y detectaron algunas infracciones. "Estamos contentos con esta medida (la prohibición) y deseando que sea lo más beneficiosa posible, sobre todo por los fumadores. Muchos me han llamado esperanzados de que esta resolución les haga dejar el vicio", agregó Roca.

En paralelo, el MSP prepara una campaña en radio y televisión, informó Basso. A ésta se agregará un programa de televisión de una hora, explicó el director del programa de cesación de tabaquismo del Fondo Nacional de Recursos (FNR), Eduardo Bianco. Servirá para la difusión de técnicas y centros para dejar de fumar y se emitirá por canal 5.

El FNR capacitó en el último año y medio a unos 300 profesionales de la salud para dirigir tratamientos de cesación y actualmente, funcionan en el país unos 80 centros para dejar de fumar, a los que el Fondo les ofrece gratis la medicación. Asimismo, el MSP exigirá en breve que las policlínicas contra el tabaquismo sean un servicio que deberán ofrecer las mutualistas, adelantó Basso.

Las protestas

En un primer momento, el decreto establecía la obligatoriedad a los bares y restaurantes, pubs y discotecas de disponer de una zona de fumadores con entrada y ventilación independientes. La excepción nunca contempló a las áreas cerradas de trabajo.

Sin embargo, los comerciantes salieron al cruce argumentando que los más pequeños no podrían enfrentar la inversión de dividir los locales y el Poder Ejecutivo redobló la apuesta: el 5 de setiembre de 2005 estableció la prohibición total y fijó la vigencia desde del 1º de marzo de este año para no alterar la temporada turística.

Ahora, los comerciantes están a la expectativa y ponen un pero en lo excesivo de las multas y sobre todo, en que las sanciones recaerán únicamente sobre ellos. "Hubiéramos preferido una fuerte campaña de educación para que se apele a la sanción moral de los ciudadanos al fumador; que el fumador se sienta incómodo y se autorregule", dijo el vicepresidente de Cambadu, Daniel Fernández.

Manuel Domínguez, propietario del Shanon Irish Pub de Ciudad Vieja, aventuró que el control será "extremadamente difícil", sobre todo en las noches, con boliches repletos de gente. "En ocasiones, será imposible que el comerciante esté atento a todas las personas que están en el local, para ver si alguna prende un cigarrillo, comentó".

Agregó que si efectivamente las inspecciones son realizadas por la comuna de Montevideo, la Ciudad Vieja será el área más controlada de la capital. "A mi local, los inspectores de la Intendencia van todos los jueves, viernes y sábados; a veces, dos veces por noche", explicó y agregó que eso podría favorecer a otras zonas de la capital, con menos control, generando así una "competencia desleal" porque algunos fumadores podrían optar por boliches de Pocitos, Carrasco o Parque Rodó, donde se inspecciona mucho menos.

Los pubs de Ciudad Vieja igualmente poseen gran cantidad de mesas al aire libre, en las que se podrá fumar. El principal problema lo tendrán las discotecas, que ya enfrentan dificultades para controlar eventuales desbordes de su clientela. "Los guardias de seguridad tendrán ahora que controlar que no se fume; seguramente van a discutir con los clientes, alguno que se tomó una copa de más; ¿quién asegura que el remedio no será peor que la enfermedad y se multiplique la violencia en esos lugares?", consideró Domínguez.

Josacho Sazón, de W.Lounge, aseguró que su discoteca no cerrará este invierno las dos terrazas abiertas para permitir fumar allí. Sin embargo, la gran mayoría de los locales bailables de Montevideo no cuentan con lugares abiertos. "Filosóficamente estoy de acuerdo con la medida, pero va a resultar dificilísimo implementarla", agregó Sazón.

Difícil también les resulta a los comerciantes evaluar las pérdidas que, al menos al principio, coinciden que tendrán a raíz de la prohibición. Mauricio Oppenheimer, gerente de Punta Carretas Shopping, aseguró que seguramente el cambio de hábito incida a la baja en los ingresos; "por lo menos al principio".

En Montevideo Shopping se realizó a finales del año pasado una encuesta entre los visitantes para medir el impacto. Carlos Lecueder, directivo del establecimiento, enumeró los resultados: el 33% de los concurrentes al shopping fuma, pero el 20% aseguró que no se sentirá incomodado por la prohibición; sólo el 3% del total de los visitantes manifestó que dejará de ir al centro de compras. "Es cierto que es bajo el porcentaje, pero toda caída preocupa", comentó Lecueder.

La única compañía tabacalera que para este informe aceptó hacer comentarios sobre la prohibición fue Abal Hermanos (Philip Morris). En un comunicado, la empresa señaló que "reconoce la necesidad de una regulación amplia para el control del tabaco. Fumar es perjudicial para la salud y es adictivo".

De uno y otro lado, las voces se multiplicarán con el correr de los días. Mientras tanto, el gobierno espera que ocurra lo mismo que en Irlanda, por ejemplo, donde se prohibió el humo de tabaco en espacios cerrados en 2002 y un año después, 7.000 ciudadanos habían dejado de fumar y las ventas de cigarrillos se redujeron en 16%. O lo mismo que en Inglaterra, donde después de incluir imágenes en las cajillas alusivas a los perjuicios del tabaco, creció en un 80% la información de los ciudadanos sobre los males del tabaquismo.

Tratamientos

STOP TABACO. Wilson Ferreira Aldunate 1218. Teléfono: 902 70 35. Lo dirige el Lic. Daniel Kliman y un equipo de médicos y psicólogos. Asegura un 85% de efectividad.

ASOCIACIÓN ESPAÑOLA. Sólo para socios. El programa es dirigido por el cardiólogo Gustavo Valentini y ha tenido una efectividad del 75%. Teléfono: 402 25 94.

CASMU. Funciona en el edificio de Colonia y Arenal Grande. El programa está dirigido por la doctora María Victoria López. Por informes, llamar al 400 11 89.

MÉDICA URUGUAYA. En la sede de 8 de Octubre. Es sólo para socios y lo dirige el doctor Miguel Magrini. Atención al cliente, 0800 5474.

HOSPITAL DE CLíNICAS. Gratuito. Programa coordinado por la Dra. Beatriz Goja. 487 15 15.

HOSPITAL MACIEL. Dirigido por la Dra. María Noel Rico, programa gratuito para usuarios de Salud Pública. 915 14 57.

POLICLÍNICAS. En todo el país hay unos 50 centros de cesación de tabaquismo. Muchos de ellos funcionan en las policlínicas de las intendencias.

¿Prohibir o no?

El Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud para el control del tabaco, que Uruguay ratificó en 2004, establece que en un plazo máximo de cinco años, a partir de la entrada en vigencia del documento, el país se compromete a prohibir totalmente la publicidad de tabaco. El tratado internacional hace únicamente la excepción para aquellos países cuya Constitución impida la implementación de esta norma.

¿Qué ocurrirá en Uruguay? El artículo 29 de la Constitución garantiza la libertad de expresión, rechaza la censura previa a todo tipo de comunicación, pero matiza que este derecho deberá ejercerse "con arreglo a la ley".

Y es justamente a través de una ley que se buscará establecer la prohibición. El proyecto será presentado a mediados de febrero por el diputado blanco Miguel Asqueta, que viajó este fin de semana a Ginebra al primer encuentro de las partes que adhirieron al Convenio Marco y entre otros cometidos, viajará a enterarse de los mejores mecanismos para implementar la prohibición, según dijo.

Con todo, el tema traerá polémica. Enterado del proyecto, Emir Cámara, presidente de la Asociación Uruguaya de Agencias de Publicidad, rechazó la normativa bajo el argumento de que todo producto que "se puede vender, se puede publicitar", tal como dijo a El Observador a mediados de enero.

En la actualidad, la publicidad del tabaco está prohibida en el horario de protección al menor y además, las tabacaleras no pueden patrocinar eventos deportivos, según los decretos aprobados el año pasado por el presidente Tabaré Vázquez.

Con estas medidas se buscó revertir el consumo entre adolescentes y jóvenes (más de las mitad de los fumadores se inician en el hábito antes de los 19 años) y además, las autoridades quieren quebrar la asociación entre el tabaquismo y las actividades deportivas, como han sugerido piezas publicitarias de las compañías.

Preguntas con respuestas

¿Se podrá fumar en las oficinas?

No. El decreto presidencial obliga a que todas las áreas laborales cerradas, públicas o privadas sean 100% libres de humo de tabaco a partir del 1º de marzo. Por lo tanto, no estarán autorizadas las zonas para fumadores en ninguna empresa, aunque no se atienda público directamente. La única posibilidad son los espacios abiertos; la vereda, un balcón o terraza.

¿Restaurantes o bares podrán tener áreas de fumador?

No. Al principio, se contempló esa posibilidad pero ante la queja de los comerciantes más pequeños —que no podrían afrontar la inversión de crear un espacio con ventilación y entrada independiente— el gobierno optó por la prohibición total. De nuevo, habrá que salir afuera a fumar.

¿La prohibición alcanza a las discotecas?

Tampoco se podrá fumar en ellas, ni está prevista la autorización de áreas para fumadores. Algunas habilitarán espacios al aire libre.

¿El dueño de un bar o restaurante podrá declararlo exclusivamente para fumadores?

No. En España, por ejemplo, se dio a los pequeños baristas la posibilidad de trabajar únicamente con clientes fumadores, mientras que las grandes superficies gastronómicas estaban obligadas a tener un área de fumadores. En Uruguay, sin embargo, las autoridades optaron por la prohibición total.

¿Cuál es la sanción por violar el decreto?

El MSP aplicará a los infractores una multa de 100 UR (unos 27.000 pesos) y en caso de reiteración, la sanción se duplicará; o sea, deberá pagarse 200 UR (54.000 pesos). La multa se aplicará siempre al comerciante, empresario o jerarca público en caso de que sean oficinas del Estado.

¿Se podrá fumar en parques o plazas públicas?

Sí, siempre y cuando estén al aire libre.

¿Y en el estadio?

Sí. Salvo en los palcos cerrados.

¿Hay alguna disposición para los vehículos?

Salvo los del transporte público, donde ya está prohibido fumar, no regirá la prohibición para los vehículos.

¿Qué ocurrirá con los hoteles?

Sólo se podrá fumar en las habitaciones, que para esta disposición son asimiladas al hogar. Sin embargo, en el resto de las instalaciones regirá la prohibición.

¿Podrá solicitarse una licencia para abrir un club de fumadores?

No. En principio se barajó esa posibilidad, la de otorgar contados permisos, pero finalmente el MSP la descartó.