El Fondo Nacional de Salud que comenzará a
funcionar el primero de enero de 2008 como vértice central del nuevo
sistema nacional integrado de salud, contará con recursos del orden de
los 600 millones de dólares.
Así lo reveló esta mañana
en Sarandi el director general de secretaría del Ministerio de Salud
Pública, Daniel Olesker, uno de los principales negociadores políticos
y técnicos de esta iniciativa de parte del gobierno.
Olesker integró este jueves, el equipo del
Ministerio que, junto al ministro y técnicos del Ministerio de
Economía, presentó en la comisión de Salud del Senado las
características principales de este proyecto que se espera se apruebe
en los próximos meses.
El jerarca destacó que al primero de enero de 2008
el gobierno estima que las instituciones privadas del sistema de salud
estarán recibiendo alrededor de 20% más de afiliados, producto de la
incorporación de casi medio millón de hijos de trabajadores públicos y
privados que a partir de ese momento tendrán derecho a la asistencia
integral.
Según Olesker, la centralización de la
administración del Fondo Nacional de Salud – que ha sido cuestionada
por la oposición – tiene el objetivo de mejorar la eficiencia de todo
el sistema, ya que se establecen metas básicas de prestaciones y
servicios que las instituciones deben cumplir para acceder a los
recursos del fondo.
El economista Olesker confirmó que el proceso de
inclusión de todos estos familiares de trabajadores públicos y
privados, que ya se inició este año con la incorporación de los
cónyuges, tendrá un costo fiscal del orden de los 52 millones de
dólares. Además, la aportación mensual de los trabajadores se elevará
del actual 3% de su salario al 6%.
Olesker insistió en que el fondo único de recursos generará, seguramente, mayor eficiencia y equidad al sistema de salud.
El jerarca recordó que en la década de 1990 la
inversión global en salud en Uruguay pasó del 5 al 10% del Producto
Bruto Interno, pero este incremento no se reflejó en absoluto en el
aumento del nivel de calidad asistencial en el país.
Olesker insistió en señalar que cuando culmine el
proceso de incorporación de los trabajadores públicos y privados al
nuevo sistema y se ponga en marcha el fondo nacional, se contará con
recursos por un monto del orden de los 600 millones de dólares.
El director general de Secretaría del Ministerio de
Salud Pública admitió que en principio habría cuatro instituciones que
podrían verse afectadas por recibir menores ingresos cuando se ponga
operativo el nuevo fondo.
Esto se debe, básicamente, a que estas entidades
tienen entre sus afiliados a muchos jóvenes o personas de entre 20 y 40
años, mayoritariamente hombres, por los que se recibirá un pago
inferior, en relación con aquellas mutualistas que tienen su masa
social ubicada en las franjas etarias superiores.
Desde la oposición se cuestionó fuertemente los aspectos centrales de esta iniciativa del gobierno.
Legisladores blancos y colorados, integrantes de la
comisión de Salud del Senado, expresaron ayer su convicción de que la
propuesta que está impulsando el gobierno genera claramente un
sustancial avance de la presencia del Estado en el sistema de salud.
El senador colorado Isaac Alfie dijo a Sarandi que
la creación de la Junta que será la encargada de administrar el Fondo
Nacional de Salud es la prueba más evidente de esto, ya que se avanza
en fortísimos niveles de control y regulación.
El director general de Secretaría del Ministerio de
Salud Pública, Daniel Olesker, destacó que la iniciativa que se está
impulsando propone – precisamente – el criterio contrario a lo que
indica la oposición.
Según Olesker, a partir de la libre elección de
servicio de salud que está prevista en la norma, se espera que la mayor
cantidad de afiliados se vuelque al sistema privado y no el estatal.
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