Más de dos millones de personas en países de ingresos bajos y medianos
reciben tratamiento para el VIH, pero es necesario aumentar en gran
medida los esfuerzos para incrementar el acceso al tratamiento y la
prevención del VIH. l acceso al tratamiento antirretroviral para el VIH en países de
ingresos bajos y medianos continuó aumentando a lo largo de 2006: más
de dos millones de personas viviendo con VIH/sida recibían tratamiento
en diciembre de 2006, lo cual representa un aumento de 54% respecto de
los 1,3 millones de personas que lo estaban recibiendo el año anterior
en esos países. Estos resultados alentadores se publicaron hoy en un
informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Programa
Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA) y el
UNICEF, titulado “Hacia el acceso universal: expansión de las
intervenciones prioritarias contra el VIH/SIDA en el sector de la
salud” Informe sobre los progresos realizados, abril de 2007.
Al mismo tiempo, en el informe se detallan varias áreas clave en
las cuales los esfuerzos orientados a ampliar los servicios son
insuficientes para alcanzar la meta mundial de encaminarse hacia el
“acceso universal en los programas integrales de prevención,
tratamiento, atención y apoyo” del VIH en 2010. Por ejemplo, sólo 11%
de las embarazadas VIH-positivas que necesitan antirretrovirales para
prevenir la transmisión madre al niño del VIH en países de ingreso bajo
y mediano están recibiéndolos. La cobertura mundial de servicios de
asesoría y prueba del VIH sigue siendo demasiado baja, igual que la
cobertura de las intervenciones de prevención y tratamiento para
usuarios de drogas inyectables. Aunque los países se comprometieron a
establecer metas para el acceso universal para fines de 2006, sólo 90
de ellos proporcionaron datos al respecto para esa fecha.
“Los esfuerzos combinados de los donantes, las naciones afectadas, las
agencias de las Naciones Unidas y las autoridades de salud pública
están posibilitando un progreso considerable y continuo en el acceso a
los servicios del VIH”, dijo la Dra. Margaret Chan, Directora General
de la OMS. “No obstante, en muchos aspectos estamos todavía al comienzo
de este compromiso. Necesitamos programas nacionales de gran alcance,
una movilización mundial mucho mayor y una mayor responsabilidad para
tener éxito.”
El acceso al tratamiento del VIH
El
informe revela que en los países de todas las regiones del mundo están
lográndose avances considerables en el aumento del acceso al
tratamiento del VIH. Más de 1,3 millones de personas en África
meridional estaban recibiendo tratamiento en diciembre de 2006, cifra
que representa una cobertura de aproximadamente 28% de las personas que
necesitan tratamiento, en comparación con sólo 2% en 2003. La cobertura
en otras regiones varió de 6% en el norte de África y el Medio Oriente
a 15% en Europa oriental y Asia central, y 72% en América Latina y el
Caribe. En términos generales, aunque subsisten tendencias alentadoras,
sólo 28% de los 7,1 millones de personas que se calcula que necesitan
tratamiento en todos los países de ingresos bajos y medianos estaban
recibiéndolo en diciembre de 2006.
Con los fondos proporcionados por el Plan de Emergencia para el Alivio
del sida, del Presidente de Estados Unidos, y el Fondo Mundial de Lucha
contra el sida, la Tuberculosis y la Malaria se estaba costeando el
tratamiento de 1.265.000 personas para fines de 2006. Los precios de la
mayoría de los antirretrovirales de primera línea bajaron entre 37 y
53% en los países de ingreso bajo y mediano de 2003 a 2006, y entre 10
y 20% de 2005 a 2006.
“El gran progreso descrito en este informe sobre el aumento del acceso
al tratamiento es un paso adelante positivo para que muchos países
puedan lograr sus metas de gran alcance en lo que se refiere al acceso
universal a la prevención, el tratamiento, la atención del VIH y el
apoyo a las personas”, dijo el Dr. Peter Piot, Director Ejecutivo de
ONUSIDA. “Sin embargo, hay datos nuevos en el informe que muestran
también que todavía queda un largo camino por recorrer, en particular
en la administración generalizada del tratamiento para prevenir la
transmisión de la madre al niño del VIH, que sigue siendo uno de los
métodos de prevención de eficacia comprobada más sencillos y económicos
que se dispone”, agregó.
El número de niños que reciben tratamiento aumentó 50% en el último
año, pero se partió de una base muy reducida. En diciembre de 2006,
sólo unos 115.500 niños (15%) de los 780.000 que se calcula que
necesitaban tratamiento del VIH tuvieron acceso al tratamiento. Según
el Dr. Kevin De Cock, Director de VIH/sida en la OMS, “las prioridades
urgentes están mejorando el acceso al tratamiento del VIH para los
niños, especialmente en África meridional, así como para los usuarios
de drogas inyectables en todas partes”. “El acceso a servicios de
asesoría y prueba del VIH, un punto de acceso fundamental para los
servicios tanto de prevención como de tratamiento, también debe
ampliarse considerablemente a fin de acercarnos a la consecución de las
metas de acceso universal para 2010”, agregó.
“Los niños y niñas siguen siendo el rostro oculto de la pandemia del
SIDA”, dijo la Directora Ejecutiva de UNICEF, Ann M. Veneman, “debido a
que muchos niños y niñas siguen sin recibir tratamientos que salvan
vidas y carecen de acceso a servicios esenciales”. En 2005, UNICEF,
ONUSIDA y otros asociados iniciaron la campaña Únete por la Niñez,
Únete con la juventud, Únete para vencer al SIDA, que se centra en
cuatro esferas clave: la prevención de la transmisión de la madre al
niño; el tratamiento pediátrico del SIDA; los programas educativos para
fomentar la prevención; y el apoyo a huérfanos y a los niños y niñas en
situación de vulenrabilidad.
Retos y recomendaciones
Entre las recomendaciones del informe para mejorar la respuesta mundial contra el sida se encuentran las siguientes:
Intensificar los esfuerzos para acelerar la prevención, el diagnóstico y el tratamiento del VIH en los niños.
Además de la necesidad de aumentar el acceso al tratamiento, el
progreso en la prevención y el diagnóstico del VIH en los niños siguen
siendo insatisfactorios. Los retos técnicos de la ampliación de los
servicios para los niños han sido considerables. Es necesario explorar
más ampliamente y acelerar nuevos métodos para superarlos, como el
desarrollo de medios de diagnóstico apropiados y fórmulas farmacéuticas
de medicamentos en presentaciones de uso pediátrico de dosis fija.
Introducir una variedad de estrategias para conocer su estatus de VIH.
Las encuestas en 12 países de África meridional con una gran carga de
la enfermedad indicaron que una media de sólo 12% de los hombres y 10%
de las mujeres de la población general se había hecho la prueba del VIH
y recibido los resultados. Aunque la asesoría y prueba voluntaria
iniciada por las propias personas está ayudando a que se enteren de su
estado; la asesoría y prueba del VIH por sugerencia de los proveedores
en los servicios de atención de salud está perfilándose como una
estrategia suplementaria decisiva para ampliar el acceso a los
servicios de prevención, tratamiento y atención del VIH. También es
necesario mejorar las condiciones en las cuales se realizan los
servicios de asesoría y prueba, a fin de disminuir los obstáculos que
impiden la captación, como el temor al estigma y las reacciones
negativas asociadas con la revelación del resultado.
Acelerar el aumento de los servicios para prevenir la transmisión perinatal del VIH.
Más de cien países de ingresos bajos y medianos han establecido
programas para prevenir la transmisión perinatal del VIH. No obstante,
sólo siete estaban alcanzando a 40% o más de las embarazadas con VIH en
2005. En África meridional, donde viven 85% de las embarazadas con VIH,
la cobertura en los países varía de menos de 1 a 54%. Los esfuerzos
actuales para prevenir la transmisión de la madre al niño del VIH están
muy por debajo de lo necesario para alcanzar la meta de las Naciones
Unidas de reducir la proporción de niños con VIH en 50% para 2010.
Mejorar el acceso a los servicios para las poblaciones
que corren el mayor riesgo, incluidos los usuarios de drogas
inyectables y los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres.
El uso de drogas inyectables es una de las modalidades principales de
transmisión del VIH en varias regiones y se está convirtiendo en motivo
de preocupación en África. Se deben proporcionar servicios de
prevención, tratamiento y atención adecuados a este grupo para tener un
impacto significativo en la transmisión del VIH. Es necesario
contrarrestar el resurgimiento de la transmisión del VIH y otras
infecciones de transmisión sexual en los hombres que tienen relaciones
sexuales con hombres en los países industrializados y abordar las
necesidades de prevención en los hombres que tienen relaciones sexuales
con hombres en los países de ingresos bajos y medianos.
Invertir en la prevención para las personas viviendo con VIH/sida.
Las personas viviendo con VIH pueden ser los mayores defensores de la
prevención de la infección. Es necesario mejorar el seguimiento de las
personas con diagnóstico del VIH en los centros de asesoría y prueba
voluntaria. El sector salud debería ofrecer una gama más amplia de
servicios e intervenciones para ayudar a las personas con VIH/sida a
lograr el mejor grado de salud que sea posible, prevenir y tratar
infecciones oportunistas y de transmisión sexual, reducir los daños que
acompañan al uso de drogas inyectables y evitar la transmisión del VIH
a otros.
Mejorar el acceso de las personas viviendo con
VIH/sida, con servicios de buena calidad para la prevención, el
diagnóstico y el tratamiento de la tuberculosis.
La
mayoría de los casos de tuberculosis son prevenibles o curables. No
obstante, cada año casi un millón de personas viviendo con VIH
contraerán tuberculosis, lo cual llevará a casi un cuarto de millón de
muertes por tuberculosis que son evitables. La insuficiente inversión y
la falta de compromiso político al control de la tuberculosis en muchos
países de alta prevalencia de VIH han dado lugar a una elevada
incidencia de tuberculosis en las personas con VIH/sida y han
contribuido a la aparición de resistencia a los medicamentos
antituberculosos. La aparición de la tuberculosis extremadamente
fármaco resistente debe abordarse de forma urgente con una mayor
coordinación y disponibilidad de servicios de prevención, diagnóstico y
tratamiento, así como también estrategias integrales de control de la
infección.
Reconocer la circuncisión masculina como una intervención adicional importante para prevenir el VIH.
Según los datos de ensayos clínicos recientes, los hombres
circuncidados presentan un riesgo mucho menor de VIH contraída
heterosexualmente. La circuncisión masculina podría tener grandes
repercusiones de salud pública en países donde la prevalencia del VIH
es alta, la transmisión se produce principalmente por contacto
heterosexual y las tasas de circuncisión masculina son bajas. Tales
países deben considerar la posibilidad de aumentar urgentemente el
acceso a servicios de circuncisión masculina seguros. Los temas clave
para su ejecución son la calidad y seguridad de los servicios,
consideraciones culturales y la adherencia a los principios de derechos
humanos en la realización de la circuncisión masculina, incluidos el
consentimiento informado, la confidencialidad y la ausencia de coerción.
Abordar las inquietudes sobre la sostenibilidad económica a largo plazo.
Las inquietudes económicas, especialmente en relación con los recursos
que se obtendrán de las principales fuentes multilaterales y
bilaterales a largo plazo, siguen limitando el alcance y la tasa de
incremento en muchos países y amenazando la sostenibilidad a largo
plazo. Aunque el precio de los tratamientos de primera línea ha bajado
de forma alentadora en la mayoría de los países de ingreso bajo y en
algunos países de ingreso mediano, la demanda de tratamientos costosos
de segunda línea seguirá aumentando. A menos que los precios de los
tratamientos de segunda línea bajen apreciablemente, las limitaciones
presupuestarias podrían hacer peligrar a los programas de tratamiento.
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