Se
aplica también en los casos de elevados triglicéridos, diabetes II,
artritis, artrosis o enfermedades de la piel, entre otras.
La explicación parece simple: con la industrialización y el
confinamiento de los animales a un corral, éstos dejaron de comer hojas
verdes en las cantidades ideales y se desvirtuó un eslabón de la cadena
alimenticia.
Así se produce un desequilibrio entre las grasas Omega 3 y Omega 6; desequilibrio que este nuevo producto viene a subsanar.
"La alimentación es una cadena que empieza en el vegetal. Las aves
comen las semillas de todas las plantas. Y comen los insectos que se
comen hojas y otros insectos que a su vez se comen esos insectos.
Entonces, reúnen de manera igualitaria y trasladan al resto de los
animales estos Omega 6 y Omega 3 en una relación igualitaria. Cuando
comemos estos animales, adquirimos esa relación", explicó Uval en
entrevista con En Perspectiva.
Y agregó: "¿Cuándo se pierde esto? (…) Creo que el mejor ejemplo es
el maíz. (…) Se empieza a utilizar para producir jarabes de alta
fructosa para las bebidas refrescantes. Entonces, como residuo de la
industrialización del maíz queda el aceite vegetal. Se empieza a
incorporar en la cría de animales a los aceites vegetales y los granos
en las raciones balanceadas. ¿Qué hace el hombre? Confina, por ejemplo,
a las aves y los cerdos. Los saca de su medio ambiente natural, pierden
la posibilidad de consumir hojas verdes o insectos. Y a su vez
incorpora en exceso alimentos que antes no existían en su alimentación.
Lo peor de todo esto es que eso que le está dando al animal, nos lo
traslada a nosotros y nos produce cambios en el metabolismo que después
se manifiestan como enfermedades crónicas no transmisibles".
El consumo de Omega3 aseguran que restablece el equilibrio perdido. Se trata de un concentrado
de lípidos poliinsaturados que se obtiene del hígado de pescado.
El método para obtenerlo es novedoso y preserva la integridad
molecular de estos compuestos en su estado original, como se presentan
en la naturaleza.
Hasta ahora, los productos con Omega 3 habían sido decepcionantes,
porque la gente no veía los resultados, dice Uval. El motivo es que la
forma de procesarlo hacía que conservaran muy poca actividad biológica.
Uval, que es veterinario, comenzó por estudiar los efectos del
hígado de pescado en animales y luego de varios años, logró trasladarlo
a los humanos.
"La obtención del aceite se hace empleando una nueva tecnología de
extracción de lípidos. La técnica permite extraer un aceite totalmente
natural, pues no es necesario emplear químicos ni calor.
Dada la excelente calidad del aceite procesado de esta manera, la
presentación original de Omega 3 E Vípez en forma líquida (aceite)
permite una dosificación diaria de 10 cc o más, con excelentes
resultados en la prevención y tratamiento de diversas patologías
crónicas en las cuales predomina la inflamación.
Estas características distinguen al producto como único en el
mercado nacional e internacional de ácidos grasos poliinsaturados
Omega-3", dice el sitio web del producto.
Inflamación exagerada
"Cuando hay un exceso de ácidos grasos Omega 6, proveniente de la
alimentación, hay un exceso de dolor, de lesión. A veces se lesionan
órganos de manera importante... Son lesiones comunes. Por ejemplo, uno
hace un esfuerzo con una pierna muy importante y le duele la
articulación de la rodilla. Eso ya hoy es una manifestación de
inflamación exagerada que trasciende en el tiempo. O sea, pasa una
semana y el dolor sigue, cuando debería haberse ido al otro día, en un
proceso simple que no es una lesión contundente. Sin embargo no
desaparece y persiste en el tiempo y después se hace crónico. Termina
siendo una patología. Eso es lo que está pasando por ese exceso de
ácidos grasos de Omega 6 que viene en la dieta por ese cambio en la
alimentación…Porque la gente dejó de comer aquellas comidas
tradicionales y empezó a comer comidas fritas, papas fritas, snaks,
productos industrializados, milanesas, todo lo que se hace con un
exceso de aceite vegetal, incluida la mayonesa que hoy por hoy se le
agrega a todas las comidas", fundamenta Uval.
En pastillas
Aunque la dosis más "contundente" es la del aceite, también se puede ingerir en cápsulas de gelatina.
Según Uval, aún en el caso del aceite, que no es lo más sabroso,
"los resultados que tiene la gente cuando lo toma son impresionantes y
se supera toda dificultad".
Sin mayonesa
El tratamiento, en todos los casos, debería acompañarse un control
en la dieta, con una disminución (o eliminación) de la ingesta de
aceites vegetales.
Más vale prevenir…
"Cada vez que acudamos dispuestos a comer una hamburguesa, papas
fritas o una pizza cargada de queso grasiento, debemos tener en cuenta
lo siguiente: esas grasas saturadas pueden atrofiar el crecimiento de
nuestras células cerebrales", advierten en el sitio web de Omega 3
Vípez.
Y aseguran que la grasa que se come puede cambiar la configuración de las células cerebrales; más allá de la edad que se tenga.
Una ingesta alta de pescado –señalan- está asociada a una menor
pérdida de memoria relacionada con la edad, a un menor deterioro de la
función cognoscitiva y a un más bajo riesgo de desarrollar el mal de
Alzheimer.
El hombre moderno ingiere de 15 a 20 veces más grasas Omega-6 que
Omega-3. Y esa proporción difiere mucho de los orígenes genéticos.
"Estamos pagando por ello un alto precio en forma de envejecimiento
acelerado e índices cada vez más altos de enfermedades crónicas",
remarcan.
Prevenir en el embarazo
Según el sitio web de Omega 3 Vípez, hay evidencia de que una
ingesta insuficiente de ácidos grasos Omega-3 puede aumentar el riesgo
de nacimiento prematuro y de un peso anormalmente bajo en el momento
del nacimiento.
También resaltan evidencia sobre que los niveles bajos de ácidos
grasos Omega-3 están asociados con el síndrome de hiperactividad y
disminución de la atención en los niños.
Cómo se toma
Si se opta por las cápsulas, en un tratamiento preventivo se deben tomar entre tres y cinco diarias.
En el caso del aceite, la medida (que viene con el frasco) es de 15 cc diarios.
Según Uval, en el caso de una lesión superficial, se puede usar el producto directamente sobre la piel.
Desde 40 días
Consultado sobre cuánto tiempo necesita el cuerpo para adaptarse,
respondió: "En las células sanguíneas demora de un mes a 40 días. En
las células a las que les llega menos la irrigación, hasta seis meses
para llegar a un equilibrio de ácidos grasos. O sea que en seis meses
de consumir Omega 3 Vípez y cuidarse en la dieta mucha gente puede
recuperar la salud y hacer desaparecer un montón de afecciones que hoy
por hoy no tiene solución".
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