Los varones que
deben iniciar un tratamiento de supresión hormonal contra el cáncer de
próstata deberían aumentar sus niveles de calcio, sugiere un nuevo
estudio llevado a cabo en España.
Los investigadores
han hallado que más de la mitad de los 372 participantes del estudio
que recibieron terapia sin andrógenos desarrollaron osteoporosis.
Aquéllos con bajo consumo de calcio tuvieron un riesgo más alto,
relatan los autores en la revista “BJU International”.
Suprimir la
testosterona y otras hormonas andrógenas ayuda a controlar el
crecimiento y la diseminación de los tumores de próstata, pero también
reduce la densidad ósea, lo que apunta a la osteoporosis como un efecto
secundario de la terapia. No obstante, los nuevos resultados destacan
la importancia de los niveles normales de calcio para prevenir ese
riesgo.
Los resultados
sugieren que los hombres bajo terapia de privación androgénica deberían
recibir por lo menos 1.000 mg de calcio diario. También se recomiendan
otras estrategias de protección ósea, como la obtención de la cantidad
adecuada de vitamina D y no fumar, indica el equipo dirigido por el Dr.
Jacques Planas, del Hospital Universitari Vall d’Hebron, de Barcelona.
Los resultados
surgen de la medición de la densidad ósea de pacientes con cáncer
prostático sin metástasis ósea. De los 266 hombres que recibían terapia
hormonal, el 55% tenía osteoporosis. Asimismo, un sorprendentemente
alto 35% de 106 hombres tratados con cirugía también tenía la
enfermedad ósea. En general, el consumo promedio de calcio fue más bajo
entre los hombres con osteoporosis: 610 mg por día contra 683 mg entre
los hombres sin la enfermedad.
Tras considerar
otros factores, como la edad de los participantes, el consumo de calcio
se transformó en un vaticinador importante del riesgo de osteoporosis.
Se desconoce por qué los hombres tratados con cirugía tuvieron una tasa
tan alta de osteoporosis, indicó Planas. "Estamos estudiando si el
cáncer de próstata sería en sí el responsable, al segregar distintas
moléculas que pueden influir sobre la densidad mineral ósea", dijo.
Pero mientras que
los suplementos de calcio y vitamina D serían importantes para los
hombres bajo terapia de privación androgénica, ellos no deberían
necesariamente elevar su consumo de productos lácteos, que son una
fuente de grasa saturada, señala un artículo editorial que acompaña al
estudio.
Un estudio sobre pacientes con cáncer de próstata halló que aquéllos
con el consumo más alto de grasa eran tres veces más propensos a morir
a los cinco años que quienes consumían el nivel de grasa más bajo,
destacó el Dr. Nigel J. Parr, de Wirral Trust Hospital, en el Reino
Unido. En su estudio, Parr halló evidencia de que una dieta muy baja en
grasa retardaría la progresión del cáncer de próstata. "Es por esto que
se deberían tomar precauciones antes de aumentar el consumo de
productos lácteos en los pacientes con cáncer de próstata", concluyó el
experto.
BJU International 2007;99:812-816
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