Investigadores catalanes han desarrollado un nuevo modelo de piel
artificial canina que permitirá estudiar las enfermedades
dermatológicas de los canes sin utilizar a estos animales, así como
ciertos problemas cutáneos del perro que también pueden afectar al
hombre.
Un nuevo modelo de piel artificial de perro
permitirá el estudio tanto de la dermis como de la epidermis del perro,
de las patologías dermatológicas caninas, así como de las patologías de
la piel del can que pueden afectar a los humanos.
Este modelo ha sido desarrollado por investigadores de Univet, una spin-off de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), en colaboración con la empresa de nutrición animal Affinity Petcare. Los firmantes del artículo, que se publica en el último número de Experimental Dermatology
y en el que se expone el desarrollo y caracterización de este nuevo
modelo, son Montserrat Serra, Pilar Brazís, Anna Puigdemont, Dolors
Fondevial, Víctor Romano, Celina Torre y Lluís Ferrer.
Hasta ahora los estudios dermatológicos efectuados en perros se han realizado in vivo,
con los problemas éticos que ello entraña, y sólo se habían descrito
dos modelos de piel artificial canina para caracterizar enfermedades
muy concretas del perro. Pero en ninguno de los dos casos se estudió la
similitud entre esos modelos y la piel normal canina.
Por
eso, el objetivo de los investigadores ha sido "desarrollar un modelo
de piel artificial que fuera lo más similar posible, desde un punto de
vista morfológico y fisiológico a la piel normal canina", explica
Montse Serra Muxi, de los departamentos de I+D de Univet y de Affinity
Petcare.
Se trata de un modelo in vitro
gracias al cual se podrán estudiar las enfermedades que afectan a la
piel de los perros sin tener que utilizar a estos animales en los
experimentos.
Anna Puigdemont, profesora titular del
Departamento de Farmacología de la Facultad de Veterinaria de la UAB y
cofundadora de Univet, explica que la principal ventaja de este modelo
es que incluye los dos componentes principales de la piel: la
epidermis, que se halla expuesta al aire, y la dermis, que se halla en
el medio de cultivo.
Entre otras aplicaciones, este
modelo permite estudiar los efectos sobre la estructura cutánea de los
nutrientes, hacer estudios de alergias y de respuesta farmacológica,
tanto por vía tópica como sistémica, ha añadido Puigdemont.
(Experimental Dermatology; 2007: 16 135-142).Análisis morfológico
¿Cómo se desarrolló?
El
nuevo modelo de piel artificial canina se desarrolló aislando células
de la epidermis (queratinocitos) y de la dermis (fibroblastos)
obtenidas de muestras de piel de perros sanos. Las células de la
dermis, introducidas en una matriz de colágeno -una proteína muy común
en la piel y en las articulaciones-, sirvieron como soporte para las
células de la epidermis, que se cultivaron en su superficie y se
mantuvieron en condiciones de crecimiento expuesto al aire. Y las
células proliferaron y formaron las diferentes capas de la epidermis.
Con esta misma metodología, pero con células humanas, se podría crear
un modelo de piel humana para estudios de cosmética y nutrición.