Una cirugía que emplea un cabestrillo
interno para sostener el tubo urinario solucionó mejor que otro
método un tipo de incontinencia femenina, aunque ningún
procedimiento logra funcionar perfectamente, informó un grupo
de médicos el lunes.
Los expertos hallaron que las mujeres estaban más conformes
con un procedimiento que emplea una eslinga creada con tendón,
músculo u otro material para sostener el tubo urinario, que con
otra técnica que sujeta el conducto al ligamento para evitar
que se escape la orina.
No obstante, el método de la eslinga o cabestrillo interno
también tiende a producir más efectos secundarios a largo
plazo, según el informe, que será publicado en la edición del
jueves de New England Journal of Medicine.
Los médicos deberían discutir sobre las ventajas y
desventajas con sus pacientes y "enfatizar que la solución
completa de los síntomas de la incontinencia es poco probable",
escribió en su informe el equipo del doctor Michael Albo, de la
University of California en San Diego.
La publicación de la investigación coincide con una reunión
de la Asociación Americana de Urología.
Ambas técnicas están diseñadas para reducir la
incontinencia urinaria por estrés, colocando la uretra en la
posición normal, ya que se cae con la edad.
Hasta el 10 por ciento de las mujeres estadounidenses se
someten a algún tipo de cirugía para prevenir pérdidas de
orina, particularmente cuando tosen, estornudan o realizan
fuerza, mientras que el 40 por ciento de las adultas mayores
padecen algún grado de incontinencia.
"Por primera vez, tenemos una comparación meticulosa y
relativamente a largo plazo sobre estas cirugías femeninas
comunes", indicó en un comunicado el doctor Leroy Nyberg,
director de investigación en urología del Instituto Nacional de
Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales, que financió el
estudio.
En la investigación se realizó un seguimiento de las
mujeres a dos años.
El equipo de Albo reveló que la técnica que emplea el
músculo y el tendón para crear un sostén para la uretra,
funcionó en el 66 por ciento de 326 mujeres.
Esto comparado con el 49 por ciento de éxito que
registraron las 329 pacientes tratadas con la técnica de
ganchos de sujeción, también conocida como colposuspensión.
Con todo, el cabestrillo interno produjo mayor propensión a
las infecciones del tracto urinario, a la dificultad para
orinar, y las pacientes tratadas con este sistema fueron más
propensas a sufrir de incontinencia imperiosa, que es la
necesidad repentina y urgente de orinar.
La tasa de éxito informada para ambos procedimientos en
otros estudios varía del 70 al 90 por ciento.
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