Comer muchas frutas, verduras y pescado puede mantener sanos tanto los pulmones como los corazones de los hombres, según demostró un nuevo estudio.

Los hombres que siguieron una dieta más cercana a este ideal "mediterráneo" tuvieron la mitad de probabilidades de desarrollar enfermedad pulmonar crónica, comparados con quienes tenían hábitos alimentarios más alejados a este patrón.

Estos son los resultados a los que arribó el equipo de la doctora Raphaelle Varraso, de la Escuela de Salud Pública de Harvard, en Boston.

No obstante, aquellos participantes que consumieron la dieta más "occidental" -mucha carne roja y enlatada, postres, dulces y papas fritas- tuvieron un riesgo cuatro veces mayor de enfermedad pulmonar que las personas que siguieron patrones alimenticios menos occidentalizados.

La fruta y el pescado fueron asociados con una mejora de la función de los pulmones y la reducción del riesgo de padecer enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), informaron Varraso y sus colegas en la revista Thorax.

Para entender cómo una dieta puede influir en la salud pulmonar, los expertos siguieron a 42.917 hombres que participaron en el Estudio de Seguimiento de Profesionales de la Salud desde 1986 hasta 1998.

El equipo de Varraso dividió a los hombres en cinco grupos según su adherencia a un patrón dietario "prudente", rico en alimentos vegetales, integrales y pescados. Los investigadores también categorizaron a los hombres en cinco grupos de acuerdo a cuán occidentales eran sus patrones de dieta.

Durante el período de 12 años, 111 hombres manifestaron un diagnóstico nuevo de EPOC. Aquellos que se ubicaron en lo más alto del ranking de dieta prudente tuvieron la mitad de probabilidades de desarrollar enfermedad pulmonar, en relación con quienes estaban en lo más bajo de la lista.

En los hombres con las dietas más occidentalizadas, el riesgo de enfermedad pulmonar fue 4,56 veces mayor que en los participantes con los patrones de dieta menos occidentales.

Los investigadores señalan que las frutas y vegetales son buenas fuentes de vitaminas antioxidantes como la C y la E, a las que se asocia con un mejor funcionamiento de los pulmones. En tanto, los ácidos grasos omega 3 presentes en el pescado también pueden contribuir a la salud pulmonar.

Por otro lado, agregó el equipo, las carnes procesadas contienen nitratos, elementos capaces de generar moléculas en el cuerpo que pueden empeorar la función pulmonar.

"Como varios alimentos de la dieta occidental (...) pueden estar relacionados con la EPOC, la dieta occidental ofrece una buena manera de resumir los posibles efectos de estos alimentos diversos pero altamente correlacionados", señalaron Varraso y sus colegas.

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