Un nuevo estudio
realizado por investigadores italianos de la Universidad de Verona y
del Instituto G. Gaslini de Génova concluye que la infección por
citomegalovirus (CMV) está implicada en la patogénesis de la
arteriosclerosis.
Los autores
recuerdan que los factores de riesgo clásicos de la arteriosclerosis
son el tabaquismo, la diabetes, la hipertensión y los niveles elevados
de colesterol, y que los factores genéticos también intervienen en el
origen de la enfermedad. Sin embargo, también señalan que en algunos
casos tienen lugar episodios cardiovasculares sin la presencia de los
citados factores de riesgo. Desde hace un tiempo, se citan la
inflamación y los agentes infecciosos como factores que también tienen
un papel en el inicio del proceso aterosclerótico.
La nueva
investigación, publicada en "PLoS ONE", se refiere a la relación entre
la infección por CMV y la arteriosclerosis. Los mismos investigadores
ya habían mostrado que este virus puede ser responsable se las lesiones
vasculares iniciales típicas del proceso aterosclerótico. Explican que
el mecanismo implicado en la lesión vascular es de tipo autoinmune: los
anticuerpos se dirigen contra proteínas específicas del virus que son
capaces de unirse a moléculas expresadas en la superficie de las
células endoteliales, causando su muerte.
Mediante una técnica
de biocomputación, los autores muestran que los mismos anticuerpos que
atacan al CMV, aislados de pacientes con cardiopatía isquémica, son
capaces de inducir la activación, no sólo de los genes implicados en la
apoptosis, sino también de muchos otros genes que codifican proteínas
involucradas en diferentes aspectos de proceso aterosclerótico
(metabolismo lipídico, inflamación, moléculas de adhesión, etc.). Así,
el estudio muestra por primera vez que una de estas proteínas resulta
ser muy importante, dada su capacidad para activar células del sistema
inmunitario implicadas en las fases iniciales de la enfermedad.
Por otro lado, la
investigación confirma que los anticuerpos dirigidos contra las
proteínas derivadas del CMV purificadas de pacientes con cardiopatía
isquémica, inducen daño en las células endoteliales y apoya la
hipótesis de que una infección vírica desempeña un papel crucial como
mediadora del proceso aterosclerótico.
PLoS ONE 2007;2(5): e473. doi:10.1371/journal.pone.0000473
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