Además de beneficioso para deshacerse de los kilos de más y mantenerse en forma, el ejercicio también contribuye a aumentar los niveles de HDL o colesterol 'bueno', tal como sugiere un estudio.
Según este trabajo, practicar un mínimo de 120 minutos de actividad física a la semana contribuye a incrementar de forma moderada los niveles de esta lipoproteína en la sangre. Si las sesiones son prolongadas, los beneficios del ejercicio son más efectivos.
Importante para el riesgo cardiovascular
Tener unos niveles bajos de HDL es un factor de riesgo
cardiovascular. Por tanto, conocer de qué manera se puede incrementar
su presencia en el organismo es importante si se quieren mantener
alejados los problemas de corazón.
Hasta el momento, varios estudios habían señalado el hecho de que las personas más activas presentaban también niveles más altos de colesterol "bueno". Sin embargo, ningún trabajo había analizado a fondo la cuestión.
Esta investigación, publicada en el último número de la revista 'Archives of Internal Medicine' y dirigida por el doctor Satoru Kodama, de la Universidad Ochanomizu de Tokio (Japón), revisó 25 trabajos realizados anteriormente en relación con el colesterol y el ejercicio y analizó el efecto de la actividad física sobre el HDL.
En total, los datos de más de 1.400 pacientes de entre 23 y 75 años
fueron estudiados en este meta-análisis. Los resultados del estudio
mostraron que, en el grupo de pacientes que había practicado ejercicio,
los niveles de colesterol "bueno" se habían incrementado una media de 2.53 mm/dL.
"El incremento es modesto, pero altamente significativo", apuntan
los autores de este estudio. Conocer este dato puede contribuir a
combatir la obesidad y las enfermedades cardiovasculares.
Su investigación puso de manifiesto que el efecto del ejercicio era más beneficioso
en aquellos individuos que tenían unos niveles totales de colesterol
más altos (220 mm/dL o más) y en aquellos con un índice de masa
corporal inferior a 28 (cercano a la obesidad).
Ejercicio regular y prolongado
Además, el estudio también demostró que sólo la duración del ejercicio, y no su intensidad o frecuencia, producía un efecto sobre los niveles de HDL.
A partir de 120 minutos de actividad física semanales (o pérdida de
900 kilocalorías), los efectos del ejercicio sobre el colesterol
"bueno" empezaban a notarse. Y el efecto era más efectivo si las
sesiones de ejercicio eran prolongadas. Así, cada aumento de 10 minutos en la duración del ejercicio se traducía en un incremento del HDL en 1.4 mg/dL.
"Esto sugiere que aumentar el tiempo en cada sesión es más efectivo
que practicar breves sesiones de entrenamiento si el tiempo del que se
dispone es limitado, tal como le ocurre a mucha gente", explican los
autores en su estudio. "Suele recomendarse realizar 30 minutos de
ejercicio de moderado a intenso en la mayoría de los días de la semana,
pero nuestros análisis sugieren que una duración mayor en cada sesión es necesaria para un aumento significativo en el HDL", añaden.
Con todo, los autores de esta investigación reconocen que tiene
importantes limitaciones que deberían subsanarse en próximos estudios
sobre el tema.
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