El mundo está perdido, no hay caso |
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Il Parrocco
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sábado, 02 de junio de 2007 |
Como todas las mañanas me desperté, sin saber si estaba ciego cosa que solo comprobaba al prender la portátil, a las seis cuarenta y cinco con treinta segundos.
Todos los días a la misma hora,,, era mi reloj interno o este que hacia veinte años que no funcionaba, no importaba. Ataqué directamente la caja de cigarros, encendí el primero con un pucho aun humeante de la noche. Mire el cenicero: exactamente once cigarros en la noche.
Abrí la cajita feliz desde donde me deslumbre con todas las pastillitas de colores, mi tesoro. Me mandé dos dormicum, que por supuesto ya no me hacían dormir, un lexotanil, un enalapril, un omeprasol.
Habia comenzado el dia. Fui al baño, al mirarme al espejo vi mis ojeras, abrí el botiquín y me tomé una fluoxectina para darme ánimo.
Aún me temblaban las manos, así que para parar con ello me mandé el primer vaso de grapa, como solía decir la medida exacta” hasta que no se desborde”. Fui agazapado por el corredor hasta la puerta de calle y mire por la mirilla, para confirmar que no había nadie mirándome. Escuché atentamente por varias veces la silenciosa cinta del contestador telefónico, nada.
Encendí la radio y escuché que querían legalizar la marihuana. Están todos locos !! Quieren hacer un país de adictos a las drogas,, donde se vio....para calmarme me bajé dos diazepán diez. ...
El mundo esta perdido, no hay caso.
Il Parrocco.
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