Un nudo en el estómago, opresión en el pecho y dificultad para hablar. O sudoración excesiva, sequedad de boca, aceleración del pulso y tensión arterial 'disparada'. En los dos casos los síntomas van siempre acompañados de una inmensa angustia interior. Son dos formas de vivir la ansiedad. Un estudio de las imágenes del cerebro muestra que cada tipo de ansiedad está asociados a la activación de un hemisferio diferente.

Según explica a elmundo.es Gregory A. Miller, uno de los investigadores principales, hay un tipo de ansiedad en la que el paciente sufre manifestaciones visibles (suda, se le acelera el corazón) y cambios en el comportamiento (pánico). En otros casos 'la procesión va por dentro' y no exteriorizan los síntomas de angustia, "piensan mucho en las cosas, quizá demasiado", asegura el psicólogo de la Universidad de Illinois (EEUU). Dan vueltas a cosas del pasado o piensan una y otra vez sobre lo que podría ocurrir en el futuro. Es un estado de tensión y nerviosismo constante.

Miller, que trabaja en contacto con pacientes, cree que el segundo tipo de ansiedad está asociado al pensamiento verbalizado, en un discurso. En cambio, los ataques de pánico suponen evocar imágenes que perturban al paciente, como ocurre con las fobias (que sería el mismo tipo de ansiedad). Por ejemplo, la imagen de una araña desencadena el ataque de pánico en un paciente con fobia a este animal. "Teníamos razones para pensar que había mecanismos cerebrales distintos y que se activaban partes del cerebro diferentes según el tipo de ansiedad que el sujeto sufriera", explica.

Los resultados de su investigación junto a Wendy Heller respaldan estas apreciaciones. Tomaron por resonancia magnética funcional imágenes del cerebro de 42 participantes que catalogaron como ansiosos utilizando tests psicológicos. Las 'fotos' del cerebro revelaron que en los pacientes con ansiedad generalizada se activa el lóbulo frontal izquierdo inferior, concretamente el área relacionada con el lenguaje . Sin embargo, los que padecían ansiedad 'externa' presentaban más actividad en el hemisferio derecho, relacionado con las respuestas a las señales de peligro.

El experto considera los resultados del estudio, que aparecen en la revista 'Psychophysiology', una prueba biológica de la diferenciación de los tipos de ansiedad que hasta ahora se determina por criterios psicológicos. El tratamiento de la ansiedad bien por métodos biológicos [fármacos] o psicológicos afecta a la biología y al comportamiento del paciente", explica. El siguiente paso, tras constatar que se pueden distinguir los tipos de ansiedad por la actividad cerebral, es estudiar la influencia de estas diferencias en el tratamiento.

Comentarios

Escriba su Comentario
Por favor escriba mensajes relevantes al asunto del articulo. Comentarios ofensivos no serán publicados. No utilice el espacio de comentarios para la promoción de su sitio. Si se equivoco al ingresar el codigo de seguridad refresque su navegador para recibir un nuevo código de seguridad antes de presionar el botón Enviar.
Nombre:
E-mail
Homepage
Titulo:
BBCode:
Comentario:
Codigo:*

Powered by AkoComment!