"La maternidad es un derecho innegable, pero durante mucho tiempo
cuando el riesgo de contagio del bebe era muy alto, el consejo médico
[a las parejas discordantes] era un no -recuerda la doctora Gabriela
Bugarin, coordinadora médica de Helios Salud-. Hoy, si la búsqueda de
un hijo se hace bajo tratamiento médico supervisado, el riesgo de que
el bebe contraiga el VIH [cuando la mujer está infectada] es menor al
2%, por lo que no podemos decir no."
En la actualidad, las parejas discordantes que desean tener un hijo
disponen de distintas estrategias médicas que permiten prevenir el
contagio madre-hijo del virus. "Si es el varón el que es portador, se
emplean técnicas de fertilización in vitro -explica la doctora Isabel
Cassetti, directora científica de Helios Salud-. El semen es sometido a
una técnica de lavado y centrifugado que permite liberarlo de los
virus, y luego se realiza un procedimiento de fertilización asistida."
Un desafío diferente plantean las parejas que quieren tener un
hijo, pero en las que la portadora del virus es la mujer. "En estos
casos, se evita el contacto sexual en la pareja para que no haya riesgo
de que el varón se contagie, por lo que su semen es inoculado en el
útero de la mujer a través de distintas técnicas de inseminación",
explica Cassetti.
Para evitar que la madre transmita al hijo el virus durante el
embarazo, el parto o el puerperio se toman tres medidas básicas. El uso
de fármacos antirretrovirales es el primero.
"Si la mujer está bajo tratamiento, sin drogas que están
contraindicadas en el embarazo y que haya que modificar, va a continuar
con ese tratamiento, que es eficaz para ella y que será eficaz para
prevenir la transmisión a su hijo -dice la doctora Alejandra
Compagnucci, experta en manejo de la embarazada con VIH en el Inserm
(institución francesa equivalente al Conicet)-. Si la mujer no necesita
tratamiento, porque su carga viral y su estado inmunológico son
satisfactorios, va a usar un tratamiento en el tercer trimestre."
La segunda medida que ha permitido reducir drásticamente la
transmisión madre-hijo (que sin tratamiento de por medio ronda el 25%)
es la cesárea, pero ésta ya no se indica para todos los casos. "Su gran
beneficio se demostró cuando no había tratamiento para el VIH o cuando
sólo había AZT -dice Compagnucci-. No ha demostrado tener ningún
beneficio cuando la carga viral es indetectable, por lo que sólo se usa
con indicaciones obstétricas o cuando hay otros factores que aumentan
el riesgo de transmisión."
La tercera medida para evitar el contagio es evitar la
lactancia materna. Cuenta la doctora Compagnucci que actualmente se
están estudiando estrategias para que en un futuro sea posible que la
mujer con VIH pueda amamantar a su hijo.
Cifras locales
Argentinos con VIH
- Se estima en 130.000 el número de argentinos
infectados con el virus del sida, según estadísticas de 2006 de
Onusida. El 60% desconoce que está infectado.
Transmisión sexual
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El 83,5% de los casos de contagio de VIH se produjo por vía sexual, según datos de 2006.
Madre-hijo
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La transmisión madre-hijo (vertical) representa el 3% de los nuevos contagios de VIH de la Argentina.
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