El llanto de las ballenas |
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Il Parrocco para DiarioSalud.Net
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sábado, 16 de junio de 2007 |
Aire, tierra, mar y fuego, estaban todos los elementos, algunos en más otros en menos. Las olas golpeaban la ensenada; el cielo de plomo sobre el encrespado mar se reflejaba, la llovizna era casi horizontal, la arena seca de la playa con el viento lastimaba. Presagiaba la tormenta que llegaba. Pero gracias que estaban ellos, ellos para salvarla ...
Hacia tres días que la ballena estaba varada, miraba con sus humildes y pequeños ojos a toda esa gente que la rodeaba.
Muchas personas con gabardinas de colores, otras con paraguas, niños que corrían, otros que saltaban.
Los biólogos opinaban “si no sale en el cuarto intento debemos
sacrificarla”. Otros decían, “perdió el sonar que la ayuda a
orientarse, puede que tenga un virus a nivel cerebral, si no sale en
este intento estoy de acuerdo doctor, la debemos sacrificar” y miraba
al Comisario quien con brillo en los ojos su canana desabrochaba.
Algunas personas con baldes la mojaban;
Casi sin saberlo otros por su opérculo agua le tiraban, otros amarraban
su cola, la cual ya estaba llagada, algunos niños no tan niños a
caballo de ella se montaban, mientras sus madres fotografiaban y
filmaban.
Élla insistía con su cabeza apuntando al norte y salpicando a todos con sus coletazos desesperados.
Ya habían llegado los vendedores de pegotines con la cola de una
ballena dibujada, los que mangaban para algún refugio animal y los
vendedores de pop y garrapiñada.
Amarraron nuevamente su cola, tan fuerte que la lastimaban, ella dejo escapar un gemido, y nadie notó su lágrima.
Al fin una gran ola la ayudó a desencallar, a toda marcha la llevaron de tiro doce lanchas a lo más profundo del mar.
Desde las lanchas comenzaron a hacer sonar sus sirenas, y bengalas a
tirar; desde la costa la algarabía era general.
Mujeres, hombres y
niños que nunca se habían visto, se abrazaban y saltaban, no faltó el
grupo de niños escolares que habían sido llevados por su directora
quienes comenzaron el himno a entonar.
El Intendente se tomaba fotos con la ballena de fondo, pensando en la próxima campaña electoral-
La ballena miró la costa por última vez, vio toda aquella algarabía,
vió las lanchas que en parte aturdían su sonar, se hundió en lo mas
profundo donde el sol no puede llegar y en un gemido largo sabiendo que
a miles de kilómetros iba a llegar dijo:
“Anuncio a todos los congéneres cetáceos, repetir y no olvidar, los
humanos no están preparados para entender que ya hemos evolucionado y a
la tierra podemos volver. No lo intenten, esperemos cien años más”
Seremos más inteligentes que las ballenas?
Realmente seremos mas?
IL PARROCCO
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